EPÍLOGO DEL 2001: SÁLVESE QUIEN PUEDA O EL DÍA QUE LA CASA ROSADA QUEDÓ SOLA
EPÍLOGO DEL 2001: SÁLVESE QUIEN PUEDA O EL DÍA QUE LA CASA ROSADA QUEDÓ SOLA
El 18 de diciembre Fernando De la Rúa iba a
firmar un decreto que saldaba la deuda del municipio de San Francisco, pero el
intendente de ese entonces se encontró con funcionarios preparándose para la
huida.
El 18 de diciembre Fernando De la Rúa iba a
firmar un decreto que saldaba la deuda del municipio de San Francisco, pero el
intendente de ese entonces se encontró con funcionarios preparándose para la
huida.
-
De la Rúa renunció y hubo otros cuatro presidentes en ejercicio del Poder Ejecutivo hasta que hubo elecciones
Por Ivana Acosta | LVSJ
Es 20 de diciembre y en las calles hay ira, piedras, restos
de las balas de gomas, pestilencia de gases lacrimógenos y sangre. Son las
19.50 y el helicóptero que está suspendido en una línea delgada entre el aire y
el techo sale llevando al presidente renunciante Fernando De la Rúa. La Casa
Rosada de Balcarce 50 quedó vacía, el país quedó desolado y cada uno tuvo que
"hacer la suya" de cierta manera en aquellos últimos días del año.
Apenas 48 horas antes el ex intendente Hugo Madonna había
estado en esos pasillos y estrechó la mano de quien entonces era el jefe de
Estado. Había un ambiente muy oscuro tanto como el que se configuraba afuera
con los disturbios y los saqueos en diferentes partes del país.
El referente radical contó que aquel 18 de diciembre estuvo
en Buenos Aires con el ministro del Interior Ramón Mestre y de pasada con el
presidente, ambos tenían que firmar un decreto por el cual se girarían fondos
del tesoro para sanear una deuda de la municipalidad.
La situación puntual era que el gobierno nacional se había
comprometido a cancelar la deuda que tenía el municipio, "el problema era
grave porque al asumir el municipio tenía una deuda equivalente a dos
presupuestos y exigible por lo que no cobraban coparticipación hacía dos
años".
"El ministro (Mestre) firmó el decreto y dijo que lo
pasaban a presidencia para la firma, el 19 a la mañana voy a Casa Rosada y en
eso ya había disturbios y revueltas, pero no imaginaba que iba a desembocar en
la renuncia del presidente. Iba a pedir que se terminara con la firma del
decreto, en Secretaría Privada me pidieron volver después porque el presidente
estaba ocupado", recordó sobre aquel momento donde literalmente solo
faltaba la firma de ellos dos para formalizar la medida.
-¿Cómo estaba todo dentro de Casa Rosada?
En lugar de salir
saludé en sus oficinas a otros funcionarios que conocía, fui a una de un alto
funcionario y para mi sorpresa lo encuentro con una caja guardando papeles,
cuadros y fotos. Me sorprendió, lo saludé y fui de otro donde lo encontré
haciendo lo mismo guardando cosas de sus escritorios. Al volver a la oficina presidencial me
dijeron que cuando tuvieran firmado el decreto lo enviarían, pero que se iban a
suministrar. A esa altura noté que algo muy grave estaba pasando.
-¿Cuándo se dio cuenta que perdió el poder el presidente?
Tomé conciencia
cuando era 19 de diciembre antes no hubiera pensado en que podía renunciar y
desembocar en eso. Esos momentos fueron durísimos, si bien la crisis era grave,
económica y política donde el gobierno venía debilitado por la renuncia del
vicepresidente nosotros veníamos haciendo gestiones con el gobierno nacional
con normalidad.
-¿Y la deuda?
Sanear la deuda
llevó otro proceso nuevo de renegociación que financió la provincia de Córdoba,
eso retrasó otros proyectos que terminamos después en el otro gobierno una vez
normalizada la situación, pero primero debió atravesarse el cimbronazo
institucional, los cambios económicos y la pesificación.
-¿Pudo ver, aunque no firmó a De la Rúa ese día?
