Milagros Carballo: “Con mi hija empiezo a escribir otro capítulo en mi vida”
Hace dos meses, Milagros Carballo se convirtió en madre de Evangelina y su vida cambió por completo. Sus heridas sanaron, el dolor también y eligió a Voz Mujer para cerrar el capítulo oscuro del abuso que vivió de niña para abrir uno nuevo, el del amor maternal.
Desde hace dos meses, la vida de Milagros Mercedes Carballo (24) cambió por completo. El 31 de diciembre, a las 11.15 de la mañana, ya despidiendo el 2019, llegaba Evangelina Sosa, su primera hija, fruto de su relación con Fernando, su pareja desde hace 6 años.
La bebé llegó a su vida para cambiarla por completo. Con este nacimiento, Mili tomó la decisión de sanar las heridas que le causó el abuso sexual que sufrió durante su infancia y adolescenciapor parte de su padre Carlos Taborda, quien fue condenado a 16 años de prisión.
Con Evangelina en sus brazos, Mili eligió aVoz Mujer para contar cómo es hoy su vida cuidándola y criándola para que en el futuro sea una mujer feliz e independiente, como Milagros siempre soñó ser.
- Tenés una sonrisa enorme...
El amor de un hijo te desborda. Es inexplicable. Y si es compartido con su papá, mucho mejor.
- Evangelina nació el 31 de diciembre pasado... para comenzar un año nuevo diferente.
Evangelina nació el 31, pero tenía fecha para el 28. Ya estaba en 40 semanas y media, me hacía ecografía cada cuatro días. En la última que me hice, el lunes anterior a que nazca, identificaron que no tenía más líquido amniótico por lo que la doctora decidió que el martes me haría la cesárea. La gordita nació pasadas las 11 de la mañana con 3,600 kilos.
- ¿Cuál fue la sensación cuando la tuviste por primera vez en tus brazos?
Fue increíble. El mejor y mayor regalo que me dio la vida fue escucharla llorar y luego tenerla en mis brazos. No puedo explicar con palabras todo lo que sentí, pero fue un momento único. Luego, cuando me llevaron a la habitación y la prendieron a mi pecho para que la amamantara y comenzó a comer. Eso es imborrable.
- ¿Vinieron recuerdos del pasado?
La noche anterior al parto, ya sabiendo que iba a nacer en la mañana siguiente, me puse a pintar mandalas; lo mismo que hacía cuando estaba atravesando el juicio contra mi abusador. Hacer eso es una forma de desconectarme.
Al dorso del mandala escribí: "Mañana nace Evangelina. Es el mejor día de mi vida, el que tanto esperé". Los mandalas son muy significativos para mí. El que pinté para Evangelina estaba lleno de color, de vida, de emociones; usé los tonos que venían a mi mente. Cuando la vi terminada, veía en el papel lo que sentía, que era alegría, emoción, felicidad.
- ¿Y durante el juicio a tu abusador pintar fueron liberador?
El día de mi declaración fue el más importante de todo el juicio. Recuerdo que uno de los mandalas que pinté tenía color negro en el centro pero los pétalos, hacia fuera, fueron tomando diferentes colores. Ese mandala reflejaba lo movilizada que estaba por decir todo lo que me había pasado pero los colores mostraban que el futuro iba a ser diferente, que había una salida y llegó Evangelina.
- Una niña...
Hasta el quinto mes de embarazo iba a ser varón. Se iba a llamar Agustino y hasta ropita le habíamos comprado. Cuando nos enteramos que en realidad era una nena, me chocó un poco porque si bien hay que tener cuidado con los varones porque a ellos también le pasan las mismas cosas, al ser "ella" el peso y la responsabilidad era mayor, pero Fer me dijo que si era así, es porque el universo o Dios tenían una lección para darme; era algo que tenía que aceptar.
- ¿Por qué eligieron el nombre Evangelina?
Fue muy loco lo que pasó porque lo pensamos, Fernando desde el trabajo y yo en casa, el mismo día. Googleé lo que significaba y fue una sorpresa. Su nombre significa buena nueva, la nueva vida. Eso es ella.
Lo más increíble es que el mismo día que elegimos ese nombre, le preguntamos a mi hermano qué nombre le pondría a la bebé y dijo Evangelina. Era una señal porque es muy significativo el nombre de una persona en su vida.
