Un síntoma auspicioso en el campo
Según el Indec, la venta de maquinaria agrícola aumentó 91,4% respecto al primer semestre del 2016. Nuestra editorial de hoy
La venta de maquinaria agrícola aumentó 91,4%
respecto al primer semestre de 2016, según el Indec. Por otra parte, la
producción de maquinaria también creció un 38,9% en los primeros ocho meses del
año (se fabricaron 5.765 equipos), respecto a igual período del año pasado, de
acuerdo a un informe de la consultora de Investigaciones Económicas Sectoriales
(IES).
Estos dos indicadores son síntomas auspiciosos de
que existe recuperación en sectores clave de la economía nacional,
especialmente en los vinculados con la producción agropecuaria. Porque no solo
se trata de importantes firmas que fabrican cosechadoras o tractores, sino
también de la consolidación de numerosas pymes del sector que son proveedoras
de aquellas. Además, según la visión empresarial, el crecimiento podría ser aún
mayor en el año próximo.
El diario El Cronista Comercial publicó hace
pocos días que "en facturación, los implementos y las cosechadoras presentaron
variaciones de 95,4% y 94%, respectivamente. En tanto, los tractores
registraron una suba de 91,7% y las sembradoras, de 74,9%, respecto al primer
semestre de 2016, detalla el Indec. En unidades, en cambio, de enero a agosto,
las ventas de tractores alcanzaron las 6569 y las de cosechadoras 1220, es
decir, se registró un crecimiento del 67,3% y del 96,9%, respectivamente,
contra el mismo período de 2016".
Los porcentajes son muy importantes y hablan con
claridad de que tiene éxito el impulso a la producción agrícola intentado con
la baja de retenciones a las exportaciones de granos, la unificación cambiaria
y la eliminación de trabas burocráticas en el comercio tanto interno como
externo. Asimismo, se destaca la ampliación de líneas de financiamiento de los
bancos, que ofrecen tasas y plazos hasta hace poco tiempo impensables, como
consecuencia de una política económica restrictiva, cerrada y apegada a
ideologismos obsoletos. A ello se añade el alza en los precios de los servicios
de contratistas, que conduce a los productores a comprar su propia maquinaria
agrícola.
Por cierto, todavía perduran situaciones
complicadas. Un ejemplo de ello es el de Vasalli, ubicada en Firmat, donde
recrudeció un conflicto laboral de importancia en virtud de los problemas que
tiene esta fábrica para mantener su producción. Cabe recordar que la firma
había recibido un salvataje del gobierno nacional el año pasado, pero al
parecer la realidad no se modificó y los problemas persisten.
No obstante, en general puede observarse una recuperación importante en un rubro central para la producción del campo argentino como lo es el de la maquinaria agrícola. El sector rural puede así consolidar su perfil de verdadero motor de la economía nacional.