Cine
A 50 años del estreno de la película “Juan”, primer largometraje filmado en San Francisco
El sueño alentado con bohemia hace medio siglo tuvo un despertar venturoso en el siglo XXI. La tecnología en años recientes facilitó los sistemas.
Hasta la década de 1960, la filmación de películas de cine en San Francisco era una actividad ajena a personas de nuestra ciudad. Sólo unos pocos tenían alguna filmadora para sus realizaciones familiares y cuando se trataba de documentales institucionales o comerciales, se recurría a empresas de Santa Fe (Trossero) o de Córdoba (Serbali), quienes asombraban con sus equipos rodando en distintos espacios para luego difundir esos filmes en salas de ambas provincias y, especialmente, en algunas de las cinco que había entonces aquí.
Esto cambió a comienzos de los años ´60, cuando los hermanos Roasenda comenzaron a filmar con películas de 35 mm documentales y notas sociales que se proyectaban en cines de la ciudad. En poco más de un año, rodaron al menos tres de estos “noticieros” que se anunciaban en LA VOZ DE SAN JUSTO para avisar al público que acudía con interés a verlos con los éxitos del momento. El cine era el gran espectáculo local: había cinco grandes salas con funciones todos los días y desde los viernes a domingos, se colmaban.
La novedad de filmar con método y organización llegó en 1970 cuando algunos jóvenes comenzaron a crear sus propias películas. Se formaron con ese objetivo dos grupos: “Demiurgos Films”, de los primos Mario Carlos y Guillermo Alan Brook y “Bernardo, Grupo de Cine”, de Arturo Bienedell. Esta última agrupación se inició en agosto de ese año con un equipo facilitado por la cooperativa de cine de Córdoba “Champaquí Films” que lideraba Néstor Moragues autor del destacado documental “Confines de sal”.
Luego de tres películas cortas, el grupo se animó a hacer su primer largometraje a partir de 1972: “Juan”. El libro había sido escrito por el propio Bienedell cuando tenía 20 años y narraba las penosas vidas de un niño, un adolescente, un adulto y un anciano, todos contemporáneos y con iguales experiencias; el anciano había vivido como el adulto, el adolescente y el niño; pero visto a la inversa, se deducía que el niño tendría la adolescencia, adultez y ancianidad de los demás personajes. El panorama era desalentador y el mensaje, alarmante. Los mayores y más conservadores calificaron a la película como “realista”, los más jóvenes y progresistas de la época dijeron que era “reaccionaria”.
Filmar “Juan”, de 80 minutos, en formato 8 mm y con el sonido “doblado” (grabado con posterioridad a la filmación) demandó los fines de semana de todo 1972 y gran parte de 1973. La primera proyección privada previa al estreno fue en el subsuelo del Palacio Municipal, a la que asistieron el intendente Mariano Juan Planells, su equipo de gobierno y periodistas. El jefe comunal se entusiasmó con la idea de que se podía realizar cine en la ciudad y vinculó el tema al desarrollo del teatro aficionado, de donde provenía parte del elenco. Llegó al fin la noche del estreno el 23 de octubre de 1973 en el auditorio del Sindicato de Luz y Fuerza en calle Mitre 350. Tal era la expectativa del público que se exhibió en cinco noches y luego en algunos lugares donde funcionaban centros de educación de adultos, incluyendo la antigua Cárcel de Encausados, en calle Paraguay al 700, en barrio Sarmiento.
Luego de una breve experiencia de Bienedell en el cine de Buenos Aires -donde fue convocado por la productora “Mural”, de Juan Muruzetta, exvecino de San Francisco y productor cinematográfico en la Capital, tío a la vez de Mario Carlos Brook-, la aventura de filmar continuó con el corto “El hachero brujo”, premiado por su “bien logrado clima” y otros tres largometrajes de hora y media: “Pedro Páramo”, en formato Super 8, entre 1974 y 1975; “Seguro de vida para secuestrador”, en 16 mm filmada entre 1976 y 1977 y estrenada en el Cine Gran Rex y la última, también en 16 mm, titulada “El buen heredero” que se rodó completa entre 1977 y 1979 pero nunca fue exhibida por falta de recursos para ponerle el sonido.
“Bernardo Grupo de Cine”, cesó en 1981 y quedó en el recuerdo de decenas de personas que lo integraron en distintos momentos, como técnicos o actores. Muchos comentan en cada oportunidad que pueden, que fueron parte de este proyecto y que sus descendientes le restan crédito cuando dicen que protagonizaron películas en la ciudad. Los consideran fabuladores; la historia revela que no mienten.
El sueño alentado con bohemia hace medio siglo tuvo un despertar venturoso en el siglo XXI. La tecnología en años recientes facilitó los sistemas y muchos jóvenes con formación en la materia llevan adelante realizaciones con calidad y envergadura. Por estos trabajos San Francisco se propone como un polo de producción audiovisual en el contexto de un proyecto provincial. Si no fuese porque las posibilidades son reales, aquellos pioneros exclamarían: ¡Parece de película!
Técnicos y actores
En la realización de “Juan”, se desempeñaron: en libro y dirección, Arturo A. Bienedell; fotografía e iluminación, Luis Carlos Martina; asistente de producción, Blanca Bonaldi; realización de dibujo del folleto, Juan Carlos Bolea; poema dedicado a “Juan”, Carlos Cristiano y actuaron: Sergio Ludueña, Irene Núñez, Ciriaco Caggiano, Blas Masafra, Luis Andreis, Raquel Camusso, César Bogge, Daniel Montali, Juan José Bruno, Rosa de Uguri, Jorge Pereyra, Benito Butignol, Juan José Rufinetto, Emilia Bertea, Norma Blanda, Luis Saldivia, Humberto Mansilla, Elías Silva, Aldo Aragón García, Carlos González, Orlando Suppo, Humberto Torres, Blanca Bonaldi, Marcelo Bertolli, Tomás Ribotta, Mabel Aguirre, Celina Bertoli, Hugo Bulla, Mario Bertolli, Juan Carlos Bolea, Nabor Reinaldo Ríos, Mario Armando Medina, Edgar González y los zapateadores Maidana y Oviedo.