LAS NUEVAS “ENHEDUANNAS”
LAS NUEVAS “ENHEDUANNAS”
Aunque no en la cantidad que se supone
debería existir, en nuestra ciudad y región existen ejemplos notables de
mujeres muy capacitadas en el uso creativo y eficiente de las tecnologías hoy
disponibles. Ellas dejarán su sello distintivo y serán
evocadas cuando, en algún futuro quizás no tan lejano, se escriba la historia
de nuestro tiempo.
Aunque no en la cantidad que se supone
debería existir, en nuestra ciudad y región existen ejemplos notables de
mujeres muy capacitadas en el uso creativo y eficiente de las tecnologías hoy
disponibles. Ellas dejarán su sello distintivo y serán
evocadas cuando, en algún futuro quizás no tan lejano, se escriba la historia
de nuestro tiempo.
La escritura, una técnica para preservar
la memoria común, surgida en la Mesopotamia asiática, sigue evolucionando en
nuestros días. Los elementos que la erigieron en un signo de distinción de lo
específicamente humano están hoy en constante ebullición. El valor de la
palabra ha cambiado, las ideas que representan, también. Los principios y
valores de la sociedad se reescriben, así surgen a diario nuevas herramientas
tecnológicas que sirven como nuevo soporte no solo a la escritura, sino a todas
las actividades del ser humano.
En el siglo 23 AC, una mujer, hija del rey
Sargón I de Acad, fue la primera persona en firmar un texto con su nombre.
Enheduanna, así se llamaba, es considerada "la Shakespeare de la literatura
sumeria". Al pueblo sumerio se le adjudica la invención de la escritura, tal
como hoy la conocemos.
Es por demás trascendente que una mujer
haya sido artífice de los primeros tiempos de una de las invenciones más
importantes de la historia de la humanidad. Resignifica cuestiones centrales
que hoy se discuten en torno al rol del sexo femenino, lo que obliga,
revolución tecnológica mediante, a encontrar las palabras adecuadas para
describir esta nueva realidad.
Por ello, es significativo que la
celebración del Día Internacional de la Mujer se haga este año bajo el lema
"Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad
de género". La brecha digital que sufren las mujeres en varias partes del
mundo impide el pleno desarrollo de sus potencialidades y acrecienta las
desigualdades sociales y económicas. En este contexto, será necesario que más
mujeres se sumen a estudios superiores en el área de la tecnología, algo que
durante mucho tiempo ha tenido limitaciones importantes porque se veían como
ámbitos de dominio masculino. Al mismo tiempo, se impone reflexionar sobre los
derechos de la mujer en los ámbitos digitales y adoptar urgentes medidas para
prevenir y abordar la execrable violencia de género que se multiplica a través
de las nuevas tecnologías.
Las Naciones Unidas han expresado que "las
mujeres siguen estando subrepresentadas en la creación, el uso y la regulación
de la tecnología. Es menos probable que usen servicios digitales o ingresen a
carreras relacionadas con la tecnología, y es significativamente más probable
que enfrenten acoso y violencia en línea. Esto limita no solo su propio
empoderamiento digital, sino también el potencial transformador de la
tecnología en su conjunto". Agrega el organismo multilateral "ante la escalada
de las crisis mundiales, nos encontramos en una encrucijada: permitir que la
tecnología amplíe las disparidades existentes y concentre aún más el poder en
manos de unos pocos, o ponerla a trabajar en nombre de un futuro más seguro,
sostenible y equitativo para todos".
Aunque no en la cantidad que se supone
debería existir, en nuestra ciudad y región existen ejemplos notables de
mujeres muy capacitadas en el uso creativo y eficiente de las tecnologías hoy
disponibles. Es un logro que merece fortalecerse con más inclusión, en la
convicción de que las brechas de género, además de inadmisibles, son
perjudiciales para el conjunto social.
En consecuencia, la participación de la mujer
en la era de la tecnología debe adecuarse a los parámetros que permitan su
empoderamiento en este ámbito. Estas nuevas "Enheduannas" dejarán su sello
distintivo y serán evocadas cuando, en algún futuro quizás no tan lejano, se
escriba la historia de nuestro tiempo.
La escritura, una técnica para preservar
la memoria común, surgida en la Mesopotamia asiática, sigue evolucionando en
nuestros días. Los elementos que la erigieron en un signo de distinción de lo
específicamente humano están hoy en constante ebullición. El valor de la
palabra ha cambiado, las ideas que representan, también. Los principios y
valores de la sociedad se reescriben, así surgen a diario nuevas herramientas
tecnológicas que sirven como nuevo soporte no solo a la escritura, sino a todas
las actividades del ser humano.
En el siglo 23 AC, una mujer, hija del rey
Sargón I de Acad, fue la primera persona en firmar un texto con su nombre.
Enheduanna, así se llamaba, es considerada "la Shakespeare de la literatura
sumeria". Al pueblo sumerio se le adjudica la invención de la escritura, tal
como hoy la conocemos.
Es por demás trascendente que una mujer
haya sido artífice de los primeros tiempos de una de las invenciones más
importantes de la historia de la humanidad. Resignifica cuestiones centrales
que hoy se discuten en torno al rol del sexo femenino, lo que obliga,
revolución tecnológica mediante, a encontrar las palabras adecuadas para
describir esta nueva realidad.
Por ello, es significativo que la
celebración del Día Internacional de la Mujer se haga este año bajo el lema
"Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad
de género". La brecha digital que sufren las mujeres en varias partes del
mundo impide el pleno desarrollo de sus potencialidades y acrecienta las
desigualdades sociales y económicas. En este contexto, será necesario que más
mujeres se sumen a estudios superiores en el área de la tecnología, algo que
durante mucho tiempo ha tenido limitaciones importantes porque se veían como
ámbitos de dominio masculino. Al mismo tiempo, se impone reflexionar sobre los
derechos de la mujer en los ámbitos digitales y adoptar urgentes medidas para
prevenir y abordar la execrable violencia de género que se multiplica a través
de las nuevas tecnologías.
Las Naciones Unidas han expresado que "las
mujeres siguen estando subrepresentadas en la creación, el uso y la regulación
de la tecnología. Es menos probable que usen servicios digitales o ingresen a
carreras relacionadas con la tecnología, y es significativamente más probable
que enfrenten acoso y violencia en línea. Esto limita no solo su propio
empoderamiento digital, sino también el potencial transformador de la
tecnología en su conjunto". Agrega el organismo multilateral "ante la escalada
de las crisis mundiales, nos encontramos en una encrucijada: permitir que la
tecnología amplíe las disparidades existentes y concentre aún más el poder en
manos de unos pocos, o ponerla a trabajar en nombre de un futuro más seguro,
sostenible y equitativo para todos".
Aunque no en la cantidad que se supone
debería existir, en nuestra ciudad y región existen ejemplos notables de
mujeres muy capacitadas en el uso creativo y eficiente de las tecnologías hoy
disponibles. Es un logro que merece fortalecerse con más inclusión, en la
convicción de que las brechas de género, además de inadmisibles, son
perjudiciales para el conjunto social.
En consecuencia, la participación de la mujer
en la era de la tecnología debe adecuarse a los parámetros que permitan su
empoderamiento en este ámbito. Estas nuevas "Enheduannas" dejarán su sello
distintivo y serán evocadas cuando, en algún futuro quizás no tan lejano, se
escriba la historia de nuestro tiempo.