“Desde muy pequeña yo jugaba a ser actriz”
A los 28 años, la sanfrancisqueña María Agustina Goirán es la protagonista de una obra que intenta ser una reflexión sobre la igualdad.
María Agustina Goirán tiene 28 años y comenzó a aprender los secretos del teatro al mismo tiempo que daba sus primeros pasos en la actuación.
Hoy esta sanfrancisqueña es la protagonista de un poema dramático, la obra "Yerma", escrita por Federico García Lorca y llevada escena por la Comedia San Francisco.
Agustina estudió teatro en la juventud pero el arte siempre estuvo presente en su vida, en su familia. "Crecí con arte en la sangre, desde muy pequeña yo jugaba a ser actriz y era mi propio público, me aplaudía sola", recordó la joven. Ya en el colegio secundario, sin dudarlo, optó por la especialidad "Arte".
Más tarde, al finalizar el bachillerato, comenzó a cursar en el Instituto Fasta el Profesorado de Lengua y en ese ámbito -donde también se dicta la materia Teatro- perfeccionó sus conocimientos teóricos.
Luego conoció a Adrián Vocos, director de La Comedia, y comenzó a tomar clases con él.
"Adrián es una persona que te brinda la seguridad que
necesitás cuando no tenés fe en vos mismo. El me dio la oportunidad de estar en
'Flores de Acero' y en `Doña Rosita, la soltera o el lenguaje de las flores',
dos obras encantadoras", dijo la actriz a VOZ MUJER.
Sobre su protagónico en "Yerma", es "un orgullo para mí porque no me lo esperaba en absoluto. Adrián, cada vez que asigna un papel a un artista, hace un casting a solas en el cual expresamos el monólogo. Sinceramente, cuando salí de la prueba lloré de angustia porque sentí que lo había hecho mal. Al día siguiente, cuando Adrián me incluye en el afiche de Yerma, lloré nuevamente pero de felicidad porque no podía creerlo", recodó.
La elegida
Adrian Vocos vio en Agustina el espíritu de esa "Yerma" de los años '30 que el genial García Lorca creó a través del personaje. Una mujer del campo andaluz, que lleva dos años de casada con su esposo, pero no podían concebir hijos y esta era la mayor causa de su descontento.
Su marido pasaba mucho tiempo trabajando en el campo, especialmente de noche, y ponía más esfuerzo en ganar dinero que en agrandar una familia. Sus amigas la señalaban como la única de todas las novias de su edad que aún no era madre.
El papel de la mujer en la sociedad y las ansias femeninas por liberarse de los convencionalismos sociales marcaron la grandeza literaria del poeta, esa que no deja de inspirar a Vocos.
"Todos los personajes de mis obras se eligen a través de un
casting, pero en el caso de Agustina, había algo previo que me decía que era la
indicada para interpretar a 'Yerma'", contó el director.
Si bien la personalidad dulce, la mirada tranquila y los gestos delicados de Agustina podrían motivar el prejuicio erróneo de que ella no iba a ser la mujer fuerte, aguerrida que demandaba el personaje, esto nunca sucedió y el director vio en la joven la capacidad de "vestir" la piel de Yerma, aun cuando su vida es muy diferente a la del personaje. Y las emociones fueron el recurso decisivo.
"Agustina hizo varias obras, comedia y otros personajes diferentes al drama que plantea Yerma, pero eso no me impidió confiar y ver que era la indicada para este papel", dijo Vocos.
"Ella trasmite el mensaje de la obra desde la emoción, le pone el cuerpo y el alma", agregó.
En muchas de sus obras, Vocos alude al rol de las mujeres en la sociedad actual. También nosotras, como Yerma, llevamos un peso. Y precisamente es Agustina, en esta oportunidad, la portadora de esa lucha contra los mandatos impuestos y el patriarcado.
"Hablé mucho con ella, incluso después de los ensayos teníamos largas charlas y mi consejo siempre era que actuara como piensa en la vida; con esa personalidad luchadora y destacando el valor de lo femenino -añadió el director-. Ella le da fuerza al personaje a través de los psicologismos".