Cuarenta años de extensión hacia el cielo
Concretar el sueño del planetario en San Francisco sería el colofón de una trayectoria nacida hace 4 décadas, jalonada con descubrimientos y actividades de las que han disfrutado los amantes de la astronomía, pero fundamentalmente varias generaciones de estudiantes.
Hoy martes se cumplen 40 años de la puesta en marcha del Observatorio Astronómico de la Facultad Regional San Francisco de la UTN. Surgido por la iniciativa de un grupo de profesores entusiastas de la astronomía y con la dirección ininterrumpida de uno de ellos, Hugo Madonna, se realizan allí realiza diversas actividades de divulgación astronómica para toda la región.
El Observatorio se inserta de este modo en una de las misiones centrales de cualquier instituto universitario. Desde los históricos acontecimientos que propiciaron la Reforma de 1918 en Córdoba, la extensión universitaria es un pilar esencial de las casas de altos estudios. Esto es, acciones realizadas que proponen la interacción de los miembros de la comunidad educativa con el entorno social. Una vinculación estrecha con el medio social y cultural permite aportar a su perfeccionamiento y transformación.
El observatorio que funciona en la terraza del edificio de la Facultad Regional San Francisco es un aporte más que realiza la Universidad Tecnológica Nacional en su relación con la comunidad de San Francisco y la región. Su aporte no es menor. Investigaciones realizadas a lo largo de los años y la posibilidad de que estudiantes de todas las escuelas puedan hacer prácticas, indagar y satisfacer su curiosidad son elementos decisivos que marcan la impronta de una propuesta científica que merece ser resaltada.
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La función de un observatorio astronómico ha venido cambiando con los siglos. En la antigüedad, la astronomía se ligaba de manera directa a las creencias religiosas. Posteriormente, se asentó la concepción de que el estudio del cosmos debía tener bases científicas y fue así que comenzó una era excepcional con descubrimientos maravillosos que permitieron conocer mucho más el Universo. Volviendo a esta época y a esta región, las palabras del director del Observatorio reflejan espíritu con el que se encara la tarea desde siempre: "No todas las localidades tienen uno, viene a llenar un vacío en este tema sobre el estudio del cosmos. Las escuelas todas tienen algo de cosmografía, pero no tienen donde ir a hacer la práctica por eso es importante el observatorio. Todo ese mundo que muestran en el cine, internet o televisión ahí lo podés ver en vivo".
En este contexto, la actividad científica complementa la misión educativa. El aporte humilde pero sistemático del observatorio de la UTN ha permitido, por ejemplo, detectar y adjudicar unos 100 asteroides, en el marco de un programa educativo para descubrirlos denominado Colaboración Internacional de Búsqueda Astronómica. La propuesta es de en la Universidad de Hardin-Simmons, ubicada en Albilene, Texas, en Estados Unidos.
Solo faltaría concretar el sueño del planetario en San Francisco, según admite el propio encargado del observatorio. Sería el colofón de una trayectoria nacida hace 4 décadas, jalonada con descubrimientos y actividades de las que han disfrutado los amantes de la astronomía, pero fundamentalmente varias generaciones de estudiantes. Vaya si será importante la misión del Observatorio de la UTN que ha conseguido que la extensión universitaria se dirija incluso hacia el cielo.