Día Internacional del Trabajador
1 de Mayo: tres historias en la voz de los trabajadores
Tres sanfrancisqueños contaron cómo viven su experiencia laboral y coincidieron la esperanza de lograr un país “con mayor estabilidad económica en el que haya más trabajo para todos”.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Cada 1 de mayo, Día Internacional del Trabajador, se conmemora la lucha de un grupo de obreros estadounidenses por la reducción de la jornada que marcó un antes y un después en la historia laboral. También el primer día este mes, los trabajadores celebran y recuerdan la imprescindible necesidad de tener trabajo, que permita el alimento en la mesa y nos dignifique como personas.
En un país golpeado por la crisis económica, la inflación, la falta de proyectos a largo plazo y la incertidumbre, los trabajadores siguen luchando por sus derechos y cumpliendo todos los días con su tarea, cada uno desde su lugar, con la esperanza de que la situación cambie y se logre la tan ansiada estabilidad económica.
En el marco de este día especial, tres trabajadores sanfrancisqueños, Claudio Barotto, Cintia Trucco y María Eugenia Leguizamón, contaron cómo viven su experiencia laboral y todos coincidieron en tener la esperanza de lograr un país “con mayor estabilidad económica en el que haya más trabajo para todos”.
“Poder independizarse es muy bueno”
Detrás del mostrador de la fiambrería “Pan y Queso” donde trabaja, Claudio Barotto de 22 años se encarga de la venta al público, pero ese no fue su primer trabajo ya que comenzó a los 18 años ante la necesidad de independizarse por la difícil situación.
“Creo que los jóvenes empiezan a trabajar desde muy chicos por la situación económica, necesitan poder ganar dinero para mantenerse y aunque cuesta mucho más, poder independizarse es muy bueno”, consideró Claudio.
Consideró que actualmente, por la crisis económica, “bajó mucho la cantidad de jóvenes que estudian, todos buscan un trabajo para poder vivir. Incluso hay jóvenes que estudian y trabajan, otros que además no se quedan en un solo trabajo sino que van buscando lo que más les rinde”.
Claudio manifestó la esperanza que el día de mañana “el país cambie, que la economía esté mejor, que haya más estabilidad con mejores sueldos, más posibilidades para comprar una casa o un auto. Es importante que los jóvenes se esfuercen siempre un poquito más, es duro pero se puede llegar, porque el trabajo dignifica”.
Lo valioso de tener un trabajo en blanco
Cintia Trucco de 43 años, trabaja en el correo Andreani y para ella es su primer trabajo formal, “con todas las de la ley”, algo que valora muchísimo porque considera que le brinda la posibilidad de que sus hijos puedan estudiar.
“Siempre tratamos de brindar al cliente la mejor solución a su necesidad, obviamente siempre dentro de nuestras limitaciones. Trabajé en otros rubros anteriormente, pero éste es el primer trabajo en el que estoy en blanco y eso para mí es muy importante por los aportes, por la mutual y muchos beneficios más”, contó Cintia.
Agregó: “Tengo esperanza de que la economía del país pueda cambiar, que haya más estabilidad y que todos podemos estar mejor. Como trabajadores siempre tenemos que apostar a continuar, a forjar nuestro futuro, estoy feliz de tener un trabajo estable porque tengo muchas posibilidades, brindarle a mis hijos la posibilidad de estudiar”.
La oportunidad de aprender y crecer
María Eugenia Leguizamón de 48 años, entró al mundo laboral formal cuando tenía 27 en la Clínica de Especialidades “Enrique J. Carrá (h)”, gracias al Programa Primer Paso. Son ya 21 años en los que fue aprendiendo sobre la administración de internaciones, un trabajo de servicio que tiene mucha calidad humana y empatía. Hoy no se imagina haciendo otra cosa y disfruta el día a día en la clínica.
“Cuando los pacientes se internan, nosotros nos encargamos de la facturación, control de las internaciones y todo lo relativo a la administración de esas prestaciones. Es un trabajo en equipo que hacemos con los médicos y enfermeros, me gusta mucho porque se está en contacto con la gente”, aseguró Eugenia.
