Un enorme problema de salud pública
Para la Organización Mundial de la Salud, la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. La epidemia no sabe de regiones en el planeta y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calculaba que en 2010 hay 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo.
Para la Organización Mundial de la Salud, la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. La epidemia no sabe de regiones en el planeta y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calculaba que en 2010 hay 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo.
Los malos hábitos en la alimentación y el sedentarismo extremo que imponen los nuevos modos de vida hacen de esta contingencia una dificultad sanitaria de proporciones. Y las consecuencias son nefastas, tanto en materia de salud personal como en lo referido a las repercusiones sociales.
Por ejemplo, siempre según la OMS, los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.
En este marco, y atendiendo a que en la Argentina el tema es también afligente, recientes declaraciones del presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría son una clara manifestación de la seriedad del asunto. El doctor Jorge Cabana dijo, en una entrevista periodística, que tres de cada 10 chicos menores de 5 años tienen sobrepeso en el país. Esta situación ha determinado que la obesidad infantil sea la mayor preocupación para la citada entidad médica.
La epidemia, por diferentes razones atraviesa todas las clases sociales, "pero es mayor en las clases más vulnerables porque el consumo de bebidas azucaradas, golosinas e hidratos de carbono es mayor en estos grupos. A su vez, hay una baja en el consumo de carne y leche, pero también hay poco consumo de verduras, todo en favor de una mayor ingesta de hidratos de carbono que tienen otro grado de satisfacción, y que son más atractivos porque hay toda una publicidad al servicio de eso", afirmó el titular de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Si esto no cambia, el futuro no es promisorio para quienes hoy tienen sobrepeso siendo menores de edad. En países como Estados Unidos se estima que muchos de ellos formarán parte de la generación que fallecerá antes que sus padres, debido a los trastornos de salud que trae el sobrepeso excesivo. Esto significa que la obesidad infantil es un elemento clave en la reducción de la expectativa de vida en muchos países.
Por ello, frenar la epidemia de este mal requiere de un compromiso definitivo de las organizaciones vinculadas con la salud y los gobiernos. Se hace necesaria una renovación cultural, al menos en los hábitos alimenticios. La estrategia de la Organización Mundial de la Salud esmovilizar a todos los involucrarlos en la aplicación de la Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud. En el país, con urgencia deberían ponerse en marcha campañas agresivas de comunicación para estimular la lactancia materna (está comprobado que hay menor incidencia de la obesidad en los niños que son amamantados) y también en el fomento de la alimentación sana estableciendo, por ejemplo, la obligación de los kioscos saludables en las escuelas.
Por cierto, el problema no se revertirá de un día para el otro. Es un proceso de cambio cultural en la alimentación y el modo de vida. Pero es imprescindible comenzar para que este enorme problema de salud pública inicie el camino hacia su eliminación.