Volvió la universidad y el aula híbrida llegó para quedarse

La universidad ha vuelto. Las aulas se llenaron y el movimiento y el bullicio en los pasillos pusieron la nota de vida universitaria ayer lunes en la Facultad Regional San Francisco de la UTN.

Ese día se llevó a cabo el acto de inicio del ciclo lectivo 2022, oportunidad en que se les dio la bienvenida a unos 500 estudiantes luego de dos años muy particulares: un 2020 signado por una enseñanza remota y un 2021 con experiencias virtuales, pero también con un regreso gradual a la presencialidad.

Mientras tanto, hacia un escenario pospandenia la casa de altos estudios enfrenta el desafío de la llamada educación híbrida que la obligó a sumar esfuerzos para incorporar más innovaciones que potencien la experiencia del alumno en clases. 

¿En qué consiste? Se trata de aulas preparadas para que los docentes puedan dar clase con un grupo de alumnos presente, mientras otros se conectan a la transmisión virtual y pueden interactuar a través de la incorporación de tecnología.

De los más de 1.300 jóvenes que comenzaron el cursado esta semana, 500 son ingresantes de este año; 330 pertenecen a las carreras de grado, ingenierías y licenciatura, mientras que 170 ingresaron en la Tecnicatura Universitaria en Programación, esta última, la más expuesta a los nuevos retos de la educación universitaria y una modalidad educativa que sigue siendo valorada por el contexto y, especialmente, por los nuevos estudiantes que se sumaron a esta propuesta de formación desde otros puntos de la región.

Con un acto la UTN San Francisco dio la bienvenida a los estudiantes.

El acto de ingreso

El acto estuvo presidido por el decano de la facultad, ingeniero Alberto Toloza; los directores de departamento, de área, representantes gremiales de los distintos claustros, autoridades del Centro Regional de Educación Superior (Cres), de la Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales (Uces), docentes, no docentes, estudiantes y público en general.

Entre quienes se dirigieron a los presentes estuvieron el secretario académico de la facultad, ingeniero, Juan Carlos Calloni, y el coordinador general del Cres, Germán Fassetta.

También hubo un momento especial en el que el sanfrancisqueño Santiago Peretti, de 23 años, quien se desempeña como periodista en redes sociales y además conduce el noticiero en Radiocanal, y la ingeniera Rebeca Yuan, graduada de la UTN local, docente investigadora de la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información, brindaron una charla en la cual reflexionaron sobre el futuro y sobre cómo enfrentar los desafíos que se vienen.

Para cerrar este acto, Toloza se dirigió a todos los presentes y destacó la responsabilidad de los jóvenes que apenas finalizada la escuela secundaria, con 17 años, debieron "salir a comerse el mundo".

"La decisión de estudiar en una universidad pública en este país parece ser muy fácil, pero a pesar de que en la universidad todos tienen la posibilidad de estudiar una carrera de grado, porque en nuestro país no tiene costo, sabemos que muchos jóvenes quedan en la antesala. Ese es el compromiso con el cual miramos la educación superior desde nuestra universidad, tratando de llegar a todos y cada uno de los jóvenes que tienen sueños y ganas de progresar", afirmó.

Y cerró: "Los invito a que sigamos ese camino, sigan el sueño de cada uno y en nosotros, en UTN San Francisco, tanto aquellos que han elegido una carrera de ingeniería como la Licenciatura en Administración Rural o la Tecnicatura en Programación van a encontrar el cobijo necesario y la sapiencia para utilizarla en la carrera que ustedes emprenden a partir de hoy. En este lugar nos encontraremos para entregar ese tan ansiado diploma cuando sean graduados de la UTN con mucho orgullo".

Programación, la carrera más elegida

Cuando la presencialidad se impone, la UTN San Francisco implementó un modelo en el que mientras algunos alumnos están en la modalidad presencial, el resto asiste a la clase de manera virtual, y para ello los ha dividido en grupos. Todo gracias a las plataformas digitales. Pero además está el desafío de la infraestructura. Esto conlleva un gasto económico que no se llega a cubrir con el presupuesto que recibe del financiamiento de las universidades nacionales.

