Mar Chiquita hacia la declaración de Parque Nacional
El recuente convenio entre Córdoba y la Nación es un primer paso auspicioso para que la laguna de Mar Chiquita sea considerada como un espacio fundamental para la conservación del ambiente.
El gobierno de la provincia firmó con el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación un convenio por el cual se declara la voluntad de avanzar en la creación de dos parques nacionales nuevos en territorio cordobés. Uno de ellos, se ubica en Traslasierra. El otro, mucho más cerca: en la laguna de Mar Chiquita y los bañados del Río Dulce.
Este último sitio, ya es reserva internacional de fauna y de ser declarada Parque Nacional, gozaría de numerosas ventajas que permitirán, sin dudas, beneficios muy palpables para la preservación de un ecosistema único, así como para la realización de numerosas actividades culturales y educativas que redundarán en beneficio de la población de toda la región.
Como en muchos otros parques nacionales del país, la tarea de conservación del hábitat y del paisaje es ardua. Porque en un sitio de éstos se debe encontrar la naturaleza en su estado óptimo. Esto significa que el suelo, la vegetación, el agua, el aire, la fauna y demás organismos vivos cohabiten dentro de los parámetros fijados por la naturaleza, sin mayor intervención del hombre.
En este punto, la laguna de Mar Chiquita es una referencia ineludible. Cuenta con una fauna exuberante entre las que se destaca el flamenco entre más de 400 especies de aves y un millón de hectáreas de riqueza natural impresionante. Desde 2002 es sitio Ramsar, convención multilateral que se encarga de proteger los humedales de mayor importancia internacional. Además, la categoría de reserva provincial fue conferida en el año 1991 y desde esa época el estado provincial ha mostrado su presencia a través de destacamentos locales de guardaparques en las localidades de Miramar, La Rinconada y Altos de Chipión.
Desde hace décadas la provincia y los municipios de la región efectuando acciones concretas que permiten la conservación del ecosistema y del paisaje del Mar de Ansenuza. Los beneficios de este trabajo son evidentes y tendrían un colofón excepcional si la reserva se convierte en Parque Nacional en un futuro no muy lejano.
El convenio suscripto entre Córdoba y la Nación es un primer paso auspicioso para que, definitivamente, la laguna de Mar Chiquita sea considerada como un espacio fundamental para la conservación del ambiente. Y también para que sea considerada en todo el país como un punto de referencia de los sitios con excepcionales atractivos naturales en la Argentina.