“Cuando el servicio se hace piel, nada es imposible”
La elegida. Carmen Lorenzatti de Bruno, la flamante Mujer del Año 2018 recibió la distinción del Consejo Municipal de la Mujer por sus más de 40 años de tarea solidaria junto al Club de Leones.
Por Mauricio Argenti
Desde que escuchó su nombre como nueva Mujer del Año de San Francisco, Carmen Lorenzatti de Bruno no para de recibir felicitaciones y elogios por parte de familiares, amigos y vecinos así como también de la comunidad en general.
A sus 80 años recién cumplidos, Carmen dedicó más de la mitad de su vida a desarrollar una loable tarea solidaria en el Club de Leones, donde ingresó junto a su esposo Elvio, con quien comparte la pasión por el servicio.
Hace 45 años que comenzó a colaborar en esta institución de la que poco a poco se fue enamorando y que hoy forma parte de su vida, dedicándole mucho de su tiempo y a partir de la cual logró el reconocimiento que ahora disfruta a pleno.
Precisamente, a partir de la tarea que desempeña en el Club de Leones, Carmen no dudó en señalar que "yo entendí lo que es el servicio" y disfruta hacerlo a diario.
"Nunca me esperé una distinción así. Esta fue mi primera nominación luego de 45 años de servicio, trabajando fuerte, porque yo entendí lo que es el servicio".
Una "leona" incansable
Tras definirse como "una mujer de bajo perfil", dijo que "para mí el servicio es una amplia avenida de doble mano donde es feliz el que recibe pero más aún lo es el que entrega, el que ayuda. Cuando el servicio se hace piel, nada es imposible".
Explicó además que su inicio en el Club de Leones "se dio junto a mi esposo, siendo muy jóvenes; fuimos invitados a integrar el club. Apenas comenzamos no había la tecnología de ahora y todo costaba un poco más para hacer las cosas. Un grupo de mujeres vieron en mí algo y de inmediato me impulsaron al trabajo. Así fue como comenzó mi tarea en el club".
Dueña de ideas "un poco alocadas pero realizables" -según la califican sus compañeras-, sin embargo Carmen vive pensando en hacer cosas que beneficien al prójimo y la creencia de que "nada es imposible" la motiva.
Un ejemplo de su incansable tarea social es que hace 37 años está al frente de la organización del desfile de moda tradicional de la institución y que se convirtió en una cita obligada para muchas mujeres de la ciudad.
Desde que se conoció su nombre como Mujer del Año 2018, Carmen no cesó de recibir saludos y felicitaciones a punto tal que "en la misma noche me homenajearon en el Club de Leones con una hermosa cena. Estoy orgullosa de estar en esta institución. Sé lo que es ayudar aunque siempre lo hago muy por debajo, no nací para la exposición".
Además, dijo que "es un orgullo" representar a las mujeres de la ciudad "sobre todo en este momento tan especial que vive la sociedad. Espero que las mujeres nos comprometamos más con el servicio. A los jóvenes les cuesta acercarse o son reacios pero no saben lo gratificante que es servir".
En momentos de analizar el rol de la mujer en la sociedad no dudó en señalar que el mismo "es difícil" porque "está muy comprometida en diferentes causas".
Carmen encontró en el servicio una de las mayores gratificaciones en la vida
"No estoy de acuerdo con el aborto"
Tras definirse "en contra" del proyecto de ley de despenalización del aborto, Carmen indicó que "tengo principios cristianos y creo que si Dios da la vida en el mismo momento en que se engendra, me pregunto ¿quiénes somos nosotras para quitarla?. Es mi opinión personal".
De todas maneras, indicó que "me parece bien el debate de este tema en la sociedad" así como también "todo lo relacionado con las iniciativas para combatir la violencia de género".
Por último, se dirigió a las mujeres de la comunidad a quienes les pidió que "se comprometan" y "no tengan miedo a acercarse a distintas instituciones porque ayudar gratifica y se cosechan hermosos frutos".