Ese día alcancé a
saludar a De la Rúa y se notaba que todos estaban muy nerviosos, era normal
porque había muchos saqueos y revueltas por todos lados. Me di cuenta de algo
que no hubiera pensado, que renunciara (el presidente) máxime cuando ese mismo
año en mayo vino al inaugurarse la Mercoláctea.
Siete meses
antes, De la Rúa llegó de visita a la ciudad junto con el ministro de Economía Domingo
Cavallo, el 13 de mayo de 2001. En la ciudad abordó un vehículo de colección y
lo escoltó una caravana de autos clásicos y gauchos.
En la Sociedad
Rural había 5.000 personas convocadas por el cierre de la Mercoláctea que
transitaba su primera edición. El título de la crónica de aquel entonces daba
cuenta de "la sorpresa" del jefe de Estado por el cariño que recibía.
Leé: Diciembre de 2001: dos décadas del mes en que el Estado se rompió

Siete meses antes
De la Rúa visitó la Mercoláctea junto con el ministro Cavallo (Archivo LA VOZ DE SAN JUSTO)
Después de la renuncia
Ante la fractura
en el gobierno que observó el 19 de diciembre y ni bien vio esas cajas, Madonna
tomó la decisión de retornar a San Francisco y preparar un plan de contingencia
con sus secretarios e instituciones ya que para el gobierno nacional claramente
la situación tenía las horas contadas.
"Siempre pensaba
que se podía remediar porque el sistema constitucional plantea que haya otros
fusibles antes que el presidente como los ministros, el jefe de Gabinete y el
último es el presidente", detalló el ex intendente.
En ese momento
convocó al Consejo Económico Social municipal del cual formaban parte todas las
instituciones de la ciudad. Comenzaron a realizar un plan para tomar medidas "sin
esperar nada de nadie" y con el objetivo de garantizar en San Francisco la
institucionalidad, alimentación, salud y seguridad.
"Hubo un tiempo
en que cada uno solo tomaba medidas para sí mismo, cada municipio. A Adolfo
Rodríguez Saá no lo tratamos, con Eduardo Duhalde tuvimos relación diferente
que con De la Rúa, pero pudimos trabajar y después continuamos en el otro
período con Néstor Kirchner", explicó sobre los vaivenes presidenciales de
aquella época.

La tapa del 21 de
diciembre en que consta la renuncia de De la Rúa.
Un costo alto para el radicalismo
Con esa renuncia años de políticas neoliberales iniciadas en
los '90 con el gobierno justicialista de Carlos Menem y continuadas por la
Alianza tuvieron su conclusión.
Al margen de
ello, la desazón que provocó el fracaso de la Alianza, el hundimiento en la
crisis económica y política le valió al justicialismo el retorno al poder y a
la Unión Cívica Radical (UCR) un desglose y pérdida de relevancia en la vida
política y disputa del poder.
- ¿Cuál
es su opinión sobre lo que sucedió después con la Unión Cívica Radical (UCR)?
A la UCR le costó muchísimo recomponerse de esa caída,
recién en estas elecciones resurgió a nivel nacional, territorial, han surgido
candidatos de fuste en provincias y municipios porque si bien formó parte en el
gobierno de Mauricio Macri su sociedad en ese gobierno fue un rol legislativo
no en la función ejecutiva. En estas elecciones la UCR vuelve a demostrar que
tiene capacidad de poder a nivel local, provincial (en todo el territorio) y
nacional.
- ¿Cómo
evalúa a De la Rúa como político?
Fue la persona en la nueva democracia argentina que más se
preparó para ser presidente. Se presentó a internas, ejerció como senador y
ejerció como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Mi apreciación
personal es que el que conocí como presidente no era el mismo que vi en las
elecciones, en campaña y su trayectoria previa. Antes era una persona enérgica
que tomaba decisiones y luego como presidente es como si lo hubieran cambiado,
quizás hubo otro problema entre medio que lo afectó.
De hecho el
expresidente que había nacido en Córdoba ejerció casi todos los cargos
electorales y ministerios. Tanto en la escuela secundaria como en la
universidad donde se graduó como abogado obtuvo la distinción de la "medalla de
oro".