- ¿Querías convertirte en madre?
Evangelina fue muy buscada con mi pareja Fernando, pero la condición para ser mamá era que primero tenía que sanar todo el dolor que sufrí.
- ¿Por qué?
Tenía que sanar mi vida, mi historia porque no quería traer un hijo al mundo y no criarlo como se merece. Quería hacerlo sin las cargas emocionales, culpas o traumas.
- ¿Cómo es la vida como mamá?
Es hermosa. Con Fernando tenemos tareas divididas aunque yo estoy de licencia aún. El suele bañarla o cambiarla cuando yo no estoy o si no lo hago yo, ¡es un padrazo!.
- Cuando hablás de cómo es Fernando con tu hija, ¿pensás cómo fue tu papá con vos?
Gracias a Dios no tengo problemas con eso. El año pasado me dieron el alta psicológica. La licenciada quería que esté bien para poder llevar de la manera más normal la crianza de mi hija, es decir, reconocerla como parte de mi vida, cuidarla y permitir el acercamiento de su papá hacia ella. Hoy tengo todas las herramientas necesarias para ser mamá.
- ¿Fue difícil poder tener una vida íntima con un hombre después de todo lo que sufriste?
El único momento en que me sentí condicionada para sobrellevar la intimidad con mi pareja fue durante el juicio, cuando tenía todas las emociones a flor de piel. De lo contrario, no; porque siempre fue un compañero que me cuidó. Fernando siempre supo mi historia, me acompañó y me aceptó. Estuvo a mi lado durante la cesárea, me miraba y me decía: "te amo". La misma situación se repitió en la habitación cuando estábamos los tres solos. Fer hizo posible que pueda sobrellevar cada situación.
El futuro
-¿Qué opinás sobre la legalización del aborto?
Estoy a favor de la legalización pero primero es necesario cumplimentar con la Educación Sexual Integral (ESI) en todas las escuelas y que el niño sepa de muy pequeño reconocer su cuerpo, ya que el 95 por ciento de los abusos son intrafamiliares.
- ¿Tenés miedo de cometer algún error en su crianza?
Miedos no tengo. Me siento segura con ella. Creo que tengo la capacidad de reconocer cómo son las personas y saber con quién se tiene que relacionar. Por suerte, mi hija está resguardada. Cuando empiece el jardín o la escuela, será todo un desafío cómo se enfrente al mundo. Quiero que crezca en un mundo sano.
- ¿Qué le dirías cuando crezca?
Le explicaría las cosas que mi mamá en su momento no supo cómo o no pudo. Le hablaría sobre el cuidado del cuerpo y que nadie tiene derecho a tocarlo, que hay secretos que se tienen que contar y es más, si hay alguien a quien no quiera saludar, que no lo haga, siempre con respeto. Quiero que sea una mujer segura, independiente, con carácter.
- ¿Le vas a contar a ella todo lo que te pasó?
Es un tema que charlamos muchas veces con Fernando. Decidimos que cuando ella comience a indagar sobre su abuelo materno con quien no tengo ningún tipo de relación, porque mi familia hoy son mi madre y mi hermano, le vamos a contar la verdad sin esconderle nada. El motivo de esta entrevista es que ella se encuentre con la historia de su mamá, mostrarle todo lo que ocurrió; que en dos meses, desde que nació, su mamá cerró un capítulo en su vida y empezó a escribir otro con ella y su papá.
- ¿No tenés miedo que te juzgue?
Para nada. Lo volvería a hacer y si a ella le pasara algo, quisiera que me lo diga y lo grite a los cuatro vientos como lo hice yo.
El caso de Mili
El 12 de abril de 2016, Milagros denunció a su progenitor, Carlos Taborda (84), tras varios años de abusos sexuales reiterados que comenzaron cuando ella tenía 4.
El 26 de ese mismo mes, la joven decidió hacer público el maltrato y el abuso infantil intrafamiliar a través de la red social Facebook .
Días después Taborda fue detenido y le concedieron la prisión domiciliaria.
La causa fue elevada a la Cámara del Crimen y el juicio tuvo como resultado la condena de Taborda a 16 años de prisión, el 24 de abril de 2017.