"Lo que le falta al país es la búsqueda de consensos para salir adelante"
Así lo señaló el dirigente radical Carlos Becerra, quien ayer participó del acto realizado por el Comité de Circuito de la UCR, recordando los 35 años de la elección de Raúl Alfonsín como nuevo presidente de la Nación.
El Comité de Circuito de la UCR llevó a
cabo ayer en su sede partidaria un acto con el que recordó los 35 años de la
elección de Raúl Alfonsín como nuevo presidente de la Nación, dejando atrás de
esta manera siete años de dictadura cívico-militar y cerrando así una de las etapas
más oscuras y sangrientas de la historia del país.
Participaron dirigentes radicales como Jorge Sappia, actual presidente de la Convención Nacional de la UCR y exsecretario de Trabajo de la Nación, y Carlos Becerra, exministro del Interior y exsecretario de Inteligencia en nuestro país. También hubo dirigentes locales y de la región.
En una entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, los referentes radicales expresaron sus posturas acerca del rol de la UCR dentro de la alianza Cambiemos, de la actualidad económica del país y trazaron diferencias con el Gobierno nacional.
Sappia, quien fue secretario de Trabajo de la Nación entre 1999 y 2001 y ministro de Trabajo de la provincia de Córdoba entre 1985 y 1995, manifestó que "Cambiemos fue una coalición meramente electoral, exitosa pero meramente electoral", al tiempo que agregó que para que el radicalismo pueda "seguir en Cambiemos hace falta un acuerdo programático y cumplirlo, si no es así diremos hasta aquí llegamos", en alusión a las elecciones que se avizoran en 2019.
Por su parte, Becerra, que fue Secretario General de la Presidencia de la Nación durante el gobierno de Alfonsín y de De la Rúa, además de Secretario de Inteligencia entre 2000 y 2001 y diputado en dos períodos (1983-1986 y 1991-1995), expresó: "En este momento de dificultad, lo que le falta al país es la búsqueda de consensos para salir adelante".
-¿Qué autocrítica realiza hacia dentro del radicalismo frente a la situación actual del partido y del mismo dentro de la alianza con Cambiemos?
Jorge Sappia (J.S.): el día que asumí como presidente de la Convención de la UCR, en abril del año pasado, dije que el radicalismo no tenía ni la participación ni el protagonismo que correspondía a un socio de una coalición. Lo dije y lo sigo sosteniendo, la coalición fue meramente electoral, exitosa pero meramente electoral. No hubo, y esto es una responsabilidad de quienes conducían el partido en ese momento, un acuerdo programático que determinara qué hacer y cómo hacerlo, simplemente fuimos a ganar las elecciones. No hubo cogobierno entre los socios de la coalición y el PRO se propuso hacer una fusión por absorción del radicalismo. Yo no critico que el PRO haya hecho esta auto proposición hegemónica dentro de Cambiemos, lo grave es que los dirigentes radicales del Comité Nacional permitieron que esto ocurriera y sigue ocurriendo. Creo que faltó el acuerdo programático, faltó capacidad autocrítica del radicalismo hacia dentro y hacia el gobierno, no fuimos parte de la toma de decisiones porque no nos consultaron pero tampoco lo fuimos porque no pedimos esa participación. Hay varios radicales que ocupan lugares prominentes en el gobierno pero producto de la relación que tienen con el presidente de la Nación y no producto de una consulta, de una preocupación compartida. No representan al partido, se representan a sí mismos dentro del gobierno.
-¿Con qué políticas actuales de Cambiemos están disconformes o decididamente no comparten?
J.S.: somos un partido progresista de orientación hacia la democracia social que no tiene nada que ver con un gobierno conservador y neoliberal. Nos están llevando a tener que ser corresponsables de situaciones que no toleramos, que no tienen nada que ver con nuestra idiosincrasia, ideales, valores y principios. Tenemos que rediscutir y proponer un Estado presente y orientador, un Estado que no le deje a las grandes corporaciones financieras manejar la economía del país bajo el eufemismo de que son el mercado; el mercado no existe. Hay gente que maneja el dinero y lo hace para su interés y otros que sufren la consecuencia de esto: los sectores más vulnerables del país. Hay que cambiar la política de contener el gasto público, por el contrario, no hay que contenerlo porque eso sirve para que la gente tenga posibilidades de obtener trabajo. Por el contrario, se debe trabajar para hacerlo eficiente al gasto público y aumentar la recaudación, hay que evitar la evasión. Un país en donde hay un 40% del trabajo en negro es un país que vive en la evasión.
-Una de las decisiones más cuestionada por el radicalismo fue la del volver al FMI...
J.S.: el 11 de mayo, cuando se anunció el acuerdo, hice una declaración pública que mereció la condena de algunos dirigentes del partido y dije que la vuelta el FMI suponía el ajuste y el desempleo. Han pasado seis meses y estamos viviendo un ajuste y un desempleo que se está poniendo al rojo vivo.
-Para la UCR, ¿cuál hubiese sido una solución?
J.S.: tendrían que haber buscado otras soluciones al interior del país y no en el exterior.
Yo hubiera buscado varias cosas, primero hacer eficiente el gasto público, segundo hacer eficaz la recaudación. Este Estado ninguneado, indiferente, no recauda lo que debería recaudar para prestar los servicios que el Estado debe prestar. Hay que buscar cómo mejorar la recaudación y esto se hace cambiando la política tributaria, no suprimiendo los subsidios al transporte con lo cual le van a encarecer el boleto a la gente que tiene que pagar el boleto para ir a trabajar, sino viendo cómo son los subsidios que se entregan a las empresas petroleras en la Patagonia, por ejemplo, que son realmente alarmantes. Se deben cambiar las políticas de subsidios del país.
