"Los recitales de Luciano Pereyra o Abel Pintos ya no son folclóricos"
Antes de su arribo a San Francisco con Los Nombradores del Alba, el artista aseguró que si bien son "los herederos de los grandes" y siempre buscan que sus canciones mantengan el sello "nombrador", escriben su propia historia apostando al folclore.
Facundo Toro, hijo de uno de los más populares y reconocidos cantautores del folklore argentino, Daniel Toro, "el nombrador", llegar a nuestra ciudad con el trío que integra, Los Nombradores del Alba, para ser el número central de la primera noche del Festival del Humor, la Buena Mesa y la Canción, el próximo 14 de febrero.
Si bien tuvo experiencias en otros géneros musicales, Facundo apuesta al folclore tradicional junto a Nacho Prado y Daniel Campos, a quienes considera sus "hermanos", despegándose de lo que hacen hoy otros artistas que alcanzaron popularidad y fama.
Llevan diez años en los escenarios, son herederos de la historia musical que marcó el género folclórico en nuestro país. Tutú Campos, padre de Daniel, fue integrante de los históricos "Cantores del Alba".
En 2010 lanzaron un primer volumen de canciones que logró estar entre los discos más vendidos de aquel año.
- ¿Qué significa estar en San Francisco con Los Nombradores del Alba?
Volver a esta ciudad siempre es muy especial para mí. En este caso, regreso con una propuesta muy tradicional y folclórica que es un homenaje a Daniel, mi padre y a Tutú, el papá de Daniel Campos.
- ¿Qué canciones no pueden faltar en su show?
Siempre hay canciones bonitas que de alguna manera hace que aquellas parejas que sienten eso tan lindo que es el amor se sienten identificadas con las letras, especialmente por sus historias personales. En el género del folclore hay muchas canciones que le cantan al amor, dicen mucho y se interpretan desde el alma.
- Cumplieron 10 años como grupo, ¿cómo ha sido este camino recorrido?
Es un orgullo ser hijo de grandes que hicieron historia en la música folclórica. Es continuar el legado y 10 años más de lo que dejaron nuestros padres. Estoy seguro que se van a multiplicar por más.
- En noviembre, en la ciudad de Córdoba celebraron su primera década de traje. Unos gauchos muy especiales...
Tenemos algo de gaucho, pero eso lo llevamos dentro de nosotros. El festejo fue de etiqueta, una fiesta. Nunca lo exteriorizamos a través de trajes típicos pero sí, tal vez, con nuestra forma de cantar e interpretar algunas canciones. Como Facundo o ellos como Nacho y Daniel, somos muy contemporáneos, nos vestimos como la gente de nuestra edad. Los tres comenzamos con la música hace 25 años y seguimos la misma línea aunque reconozco que en los comienzos usamos alguna que otra ropa extraña, cuando valía todo (risas).
- ¿Sienten que tienen la responsabilidad de continuar con la historia de la música popular?
Tenemos que continuar con la música que sentimos y llevamos dentro, escribiendo nuestra propia historia y no la de los demás. Si nuestro camino suma a la historia popular, lo decidirá la gente y lo bueno es que ya nos incorporaron en el cancionero. Lo importante es lo que uno hace en el escenario como artista y como persona.
Facundo Toro (central) junto a Nacho Prado y Daniel Campos se presentarán en la primera noche del festival de nuestra ciudad.
- En cada canción que interpretan se divierten y un ejemplo es "Llegó borracho el borracho". ¿Se dan el permiso de salir de los cánones?
Con el grupo nos divertimos desde el momento que salimos de casa, hacemos lo que nos gusta y podemos vivir de ello. Sobre el escenario, cantamos lo que sentimos, no nos encasillamos en un estilo sino que hacemos lo que nos gusta. Es difícil de explicarlo, pero la gente lo entiende a través de las canciones. La canción del borracho, por ejemplo, es para disfrutarla de otra manera diferente que otra que cantemos. Cada una se vive a su manera.
- Abel Pintos y Luciano Pereyra se muestran más orientados a lo melódico y al pop, por citar dos ejemplos. Este año, el Festival de Cosquín convocó a un artista de otro "palo", Fito Páez. ¿Hay riesgo de que el folclore tradicional desaparezca?
Nunca va a desaparecer mientras exista gente que la siga interpretando como es el caso del Chaqueño Palavecino, Los 4 de Córdoba o nosotros. Hay muchos grupos que siguen haciendo folclore tradicional y no influye en nada que Abel Pintos o Luciano Pereyra hagan reggaetón o pop, porque es música aislada del folclore. Sus recitales ya no son folclóricos; es otra cosa. Yo mismo grabé otros estilos y me gustan otros géneros. Ellos prefirieron ese camino, les gustó por completo otro género musical y les fue muy bien porque hay un público que le gusta . Igual, sería raro escuchar a los Manseros Santiagueños cantando reggaetón.
- Muchos grupos se han disuelto en el camino como por ejemplo Los Huayra. ¿Cuál es el secreto de ustedes para mantenerse en el tiempo?
Muchas veces cuando se va un artista de una formación pareciera que se acabara la vida de un grupo, pero muchas veces eso ocurre por el fanatismo. Hoy Los Huayra se llaman Ahyre y aunque se fue un artista (Juan Fuentes), el deseo es que les vaya bien a las dos partes. Nosotros seguimos porque nos divertimos juntos.
"Tenemos que continuar con la música que sentimos y llevamos dentro, escribiendo nuestra propia historia y no la de los demás"
- ¿A qué le cantan Los Nombradores del Alba?
Le contamos lo que fueron nuestros padres, en especial a las nuevas generaciones. Escuchar a los niños cantando "Zamba para olvidar" de mi padre Daniel, es muy emocionante. Nos tomamos este permiso porque somos los herederos de los grandes. De igual modo, pronto tendremos nuestras propias canciones pero manteniendo nuestro sonido "nombrador".
- Sobre qué escenarios se sienten mejor, ¿peñas, festivales o teatro?
Los escenarios son una consecuencia de lo que importa que es la música y la gente que está ahí. Cómodos nos sentimos siempre porque somos felices con lo que hacemos.
- Hay dos Facundos... ¿uno solista y uno en grupo?
Sobre la personalidad, soy un solo Facundo Toro, pero la forma de cantar cambia con Los Nombradores. En lo musical, sí revelo dos pero siempre soy el mismo.