Se afilió y
comenzó a militar en la UCR desde joven y a los 26 años ya era asesor en el
Ministerio de lnterior cuando Arturo Illia fue presidente, se desempeñó como
senador por la Capital Federal y junto con Ricardo Balbín encabezó la fórmula
presidencial en que Héctor Cámpora resultó electo en 1973.
Hasta 1976 estuvo
como senador, en 1983 fue precandidato a presidente, pero en los comicios
internos de la UCR la victoria fue para Raúl Alfonsín, entonces logró encabezar
la lista para candidatos a la Cámara Alta.
Fue elegido para
presidir el Comité Capital de la UCR, obteniendo así el respaldo para ser
candidato a diputado, cargo que ejerció como presidente de bloque y luego como
senador en otros comicios.
En su CV político
también se destacaba que fue el primer jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires en 1996 cuando el distrito se creó por la reforma constitucional de 1994
para que un año después, en el '97 fuera fundador de la Alianza junto con
Rodolfo Terragno, Alfonsín, Carlos "Chacho" Álvarez y Graciela Fernández
Meijide.
De ese grupo
fueron elegidos él y Álvarez para encabezar la fórmula presidencial que triunfó
en 1991 y terminó con su carrera política.
Leé: Un estado de sitio como preludio de dos días negros

Segunda sucesión
presidencial.
Comenzó la sucesión
De La Rúa volvió a Casa Rosada a la mañana siguiente de
renunciar (21 de diciembre). Ante la prensa de la cual se despidió dijo que
retornó para levantar el Estado de Sitio y luego se organizó la sucesión de acuerdo
a la ley de Acefalía (N° 20.972) para que haya un presidente en ejercicio del
Poder Ejecutivo.
Horas más tarde, cerca del mediodía se retiraba de la Casa
Rosada hacia un ostracismo político del que nunca podría retornar.
En diciembre de 2001, la sociedad argentina vivió una
seguidilla de sucesiones, juras y asambleas legislativas con cinco presidentes
en 11 días, luego de la renuncia de De la Rúa. La Argentina de aquel momento
quedó marcada por la sucesión frenética de jefes de Estado: primero el misionero Ramón Puerta, Adolfo
Rodríguez Saá, Eduardo Camaño y, finalmente, Eduardo Duhalde.
Entre la renuncia de De la Rúa hasta la asunción de Duhalde
se vivió un período plagado de negociaciones, acuerdos rotos, traiciones,
vacíos políticos y hasta la amenaza de que la Corte Suprema de Justicia se
haría cargo de la conducción del Ejecutivo por la acefalía en la sucesión del
cargo.

De la Rúa se mostró "sorprendido" de acuerdo a la crónica de la época con motivo de su visita a la ciudad (Archivo LA VOZ DE SAN JUSTO)
Caravana presidencial
En ese momento, no había vicepresidente ya que Carlos
"Chacho" Álvarez había renunciado enfrentado con De la Rúa.
Siguiendo la línea sucesoria, Ramón Puerta firmó el viernes
21 como presidente interino y convocó a una Asamblea Legislativa que eligió al
mandatario de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, al frente del Ejecutivo.
Habiendo renunciado Rodríguez Saá, Puerta declinó volver a
tener un interinato y en la nómina lo sucedió el presidente de la Cámara de
Diputados, Eduardo Camaño también justicialista.
Camaño, el 31 de diciembre de 2001 quedó a cargo del
Ejecutivo, fue incentivado por Eduardo Duhalde para que aceptara la responsabilidad
porque de otra forma el entonces presidente de la Corte Suprema, Julio
Nazareno, debía asumir ese rol.
En ese contexto el justicialista aceptó, se hizo cargo del
Poder Ejecutivo y cumplió con lo que indica la ley, el llamado a una nueva
Asamblea Legislativa para elegir a un sucesor, que nuevamente podía ser un
gobernador o un diputado ungido por el órgano.
Al día siguiente Eduardo Duhalde había sido elegido
presidente ya que no se optó por elegir a un gobernador como con Rodríguez Saá
sino a este hombre que era diputado actual en la Cámara baja.
