El agua en los campos de la región
Los temporales de lluvia de los últimos días tuvieron fuerte impacto en toda la región. Especialmente en una amplia región del oeste de la provincia de Santa Fe, donde los campos de esa jurisdicción se hallan en su mayoría anegados y en la que los cascos urbanos de las poblaciones más pequeñas sufren los efectos del agua que se resiste a escurrir.
Los temporales de lluvia de los últimos días tuvieron fuerte impacto en toda la región. Especialmente en una amplia región del oeste de la provincia de Santa Fe, donde los campos de esa jurisdicción se hallan en su mayoría anegados y en la que los cascos urbanos de las poblaciones más pequeñas sufren los efectos del agua que se resiste a escurrir.
En este punto, la prensa regional santafesina informó acerca de las gestiones que llevan adelante los legisladores de esta zona para que el gobierno provincial asista a las comunas y a los vecinos perjudicados, así como también pueda acudir en auxilio de los productores rurales que padecen las consecuencias de las continuas precipitaciones que no hacen más que agravar el panorama complicado que viven desde hace un par de años.
En primera instancia, la emergencia debe ser atendida de inmediato. Para ello, los organismos oficiales encargados de la asistencia social son los que primero tienen que intervenir. Pero una vez superadas las primeras urgencias, volverá con fuerza el reclamo sobre la agilización de obras de saneamiento hídrico pendientes de ejecución en la zona inundada.
Por cierto que no se trata de soluciones simples. Algunas demandarán fuertes inversiones, pero es obvio que debe encontrarse el camino para aliviar la situación de los productores de una amplia región del oeste santafesino -y también del este de Córdoba- hoy seriamente perjudicados por el agua. Los tambos van camino a la desaparición, las pasturas se pierden, la cosecha está muy amenazada y la ganadería prácticamente ha desaparecido en algunos sectores. Las napas se confunden con la superficie. Para peor, los caminos están intransitables, lo que agrega más dramatismo a los padecimientos de los hombres de campo.
Recomponer caminos y rutas demandará un esfuerzo de parte de los gobiernos de provincia y de la Nación con una adecuada participación de municipios y comunas. No puede haber demoras en este punto. Las vías de comunicación terrestres deben recuperar su transitabilidad lo antes posible. De lo contrario, la vida en el campo se transformará en una aventura que rozaría el heroísmo de estoicos productores empecinados en mantenerse en pie.
El problema puede atribuirse al cambio climático. Por ello, no puede ser ya considerado como extraordinario u ocasional. Entonces, es necesario el diseño de la infraestructura necesaria para el manejo integral de los excedentes pluviales para que la producción agropecuaria y la vida de los pequeños pueblos de esta zona puedan seguir siendo posibles.