“Si separamos a la nena de su mamá es como volver a castigarla”
Rodolfo Baqué es el abogado que representa a M. la nena de 7 años que esta semana fue noticia por su desaparición y posterior hallazgo con vida. Exhortó a hacer un ejercicio para sacar del anonimato a todos los niños que viven en situación de calle.
El abogado Rodolfo Baqué consideró que sería como "volver a castigarla" a la nena de 7 años que esta semana captó la atención de los medios por su desaparición y posterior hallazgo con vida si la Justicia decide separarla de su madre. El representante de la mamá de M. abordó la causa desde un enfoque social y pidió que los argentinos comencemos a visibilizar y sacar del anonimato a todos los niños que viven en situación de calle sin amparo del Estado.
Baqué, que días atrás cobró relevancia nacional por su papel en la investigación por la muerte de Diego Maradona, contó en una entrevista concedida a AM 1050 Radio San Francisco que fue convocado para representar a la mamá de la niña precisamente para darle "visibilidad" al caso en momentos donde todavía la menor era intensamente buscada.
M. desapareció el lunes 15 en la ciudad de Buenos Aires luego de marcharse con un hombre que hoy está detenido supuestamente para ir a buscar una bicicleta que éste le había conseguido. Cuando pasaron las horas y la niña no regresaba, su madre realizó la denuncia y se desplegó un amplio operativo de búsqueda mientras la noticia acaparaba todos los medios.
Finalmente, un llamado al 911 alertó a la Policía Bonaerense y la niña fue encontrada junto al adulto que se la llevó, Carlos Savanz, de 39 años.
Baqué participó del operativo de búsqueda y acompañó a la mamá en el encuentro. Contó que tras el hallazgo "la niña pasó la noche en el Hospital Garrahan. Madre e hija estuvieron en la misma habitación, en un lugar calentito después de mucho tiempo. Le realizaron análisis de sangre y diversos estudios, también test de covid. Le van a hacer la declaración testimonial de la nena mediante Cámara Gesell.
Sobre este procedimiento mediante el cual se busca obtener información de menores que podrían haber sido víctimas de delitos, Baqué comentó que "es una habitación que tiene cámaras para filmar. Ahí se recrean juegos y los menores van contando la situación que vivieron. Agarran muñecos, los hacen dibujar. Esto se hace para que no sientan que están declarando frente a juez".
Proteger pero no olvidar
Luego de la feliz aparición de la niña, los especialistas pidieron a los medios que eviten divulgar su foto y difundir su nombre, para proteger su privacidad. En ese sentido, el abogado expresó que "ahora tenemos que tratar que la joven permanezca en el anonimato que tendría que tener cualquier menor de edad. Mientras era invisible la volvimos visible y ahora que es visible hay que tratar de volverla a hacer invisible, pero no marginal".
Con respecto a qué pasará de ahora en adelante con la niña, ya que su madre tendría problemas de adicción a las drogas, Baqué aseguró que no está resuelto ese tema y pidió no castigar a la niña. "Eso todavía no se resolvió, pero es un tema interesantísimo. Creemos que a la menor sacarle su madre es volverla a castigar. Y si la mamá no está en condiciones de poder afrontar la crianza sola, tendrá que recurrir al auxilio de la familia. Sería bueno que la madre pueda estar con su hija y alguien de la familia para darle contención. A su vez, iniciar un tratamiento respecto a la adicción que tenga".
El letrado explicó que la causa está caratulada como sustracción de persona, en este caso menor de edad. Ese agravante eleva la posible pena de 10 a 25 años. Si las pericias arrojan que hubo un abuso sexual, será también agravado.
Baqué aclaró que tanto la retención como el ocultamiento de la nena son tenidos en cuenta dentro de la imputación: "Está todo dentro del mismo accionar. Hay que dejar algo claro: este es un psicópata de manual, de libro, que fue preparando el camino. La madre no la entregó. Él se fue acercando con buenos modales y educación: 'Doñita tomamos unos mates, doñita le empujo el carro, doñita mire lo que encontré se lo doy'".
Sobre ello profundizó: "Compartían el cirujeo y mientras iba preparando el camino para un día decirle que había conseguido una bicicleta mejor cirujeando. Le dijo 'voy y vengo' y desapareció con la menor. Que quede claro que la madre fue engañada como cuando uno cae bajo la premeditación de un psicópata más allá de la vulnerabilidad que uno pueda tener. El otro está preparando una serie de estrategias que obviamente la madre no vio venir".
El representante de la familia de la niña confirmó que Savanz, al ser detenido cuando trasladaba a la niña en bicicleta ocultada por una caja de cartón, se mostró sorprendido porque no tenía conocimiento de la búsqueda.
"Supuestamente, como es un marginal, un fantasma, él sabía que se había llevado una nena pero no la repercusión que había tomado. Porque así como no se lo podía ubicar rápidamente por la falta de contactos, de no tener teléfono, de no tener redes sociales ni gente con quien hablar, no se podía hacer una geolocalización, por eso se demoró en encontrarlo. De la misma manera, al ser un marginal y estar ausente de contactos tecnológicos tampoco sabía el despliegue que había buscándolo", comentó.
Un enfoque social
El abogado, en lugar de hacer hincapié en la pena que le cabría al presunto secuestrador, prefirió subrayar la necesidad de comenzar a visibilizar casos como los de M. ya que hay cientos y cientos menores de edad viviendo en situación de calle en condiciones lamentables: sin DNI, acceso a educación o salud y luchando día a día para conseguir un plato de comida.
"Es la Argentina que duele. Claro que hay culpa del Estado, hay ausencia del Estado. Pero también nosotros: ¿cuántas veces vemos a una menor en una situación similar y lo invisibilizamos. Como decía la Madre Teresa de Calcuta 'hay que dar hasta que duela'. Cada uno de nosotros tenemos que detectar otras M. dando vuelta", expresó Baqué.
Sobre ello insistió: "Obvio que es responsabilidad absoluta del Estado. Pero cada uno de nosotros también debería hacer un poco más. Y comenzar con esta práctica: cuando vemos un menor, más allá de si nos pide una moneda o no, preguntarle '¿cómo te llamás?, ¿quién sos?, ¿dónde estás viviendo?' Empecemos por eso, por unas pequeñas preguntas. Así detectamos otras M. que hay en las calles a tiempo y llevarla al amparo del Estado".
Finalmente reflexionó: "la menor no tiene ni documento. La madre, en dichos de la abuela, hasta que cayó en las garras del paco era una madraza. Cuando cayó en ese flagelo se convirtió en un zombie y así y todo ella iba para todos lados con su hija. No es que la abandonó o se la dio a un tercero para que la tenga. Dentro de todo el drama de la droga y de la psquis había una madre: ese instinto maternal que tiene las mujeres estaba presente. Ojalá que se pueda recuperar de una adicción tan fuerte y tan fea. Va a ser un largo camino y duro. Hay que ayudar hasta donde se pueda".