Afirmó que en la tarea “tratamos de solucionarle las cosas de la mejor manera a los pacientes que llegan, me siento cómoda, hago lo que me gusta porque la mayor parte de mi vida hice esto y no me veo haciendo otra cosa, por eso desde mi lugar trato de ayudar y guiar a la gente en lo que pueda. Siempre recordando que los pacientes que llegan vienen con un problema de salud, con dolor y preocupación, por eso la buena atención es fundamental”.
Al hablar de sus expectativas en cuanto al mundo de su trabajo, Eugenia afirmó que con respecto al rubro de salud “siempre esperamos que mejore en todo sentido, desde las obras sociales que se le pueda cubrir todo lo que necesitan los pacientes porque esperamos que no sufran, por eso esperamos que no se les generen inconvenientes, desde lo humano tratamos de que puedan cubrir sus necesidades. La calidad humana es imprescindible en una institución”.
“Esperamos que en el país mejoren las cosas, que la economía se estabilice porque vemos a los jubilados que todo les cuesta, que no les alcanza para sus medicamentos, eso nos genera tristeza”, dijo.
Con sus años de experiencia, Eugenia se refirió a los jóvenes que empiezan su camino en el mundo laboral y se mostró esperanzada en que puedan tener oportunidades como la que ella tuvo. “Me gustaría que a los jóvenes le den una oportunidad de trabajo como me la dieron a mí y estoy muy agradecida a la clínica porque me permitieron crecer. Quisiera que en toda empresa se les brinde la oportunidad a los jóvenes para poder aprender cómo funciona la institución o la empresa”.
Por qué se conmemora el día
El 1º de mayo se instituyó como Día Internacional del Trabajador en conmemoración de la sangrienta represión que sufrieran los obreros de la fábrica McCormick, durante varios días de abril y mayo de 1886, en la ciudad de Chicago.
En esas épocas, la jornada del trabajador estadounidense podía extenderse hasta 18 horas. Allí en Chicago, la "Noble Order of the Knights of Labor" (Noble Orden de los Caballeros del Trabajo) agrupaba a la mayor parte de los asalariados y llevaba adelante una sostenida campaña para lograr que la jornada laboral se limitara a 8 horas. Este justo reclamo chocó con una cerrada oposición empresarial, circunstancia que impulsó a los obreros de Chicago a declarar la huelga. La protesta contó con una adhesión en todo el país de más de cinco mil trabajadores, clamor que finalmente hizo ceder al sector patronal.
Pero, los dueños de McCormick no aceptaron el cambio y ello llevó a que sus empleados exteriorizaran airadamente su descontento, concentrándose en los alrededores de la fábrica. Para frenar la situación, la empresa recurrió a la policía. El día 1º de mayo la protesta fue acallada a balazos por las fuerzas represoras, que causaron numerosos muertos y heridos. Pese a la violencia desatada contra ellos, el 2 y el 3 de mayo los obreros se reunieron en el mismo lugar y en ambas oportunidades volvieron a ser salvajemente atacados, por lo que nuevamente gran cantidad de manifestantes perdieron sus vidas o quedaron gravemente heridos.
El 4 de mayo volvieron a concentrarse y a sufrir la violencia de la caballería policial. Como aún así no cedían, los uniformados abrieron intenso fuego y abatieron a numerosos trabajadores. En medio del caos, estalló una bomba, supuestamente arrojada contra las fuerzas represoras. Este hecho, históricamente conocido como el "atentado de Haymarket", motivó el posterior enjuiciamiento de seis obreros, los "Mártires de Chicago", cuya culpabilidad jamás fue probada. Sus apellidos eran Spies, Parsons, Engel, Fischer, Fielden y Schwab; cuatro de ellos fueron condenados a muerte y los otros dos a trabajos forzados de por vida.
Grabado de los mártires de Chicago
La repercusión mundial de estos hechos provocó una oleada de indignación que obró como factor aglutinante de fuerzas dispersas que combatían por los mismos ideales que aquellos trabajadores estadounidenses. Treinta y tres años después, en 1919, la primera conferencia de la OIT, que acababa de ser constituida, proponía la adopción universal de la jornada de ocho horas y la semana de 48 horas. Tras un largo debate, la moción fue finalmente aprobada.
Tal fue el origen de la conmemoración del 1º de Mayo como Día Internacional del del Trabajador, que cada año da a los trabajadores una oportunidad para afirmar sus derechos y su mutua solidaridad.