Entre las medidas que las autoridades de la UTN tomaron para hacer frente a esta nueva modalidad de estudio y equipar un aula híbrida de los soportes tecnológicos especializados que requiere, decidió elevar la cuota cooperadora para los estudiantes de la Tecnicatura en Programación. Así, ellos abonan $2.500 por mes mientras que en el caso de las carreras de ingenierías el costo mensual es diez veces menor.  

Sin embargo, el secretario académico Juan Carlos Calloni aclaró que este pago no constituye un requisito excluyente y "en el caso de que algún estudiante no pueda abonarlo, siempre encontraremos la forma de que pueda cursar la tecnicatura, porque el objetivo será siempre lograr la equidad en las oportunidades de aprendizaje".

Quinientos jóvenes ingresantes comenzaron el ciclo lectivo 2022 en la facultad local.

Un esfuerzo de toda la familia universitaria

Combinar la presencialidad con la virtualidad en una misma cursada "es el formato hacia donde marcha la educación superior en la Argentina tras la experiencia de educación a distancia adquirida durante la pandemia", indicó Calloni y añadió que su puesta en marcha requiere de un presupuesto mayor, de allí la decisión de las autoridades de la UTN de aunar esfuerzos con los alumnos de Programación, algo que, según afirmó, ellos entendieron.

"La universidad pública no se trata de que la universidad sea gratuita, alguien la sostiene, en este caso el Estado, sino que se trata de una universidad no arancelada. Y los nuevos paradigmas que plantea la educación universitaria, como la convivencia entre la presencialidad y la virtualidad, nos obligan a equiparnos para poder dar clases híbridas", dijo Calloni aLA VOZ DE SAN JUSTO.

Data, realidad virtual, realidad aumentada, teletrabajo, coworking y un largo etcétera conforman actualmente una serie de herramientas tecnológicas que nutren de nuevas posibilidades al alumno y también al docente. "Estas tendencias y prácticas deben ser integradas de manera mucho más urgente tras la irrupción de la pandemia de Covid-19, que aceleró la transición hacia esta nueva forma de dar clases", agregó Calloni.

Si bien todas las disciplinas y profesiones se ven en la actualidad sacudidas por el desarrollo de las nuevas tecnologías, es en el corazón mismo de las carreras universitarias informáticas donde más urge la trasformación. "En el caso de nuestra facultad, las inscripciones para la Tecnicatura en Programación superaron cualquier expectativa. Para 2022 tuvimos más de 250 inscriptos y de esos unos 200 comenzaron el cursado. Esto habla por sí solo de porqué la programación está muy bien posicionada y es el trabajo del futuro; una carrera que tiene más demanda que otras también vinculadas a la informática".

La UTN San Francisco les otorga a las herramientas digitales el lugar privilegiado que exige una formación académica ajustada a estos tiempos. "Tuvimos que organizar el cursado de Programación en comisiones de alumnos debido a que no contamos con el espacio físico suficiente para que todos cursen en una misma aula de manera presencial, pero a través del formato híbrido logramos sí que todos cursen al mismo tiempo", explicó Calloni.    

En tanto, aseguró que la decisión va más allá del recurso edilicio, sino que además se busca adaptar el programa académico con una mirada atenta a las nuevas demandas del mercado laboral.

"Ver nuevamente los pasillos y las aulas llenas de jóvenes fue muy emocionante. Algo que esperábamos mucho. Siempre cada inicio de ciclo lectivo se vive distintos, pero el de 2022 fue muy especial", manifestó Calloni y resaltó que el regreso a las aulas se realiza con todas las medidas sanitarias como lo el uso de tapaboca, lavado constante de manos, utilización de alcohol en gel o desinfectante y espacios seguros y ventilados.