Duhalde asumió el 1 de enero de 2002 y su mandato que iba a
completar el de De la Rúa duró solo un año y cinco meses porque decidió llamar a
elecciones anticipadas luego de la recordada Masacre de Avellaneda.
Dos días después, 3 de enero, anunció que "la
devaluación estaba descontada" y el 6 de enero se derogó la Ley de la
Convertibilidad, que había estado en vigencia desde 27 de marzo de 1991. El
verdadero "genio del mal".

En la foto aparece Néstor Kirchner como una figura del justicialismo para las elecciones de 2003.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Es 20 de diciembre y en las calles hay ira, piedras, restos
de las balas de gomas, pestilencia de gases lacrimógenos y sangre. Son las
19.50 y el helicóptero que está suspendido en una línea delgada entre el aire y
el techo sale llevando al presidente renunciante Fernando De la Rúa. La Casa
Rosada de Balcarce 50 quedó vacía, el país quedó desolado y cada uno tuvo que
"hacer la suya" de cierta manera en aquellos últimos días del año.
Apenas 48 horas antes el ex intendente Hugo Madonna había
estado en esos pasillos y estrechó la mano de quien entonces era el jefe de
Estado. Había un ambiente muy oscuro tanto como el que se configuraba afuera
con los disturbios y los saqueos en diferentes partes del país.
El referente radical contó que aquel 18 de diciembre estuvo
en Buenos Aires con el ministro del Interior Ramón Mestre y de pasada con el
presidente, ambos tenían que firmar un decreto por el cual se girarían fondos
del tesoro para sanear una deuda de la municipalidad.
La situación puntual era que el gobierno nacional se había
comprometido a cancelar la deuda que tenía el municipio, "el problema era
grave porque al asumir el municipio tenía una deuda equivalente a dos
presupuestos y exigible por lo que no cobraban coparticipación hacía dos
años".
"El ministro (Mestre) firmó el decreto y dijo que lo
pasaban a presidencia para la firma, el 19 a la mañana voy a Casa Rosada y en
eso ya había disturbios y revueltas, pero no imaginaba que iba a desembocar en
la renuncia del presidente. Iba a pedir que se terminara con la firma del
decreto, en Secretaría Privada me pidieron volver después porque el presidente
estaba ocupado", recordó sobre aquel momento donde literalmente solo
faltaba la firma de ellos dos para formalizar la medida.
-¿Cómo estaba todo dentro de Casa Rosada?
En lugar de salir
saludé en sus oficinas a otros funcionarios que conocía, fui a una de un alto
funcionario y para mi sorpresa lo encuentro con una caja guardando papeles,
cuadros y fotos. Me sorprendió, lo saludé y fui de otro donde lo encontré
haciendo lo mismo guardando cosas de sus escritorios. Al volver a la oficina presidencial me
dijeron que cuando tuvieran firmado el decreto lo enviarían, pero que se iban a
suministrar. A esa altura noté que algo muy grave estaba pasando.
-¿Cuándo se dio cuenta que perdió el poder el presidente?
Tomé conciencia
cuando era 19 de diciembre antes no hubiera pensado en que podía renunciar y
desembocar en eso. Esos momentos fueron durísimos, si bien la crisis era grave,
económica y política donde el gobierno venía debilitado por la renuncia del
vicepresidente nosotros veníamos haciendo gestiones con el gobierno nacional
con normalidad.
-¿Y la deuda?
Sanear la deuda
llevó otro proceso nuevo de renegociación que financió la provincia de Córdoba,
eso retrasó otros proyectos que terminamos después en el otro gobierno una vez
normalizada la situación, pero primero debió atravesarse el cimbronazo
institucional, los cambios económicos y la pesificación.
-¿Pudo ver, aunque no firmó a De la Rúa ese día?
Ese día alcancé a
saludar a De la Rúa y se notaba que todos estaban muy nerviosos, era normal
porque había muchos saqueos y revueltas por todos lados. Me di cuenta de algo
que no hubiera pensado, que renunciara (el presidente) máxime cuando ese mismo
año en mayo vino al inaugurarse la Mercoláctea.
Siete meses
antes, De la Rúa llegó de visita a la ciudad junto con el ministro de Economía Domingo
Cavallo, el 13 de mayo de 2001. En la ciudad abordó un vehículo de colección y
lo escoltó una caravana de autos clásicos y gauchos.