-Fue secretario de Trabajo de la Nación y ministro de Trabajo de la provincia. ¿Qué decisión política se debería adoptar para crear más empleo?
J.S.: se crea empleo cuando hay inversión y cuando hay inversión es porque hay reglas de juego claras, sean costosas o no. Cuando se elabora una política que tienda a distinguir lo que es la igualdad de exigencias a los ciudadanos, no puede haber una situación en la que se exija que las pequeñas y medianas empresas tengan la misma carga para la seguridad social que las grandes empresas. Deben distinguirse, no es lo mismo una empresa con mil trabajadores que una pyme con dos. Eso ayuda a facilitar el empleo y a estimular el empleo registrado.
Una situación distinta no se debe pensar a través de una reforma laboral que se base en la disminución del sueldo o del monto de la indemnización por despido o ese tipo de cosas.
Ahí el radicalismo no puede tranzar bajo ningún punto de vista. Los derechos de los trabajadores son intocables porque nuestra causa es la de los desposeídos.
-¿Cómo observa la situación del radicalismo a nivel provincial?
Carlos Becerra (C.B.): el radicalismo acaba de elegir las nuevas autoridades en todos los niveles. Se va normalizando paulatinamente el organigrama partidario, porque prácticamente hay un 50% de Comités Departamentales y de Circuitos que no funcionan como tienen que funcionar en la provincia. A partir de allí, el radicalismo va a estar en condiciones rápidamente de comenzar a hacer las propuestas para el proceso electoral que sobreviene el año próximo. Atento a que nuestro partido participa de otro espacio político en la provincia como lo es Cambiemos, por eso tendrá que debatir con esos otros integrantes cuáles son las propuestas más importantes que debemos llevar al 2019 para disputar el poder en la provincia. Hasta el momento no hemos tenido posibilidades de reunir a los responsables técnicos de otras fuerzas políticas para conformar un escenario de debate de la futura propuesta para el año 2019. He sostenido en reuniones con dirigentes de la conducción partidaria, la necesidad de que si se demora la conformación de los equipos técnicos de Cambiemos en su conjunto, debemos hacerlo como ocurrió tradicionalmente en la UCR, es decir, conformar nuestros propios equipos de trabajo y de análisis de la realidad provincial, juntar la información, hacer el mapeo de los reclamos sociales, culturales, productivos de la geografía de Córdoba y a partir de allí hacer nuestra propuesta. El radicalismo, no tengo ninguna duda, va a encabezar cualquier fórmula de la provincia para disputarle al peronismo. Si es así, no debemos perder tiempo ni espacio.
-¿Cómo pretende trabajar el radicalismo de cara a las elecciones provinciales?
C.B.: el radicalismo debería hacer un debate a fondo alrededor de qué es lo que pretende y alcanzar los niveles de consenso que hacen falta en un radicalismo maduro. Si esto no fuera posible, el debate político y la herramienta democrática que es la elección interna tienen absoluto valor. Me parece que no hay que desechar nunca la búsqueda de consensos, al mismo tiempo en la provincia parece que va creciendo la opinión mayoritaria en los máximos dirigentes del radicalismo provincial de que no es aceptable un dedo indicativo sobre qué es lo que debe hacer el radicalismo o Cambiemos imponiendo candidaturas. Si esto ocurre, el radicalismo va a ser resistente, tengo plena confianza de que esto no va a ocurrir y en definitiva el radicalismo de Córdoba va a elegir a su candidato.
-¿Qué pensaría de esta situación actual del país Alfonsín?
C.B.: en estos momentos de dificultad del país, lo que creo que está faltando es precisamente la búsqueda de consensos, el diálogo para alcanzar los consensos necesarios para que el país salga adelante. Hay que regresar al debate en Argentina, recuperar ese ejercicio, precisamente porque la Argentina no puede volcarse en un camino de enfrentamientos. Lo que hay que hacer hoy es debatir entre todos los sectores y sentar en la mesa no solo al Gobierno, sino a la política, a los sectores sociales, a los trabajadores, a los empresarios, a los estudiantes y finalmente qué queremos hacer para adelante en la Argentina. Alfonsín andaría buscando consenso entre todos para ver cómo salimos de esta situación.
J.S.: coincido con Jorge. Yo agregaría que es muy importante en este momento en que algunos vaticinadores hablan del helicóptero, destacar que los radicales, como lo hemos hecho históricamente, vamos a defender la institucionalidad del país por encima de cualquier otra cosa. El gobierno que fue elegido democráticamente por la mayoría popular debe terminar su mandato. Este es el legado de Raúl Alfonsín, la democracia para siempre, la defensa de la institucionalidad democrática.
-¿Qué visión tiene acerca de las nuevas generaciones políticas, la falta de tolerancia a las ideas opuestas y al debate?
J.S.: las cosas no pasan porque sí, determinado tipo de situaciones deja su huella en la gente. Cuando se habla de la grieta, se dibuja un enfrentamiento entre las dos paredes que se enfrentan. Esto es producto de haber generado un Estado de intolerancia en el Gobierno anterior, la intolerancia exacerbada lleva a la pedrea contra el Congreso que no tiene nada que ver con la democracia, la institucionalidad, el respeto por los derechos humanos. La búsqueda de consensos es la contrapartida de la intolerancia, el respeto de unos por los otros y por sus ideas y opiniones. Hay que trabajar fuertemente en el país para construir un estado de ánimo favorable e debate.