El arquitecto de los lagos sustentables en la región
El morterense Mario Amabili sueña con que el biourbanismo se convierta en una política de estado en las localidades de San Justo y se extienda así a toda la provincia.
La bioarquitectura y el biourbanismo son tendencia a nivel mundial. Las ciudades verdes, apuestan por integrar la naturaleza en sus espacios ayudando a mejorar la biodiversidad, transformando el entorno y proporcionando más calidad de vida a sus habitantes.
Este concepto que pareciera limitarse a las grandes urbes del mundo, se instala cada vez más en las pequeñas comunidades de nuestra región.
En el departamento San Justo, un punto de inflexión fue la creación de un lago artificial en el predio del ferrocarril de la ciudad de Morteros, un proyecto de intervención urbanística, ideado hace unos 10 años por el arquitecto de esa ciudad, Mario Amabili, que hoy se replica en otras localidades como La Para (departamento Río Primero).
Amabili fue secretario de Obras Públicas lo que le permitió introducir este nuevo paradigma en Morteros, inspirado en los grandes espejos de agua de los parques europeos, continente en el que residió durante algunos años.
El lago de Morteros fue además la puerta hacia otros grandes proyectos como el saneamiento del lago del Parque Sarmiento en Córdoba, en el cual Amabili trabaja junto a un equipo interdisciplinario.
Convocado por el Instituto de Bioconstrucción del Colegio de Arquitectos de la provincia de Córdoba, el profesional morterense sueña con que el biourbanismo se convierta en una política de estado en las localidades de San Justo y se extienda así a toda la provincia.
"Estamos ante el gran desafío de bajar el
sustentabilidad a cada una de las intervenciones urbanísticas", dijo Amabili
Cambio de paradigma
"Existe un cambio de paradigma en cuanto a la arquitectura sustentable. Estamos ante el gran desafío de bajar este concepto de sustentabilidad a cada una de las intervenciones urbanísticas o arquitectónicas", manifestó el arquitecto morterense en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Los municipios están tomando conciencia, cada vez más de que es necesario ir transformando las ciudades en espacios verdes y de integración social priorizando un equilibrio con el ambiente", destacó.
Amabili aseguró que "estamos en un punto de inflexión, el mundo se debate entre el cambio o la continuidad de ciertas teorías que no están en armonía con la naturaleza ni con el hombre, ni con los materiales".
En este sentido, el arquitecto explicó que "la bioarquitectura propone un diálogo equilibrado con el entorno natural, aplicando la bioclimática como principal recurso de diseño y utilizando materiales de mínima huella ecológica". En tanto, el biourbanismo, aplicado a las ciudades, entiende un ordenamiento consciente y participativo del territorio aplicando conceptos sustentables.
"No podemos permitir seguir haciendo arquitectura que solamente tenga como objetivo una especulación netamente económica con el aprovechamiento al máximo de los metros cuadrados sin importar la armonía con la naturaleza", reflexionó.
Europa, la inspiración
Amabili fue pionero en la región a la hora de concretar un proyecto de estas características en la zona y aseguró que su residencia en el continente Europeo fue la gran inspiración "Estuve viviendo en Europa donde las grandes capitales cuentan con espacios públicos y verdes, todos con espejos de agua, lo cual genera una atracción especial. Esa fue mi inspiración; allí fue cuando pensé como empezar a plantear un cambio de paradigma en los espacios públicos mi ciudad, con sitios que convoquen a la gente, pero que a la vez sean amigables con el ambiente".
Atento a las necesidades urbanísticas Amabili, en aquel entonces como secretario de Obras Pública, logró en Morteros rescatar, revalorizar y reutilizar el espacio que ocupan los inactivos predios del ferrocarril.
Cabe recordar que el proceso comenzó con la creación de la biblioteca popular, continuó con la creación del Lago de la Ciudad y allí mismo, mediante el reciclado de un viejo galpón se montó un escenario que hoy es un referente para la realización de eventos culturales y deportivos. De hecho, parte de la tierra que se extrajo del lugar (durante la excavación) se utilizó para levantar las tribunas para el público.
"Este espacio urbano que era un elemento desintegrador- ya que dividían la ciudad en dos sectores, se convirtió en un ícono de la ciudad donde no solo se congrega la gente como lugar de encuentro sino que también es un referente para la realización de eventos culturales y deportivos, y con el plus de tener carácter ecológico", destacó el profesional morterense.
Equilibrio natural
Por otro lado, el arquitecto brindó detalles acerca de los elementos necesarios para lograr un equilibrio en el ecosistema y garantizar así la conservación natural de estos espacios.
"Se debe generar un ecosistema de la laguna pampeana donde cada agente biológico cumpla un determinado rol y de esta manera garantizar la conservación natural del mismo", manifestó Amabili.
"De esta manera se realiza un proceso mecánico para el tratamiento de la tierra, lo que se complementa con el agregado de animales de barro, de fondo, como los que son fundamentales para mantener el agua limpia y control de plagas. De lo contrario, estos lagos se transforman en simples estanques y el agua se pudre", señaló el arquitecto.
Conciencia ambiental
Amabili destacó además el impacto que generó en los morterenses este lago como un disparador en el "cambio de mentalidad y actitud".
"Todo el mundo presagiaba que la gente se iba a comer los patos, por ejemplo, siendo que se convirtieron en guardianes de los mismos; otra mito que se derribó es la presencia de mosquitos o que el agua iba a estar sucia".
"Me costó muchos años hacer un lago en Morteros- casi 10 años- pero es una gran satisfacción ver como la gente se apropió de este espacio y como todo funciona armónicamente con la naturaleza".
La primera localidad en replicar el
proyecto de Morteros, fue La Para, donde el 31 de octubre se inauguró la
segunda etapa del lago recreativo sustentable y ya se trabaja en la tercera
etapa que quedará inaugurada el 31 de diciembre y contendrá una isla con diez réplicas
de animales de la región de Ansenuza de hace miles de años, conformando así un
Parque Pleistoceno, con montañas y valles, único en la región y uno de los
pocos de América. El lago se extiende por todo el sector
del ferrocarril y ha contemplado la recuperación de los galpones que interactúan
con los espejos de agua a través de espacios completamente vidriados. "Creo que La Para es una de las
localidades que más ha interpretado el concepto de sustentabilidad", dijo
Amabili siendo que además del lago llevan adelante una gran cantidad de
actividades amigables con el ambiente como el tratamiento de basura y la
construcción de un barrio con viviendas ecológicas, entre otras". En el lugar se realiza además el Festival
La Para Recicla, el cual recientemente fue declarado fiesta nacional por la Cámara
de Diputados. Este festival tiene como
particularidad que las entradas se consiguen cajeando materiales reciclables que se destinan al Parque
Agroecológioco Municipal donde se realiza el tratamiento de residuos. Allí, además de producir ecoladrillos,
cuentan con una planta de compost, senderos hechos con materiales reciclables,
un lago artificial, flora, fauna y huerta orgánica. "Hay muchas localidades que han avanzado
en este tema y que tienen en proyecto la creación de estos lagos en el corazón
del pueblo. Ojalá se pueda implementar
como política de Estado", concluyó Amabili. "La Para es la que mejor interpreta el concepto de sustentabilidad"
El espejo de agua que se replicó en La Para, bordea
los edificios históricos del ferrocarril