En la Sociedad
Rural había 5.000 personas convocadas por el cierre de la Mercoláctea que
transitaba su primera edición. El título de la crónica de aquel entonces daba
cuenta de "la sorpresa" del jefe de Estado por el cariño que recibía.
Leé: Diciembre de 2001: dos décadas del mes en que el Estado se rompió

Siete meses antes
De la Rúa visitó la Mercoláctea junto con el ministro Cavallo (Archivo LA VOZ DE SAN JUSTO)
Después de la renuncia
Ante la fractura
en el gobierno que observó el 19 de diciembre y ni bien vio esas cajas, Madonna
tomó la decisión de retornar a San Francisco y preparar un plan de contingencia
con sus secretarios e instituciones ya que para el gobierno nacional claramente
la situación tenía las horas contadas.
"Siempre pensaba
que se podía remediar porque el sistema constitucional plantea que haya otros
fusibles antes que el presidente como los ministros, el jefe de Gabinete y el
último es el presidente", detalló el ex intendente.
En ese momento
convocó al Consejo Económico Social municipal del cual formaban parte todas las
instituciones de la ciudad. Comenzaron a realizar un plan para tomar medidas "sin
esperar nada de nadie" y con el objetivo de garantizar en San Francisco la
institucionalidad, alimentación, salud y seguridad.
"Hubo un tiempo
en que cada uno solo tomaba medidas para sí mismo, cada municipio. A Adolfo
Rodríguez Saá no lo tratamos, con Eduardo Duhalde tuvimos relación diferente
que con De la Rúa, pero pudimos trabajar y después continuamos en el otro
período con Néstor Kirchner", explicó sobre los vaivenes presidenciales de
aquella época.

La tapa del 21 de
diciembre en que consta la renuncia de De la Rúa.
Un costo alto para el radicalismo
Con esa renuncia años de políticas neoliberales iniciadas en
los '90 con el gobierno justicialista de Carlos Menem y continuadas por la
Alianza tuvieron su conclusión.
Al margen de
ello, la desazón que provocó el fracaso de la Alianza, el hundimiento en la
crisis económica y política le valió al justicialismo el retorno al poder y a
la Unión Cívica Radical (UCR) un desglose y pérdida de relevancia en la vida
política y disputa del poder.
- ¿Cuál
es su opinión sobre lo que sucedió después con la Unión Cívica Radical (UCR)?
A la UCR le costó muchísimo recomponerse de esa caída,
recién en estas elecciones resurgió a nivel nacional, territorial, han surgido
candidatos de fuste en provincias y municipios porque si bien formó parte en el
gobierno de Mauricio Macri su sociedad en ese gobierno fue un rol legislativo
no en la función ejecutiva. En estas elecciones la UCR vuelve a demostrar que
tiene capacidad de poder a nivel local, provincial (en todo el territorio) y
nacional.
- ¿Cómo
evalúa a De la Rúa como político?
Fue la persona en la nueva democracia argentina que más se
preparó para ser presidente. Se presentó a internas, ejerció como senador y
ejerció como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Mi apreciación
personal es que el que conocí como presidente no era el mismo que vi en las
elecciones, en campaña y su trayectoria previa. Antes era una persona enérgica
que tomaba decisiones y luego como presidente es como si lo hubieran cambiado,
quizás hubo otro problema entre medio que lo afectó.
De hecho el
expresidente que había nacido en Córdoba ejerció casi todos los cargos
electorales y ministerios. Tanto en la escuela secundaria como en la
universidad donde se graduó como abogado obtuvo la distinción de la "medalla de
oro".
Se afilió y
comenzó a militar en la UCR desde joven y a los 26 años ya era asesor en el
Ministerio de lnterior cuando Arturo Illia fue presidente, se desempeñó como
senador por la Capital Federal y junto con Ricardo Balbín encabezó la fórmula
presidencial en que Héctor Cámpora resultó electo en 1973.
Hasta 1976 estuvo
como senador, en 1983 fue precandidato a presidente, pero en los comicios
internos de la UCR la victoria fue para Raúl Alfonsín, entonces logró encabezar
la lista para candidatos a la Cámara Alta.
