Pérdidas en los tambos, también un tema de salud pública
Hace pocos días, en esta columna, se reflexionó sobre la hora dramática que están viviendo numerosos productores agropecuarios de la región -tanto en Córdoba como en Santa Fe- por las inundaciones de los campos. Y se reclamaron respuestas urgentes por parte de los organismos del Estado, en virtud de que el campo "ya no soporta más" vivir semejante catastrófica situación.
En esa anterior columna editorial se ponía énfasis en las pérdidas de la producción agrícola y en la situación de los tambos, visiblemente afectados por la persistencia de las lluvias y la falta de obras de canalización para que el agua escurra de la mejor manera.
Ahora, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la provincia le puso números al panorama triste que se evidencia en el campo regional. De acuerdo a declaraciones de la Directora de Producción de esa cartera, hay 600 tambos en la zona que producen un promedio de 2.300 litros por día, configurándose un volumen total diario de 1,38 millones de litros. Pero el agua acumulada en los campos, además de generar una situación sanitaria endeble para los rodeos lecheros, es la causante principal de la caída de más del 20% de aquella producción. Si a esto se agrega que en Santa Fe el panorama es todavía más grave, la cuestión se complejiza mucho más. En el departamento Castellanos, contiguo a San Justo, se verifica una pérdida de más de 1,5 millones de litros por día. La lechería además padece el deterioro profundo de las redes secundaria y terciaria de caminos rurales, lo que impide en muchos casos la salida de la producción.
Las declaraciones periodísticas en medios de la región por parte de los productores lecheros son elocuentes muestras de la preocupación que existe y del reclamo insistente para que los organismos del Estado adopten urgentes medidas que permitan procedimientos de emergencia para que el agua escurra más rápido y medidas para alimentar a los rodeos hoy amenazados por la falta de pasturas.
La magnitud de la crisis de los tambos regionales alcanza niveles de comprensión críticos cuando se determina que los números de las pérdidas constituyen la mitad de la cantidad de leche que consumen en la Argentina los niños menores de 14 años. Conocidos son los beneficios que el consumo de leche tiene para el crecimiento y desarrollo en algunas etapas clave de la vida, especialmente en la niñez y adolescencia. Esto significa que no sólo se trata de un asunto climático con consecuencias económicas que determinan pérdidas millonarias. Llega a configurarse una problemática vinculada con la salud pública y con el riesgo que la falta de leche tiene para la alimentación de millones de niños en el país.