Consecuencia de la imprevisión
Los funcionarios que "tienen la lapicera" parecen mirar para otro lado y desconocer esta emergencia nacional.
El campo tiene serios problemas para terminar el proceso de cosecha gruesa. El transporte de carga pena de estación de servicio en estación de servicio para conseguir algunas gotas de gasoil. El de pasajeros comienza a sentir los efectos negativos de la carencia de este combustible. Y los puntos más alejados del territorio nacional empiezan a preocuparse seriamente ante la posibilidad de que el abastecimiento de productos esenciales deje de ser el normal.
Mientras tanto, en el gobierno se lanzan dardos acusadores a través de filosas cartas que dejan al descubierto la intolerancia y un internismo exasperante -así lo calificó el último ministro eyectado de su despacho-. Sobre la falta de gasoil, solo la promesa incumplida del jefe de Gabinete de que "en tres días" se iba a solucionar el problema. Mientras tanto, en la oposición algunas voces reclaman solo para traer agua a su molino y otros personajes parecen enajenados de la realidad nacional pues gastan su tiempo en discutir sobre las virtudes o los errores de Hipólito Yrigoyen.
Una de las entidades representativas del campo, Coninagro, esclareció, en un documento, una realidad que se está tornando angustiante. La entidad cooperativa nacional destacó que "la escasez de gasoil obedece principalmente, aunque no solamente, a la falta de producción dada por escasez de incentivos, restricciones regulativas y desaliento a la inversión, y consecuentemente a la necesidad de importación. Y la restricción cambiaria lleva hoy a restringir la importación. Esta ecuación se traduce en un evidente perjuicio". Pero además destacó que los precios internos no cubren los costos, ya sean de producción o de importación. En tanto, por cada litro de gasoil que vende un estacionero en el mercado interno, la petrolera que lo importó pierde 38,63 pesos (es decir, 350 dólares por cada mil litros comprados en el exterior). Lo que explica el faltante de mercado. Es cierto que la guerra en Ucrania agudizó el problema, pero adjudicar toda la responsabilidad a este conflicto bélico es forzar un relato insustentable, puesto que el déficit de gestión y la imprevisión son características que "engalanan" a los gobernantes actuales.
En este marco, coincidiendo con el diagnóstico de la "falta de previsibilidad", el vicegobernador de nuestra provincia sostuvo que nuestro país "tiene la posibilidad de sustituir el gasoil por biocombustible producido por productores y empresas de nuestra Argentina. Y, para que eso se haga, el gobierno tiene las herramientas para avanzar sobre el problema de desabastecimiento". Y que ello sería posible solo "con una decisión administrativa".
Sin ingresar en aspectos técnicos, cabría iniciar el análisis de esta propuesta. Aunque, por lo visto hasta ahora, el oficialismo ha trabado el desarrollo de la industria de los biocombustibles en el Congreso, al tiempo que los funcionarios que "tienen la lapicera" parecen mirar para otro lado y desconocer esta emergencia nacional.