Fue elegido para
presidir el Comité Capital de la UCR, obteniendo así el respaldo para ser
candidato a diputado, cargo que ejerció como presidente de bloque y luego como
senador en otros comicios.
En su CV político
también se destacaba que fue el primer jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires en 1996 cuando el distrito se creó por la reforma constitucional de 1994
para que un año después, en el '97 fuera fundador de la Alianza junto con
Rodolfo Terragno, Alfonsín, Carlos "Chacho" Álvarez y Graciela Fernández
Meijide.
De ese grupo
fueron elegidos él y Álvarez para encabezar la fórmula presidencial que triunfó
en 1991 y terminó con su carrera política.
Leé: Un estado de sitio como preludio de dos días negros

Segunda sucesión
presidencial.
Comenzó la sucesión
De La Rúa volvió a Casa Rosada a la mañana siguiente de
renunciar (21 de diciembre). Ante la prensa de la cual se despidió dijo que
retornó para levantar el Estado de Sitio y luego se organizó la sucesión de acuerdo
a la ley de Acefalía (N° 20.972) para que haya un presidente en ejercicio del
Poder Ejecutivo.
Horas más tarde, cerca del mediodía se retiraba de la Casa
Rosada hacia un ostracismo político del que nunca podría retornar.
En diciembre de 2001, la sociedad argentina vivió una
seguidilla de sucesiones, juras y asambleas legislativas con cinco presidentes
en 11 días, luego de la renuncia de De la Rúa. La Argentina de aquel momento
quedó marcada por la sucesión frenética de jefes de Estado: primero el misionero Ramón Puerta, Adolfo
Rodríguez Saá, Eduardo Camaño y, finalmente, Eduardo Duhalde.
Entre la renuncia de De la Rúa hasta la asunción de Duhalde
se vivió un período plagado de negociaciones, acuerdos rotos, traiciones,
vacíos políticos y hasta la amenaza de que la Corte Suprema de Justicia se
haría cargo de la conducción del Ejecutivo por la acefalía en la sucesión del
cargo.

De la Rúa se mostró "sorprendido" de acuerdo a la crónica de la época con motivo de su visita a la ciudad (Archivo LA VOZ DE SAN JUSTO)
Caravana presidencial
En ese momento, no había vicepresidente ya que Carlos
"Chacho" Álvarez había renunciado enfrentado con De la Rúa.
Siguiendo la línea sucesoria, Ramón Puerta firmó el viernes
21 como presidente interino y convocó a una Asamblea Legislativa que eligió al
mandatario de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, al frente del Ejecutivo.
Habiendo renunciado Rodríguez Saá, Puerta declinó volver a
tener un interinato y en la nómina lo sucedió el presidente de la Cámara de
Diputados, Eduardo Camaño también justicialista.
Camaño, el 31 de diciembre de 2001 quedó a cargo del
Ejecutivo, fue incentivado por Eduardo Duhalde para que aceptara la responsabilidad
porque de otra forma el entonces presidente de la Corte Suprema, Julio
Nazareno, debía asumir ese rol.
En ese contexto el justicialista aceptó, se hizo cargo del
Poder Ejecutivo y cumplió con lo que indica la ley, el llamado a una nueva
Asamblea Legislativa para elegir a un sucesor, que nuevamente podía ser un
gobernador o un diputado ungido por el órgano.
Al día siguiente Eduardo Duhalde había sido elegido
presidente ya que no se optó por elegir a un gobernador como con Rodríguez Saá
sino a este hombre que era diputado actual en la Cámara baja.
Duhalde asumió el 1 de enero de 2002 y su mandato que iba a
completar el de De la Rúa duró solo un año y cinco meses porque decidió llamar a
elecciones anticipadas luego de la recordada Masacre de Avellaneda.
Dos días después, 3 de enero, anunció que "la
devaluación estaba descontada" y el 6 de enero se derogó la Ley de la
Convertibilidad, que había estado en vigencia desde 27 de marzo de 1991. El
verdadero "genio del mal".

En la foto aparece Néstor Kirchner como una figura del justicialismo para las elecciones de 2003.