En La Francia, alumnos rurales producen alimentos saludables para llevar a la mesa familiar
Con su huerta ecológica, la escuela rural Capitán Gabriel del Valle, genera alimentos para consumo propio, en el comedor Paicor y en los hogares de los niños. El proyecto fue distinguido por el Congreso de la Nación. Planean a futuro vender su producción en el pueblo.
Desde marzo del año pasado funciona en el centro educativo Capitán Gabriel del Valle (kilómetro 581) la huerta ecológica, un proyecto que busca integrar a toda la comunidad educativa y todas las áreas de aprendizaje.
Esto le permite a los alumnos llevar a la mesa de su casa verduras sin agregado de agroquímicos, las cuales también pueden consumir en el comedor Paicor que funciona en el establecimiento educativo.
Si bien hoy se limita al consumo propio, las autoridades no descartan que a futuro se convierta en un ingreso para la escuela.
Esta iniciativa fue premiada entre otras tantas del país por el Congreso de la Nación. Fue mediante la distinción "Gobernador Enrique Tomás Cresto", se reconoce a personalidades de distintos ámbitos, representantes de los gobiernos locales, legisladoras/es, empresarias/os y profesionales, por su aporte a la integración en América Latina.
Se trata de la única escuela rural de San Justo propuesta para esta distinción, que alcanza a su intendenta María Fernanda Grimaldi por el apoyo del municipio. En lo que hace al ámbito urbano, una escuela de Tránsito obtuvo el mismo galardón con un proyecto similar.
Los alumnos junto a su primera cosecha de habas
Un proyecto ecológico
"El proyecto se gestó en marzo del año pasado desde el centro educativo pero contamos con el apoyo del municipio, el Inta San Francisco y la Secretaria de Medioambiente", expresó a LA VOZ DE SAN JUSTO la directora de la institución, Maria Gabriela Müller.
En este sentido manifestó que se trata de una huerta ecológica porque "se imita los procesos de la naturaleza, no se utilizan agroquímicos sino remedios caseros que se fabrican en la escuela, y además es económica siendo que las semillas las aporta el Inta", puntualizó.
Müller destacó que "esto permite que los chicos puedan cosechar lo que ellos mismos sembraron". Entre ellos vegetales como lechuga, achicoria, zanahoria, calabacín y habas.
De la huerta, a la mesa
Por otro lado la directora destacó que la iniciativa integra a toda la comunidad educativa siendo que durante el verano también se cuida la huerta. "Los docentes y los padres de los niños se acercan para seguirla durante el receso vacacional", añadió.
Con respecto al destino de la producción, Müller precisó que "los chicos se llevan los alimentos a su casa o bien se comen en el Paicor que tenemos en la escuela".
No obstante admitió que "a futuro podría venderse y sería un ingreso interesante para este centro educativo".