La Biblioteca de Frontera
Las bibliotecas no son espacios en desuso. Debieron adaptarse a los tiempos, pero siguen siendo esenciales en el fomento de la alfabetización -incluso la digital- y el aprendizaje.
La vecina ciudad de Frontera inauguró el pasado 9 de julio la nueva Biblioteca y Archivo Municipal en Calle 1 Nº 935. Se trata de un espacio moderno que invita a la lectura, a la proyección de películas, juegos, entre otras actividades, según se publicó en este diario cuando la noticia dio cuenta de su apertura.
La Biblioteca lleva el nombre de Oscar Guiñazú Álvarez, destacado poeta que nació en San Luis pero vivió durante casi toda su vida en Villa Dolores (Córdoba) y falleció un 9 de julio de 1996. Es el autor de una profusa obra literaria y también se destacó como docente y fue uno ciudadano comprometido con su tiempo, con la cultura de su pueblo y con el quehacer de la comunidad.
Acostumbrada como está la sociedad a recibir informaciones casi siempre negativas, la inauguración de una biblioteca en los tiempos que corren merece destacarse como un hito importante. Esta es una época en la que la lectura está menoscabada y en la que parece cuestionarse el papel central que tuvieron estos espacios como privilegiados vehículos de la transmisión de la cultura.
Sin embargo, los libros no han desaparecido. La tecnología ha reconvertido los soportes, pero los servicios y recursos que puede ofrecer hoy una biblioteca son esenciales para apoyar la tarea educativa, para promover el conocimiento en los niños y jóvenes y dar forma a nuevas experiencias vitales para una comunidad. El caso de Frontera es especialmente importante porque, pese a todos los avatares, existen autoridades y vecinos comprometidos en brindar cada día mejores perspectivas de promoción y desarrollo para su población. Mucho más si se tiene en cuenta que buena parte de los ejemplares que habitan en los flamantes anaqueles han sido donados por vecinos.
Las bibliotecas no son espacios en desuso. Debieron adaptarse a los tiempos, es verdad. Pero siguen siendo esenciales en el fomento de la alfabetización -incluso la digital- y el aprendizaje. Estas cuestiones vinculadas con la educación y la cultura son trascendentes para una población ávida de encontrar apoyos para mejorar la calidad de vida y brindar más posibilidades a sus vecinos, especialmente los más jóvenes.
Es de esperar que este nuevo espacio se aproveche como corresponde, se acreciente el patrimonio de obras factibles de encontrar allí, se mantenga actualizada la parte tecnológica y se fomente su visita para que sus servicios lleguen a todos. En medio de tantos obstáculos, es plausible y merece ser destacado el esfuerzo que ha hecho posible que Frontera cuente con una biblioteca de esta categoría. Aprovechar esta nueva oferta cultural será, de ahora en más, una tarea comunitaria en la vecina ciudad.