Brenda Mato: “Muchas marcas se cuelgan de la inclusión solo para la foto”
La joven mendocina de 27 años es una modelo de talla grande y parte del "movimiento XL" en Argentina.
Brenda Mato es oriunda de la provincia de Mendoza, tiene 27 años y es modelo talla grande y activista del llamado movimiento XL en la Argentina.
Esta chica “curvy” es hoy la cara visible de la agencia de modelaje Plus Model Argentina, de las pioneras en el país que convoca a modelos plus size.
Brenda lleva desde 2015 cautivando a las marcas de la tendencia femenina. Esta cómoda con su cuerpo "rellenito" (como ella misma lo define), luciendo un estilo natural.
VOZ MUJER dialogó con la modelo sobre su compromiso social y el desafío de las mujeres con curvas pronunciadas que irrumpen en la industria de la moda, que todavía sortean las barreras de la discriminación y la exclusión, por no lucir cuerpos convencional e históricamente promovidos, la famosas medidas 90- 60 – 90-.
Si bien de un tiempo a esta parte, se comenzó, de manera gradual, a aceptar nuevas siluetas, Brenda dispara contra “la falsa inclusión”.
“No tengo qué ponerme” parece una frase trillada entre las mujeres pero es una realidad. En la actualidad, en la Argentina no existe una ley nacional de talles. Sólo las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Chaco, San Juan, Mendoza, Santa Cruz, La Pampa, Río Negro, la Ciudad de Buenos Aires -y algunas jurisdicciones- tienen normativas sancionadas que regulan el mercado textil.
En el mercado local, los talles empiezan en el 36 y terminan en el 44. A partir de ahí empiezan lo llamados talles grandes. Ahí comienza el dilema de muchas mujeres y Brenda tomó la posta con esta frase y es una luchadora en las redes sociales por una ley que abarque todo el país.
-¿Cómo te convertís en activista XL?
El activismo vino de la mano con el modelaje y con mi nueva forma de ver las cosas. De a poco, fui entendiendo que ser gorda no era lo único que era; que eso era parte de mí pero no me tenía por qué definir.
Empecé a compartir mi historia y mis palabras para que otras mujeres en mi misma situación pudieran entender que el problema no éramos nosotras, sino la sociedad.
No soy la dueña de la verdad y no todo lo que digo está bien ni doy recetas mágicas. Todo es un proceso y todos lo atravesamos de formas distintas. Hay gente que le sirve y ayuda lo que hago y hay gente a la que no.
-Comenzaste una carrera como modelo….
En realidad, fue algo que no busqué, se dio solo. Estudio danza desde los 4 años y en mi adolescencia estudié comedia musical. Luego de un pozo depresivo muy grande, donde creía que no importaba cuánto me esforzara porque nunca iba a poder vivir de lo que me gustaba, hice unas fotos con un fotógrafo y las subí a Facebook. Una amiga que tenía una marca de ropa me preguntó si me animaba a posar y de caradura le dije que sí y acá estoy , con mucho trabajo (risas).
-¿Qué marcas y revistas te eligieron?
Suelo trabajar con muchas independientes como KliHor y Tienda Abrakadabra, pero tuve la suerte de desfilar para marcas como Portofem e incluso ir invitada por Lot Of, una marca de Rosario, a dar una charla. Con las revistas suelo salir más que nada por notas sobre activismo y de color, pero por ahora no hay casi editoriales donde incluyan modelos de talles no estándar.
-¿Cómo te sentís con el modelaje?
A mí el modelaje me genera mucha libertad y también me divierte. Este trabajo tiene mucho de actuación, de saber controlar el cuerpo y eso me ayudó a aprender muchísimo.
-¿Te molesta que te digan chica “curvy”?
Me causa gracia. A la gente le da mucho miedo la palabra gorda, entonces tratan de usar cualquier término antes que ese.
Incluso, cuando yo hablo y digo “soy gorda”, nunca falta el que me dice: “no te digas así”, como si fuese algo malo. Cuando alguien alto dice: “soy alto”, nadie se pone mal. A mí me jode más los diminutivos o que incluso me digan: “Pero no sos gorda”, porque eso habla de una molestia y un rechazo a algo que no tiene nada de malo.
-¿La moda hoy es más amigable con las chicas más “rellenitas”?
La moda es muchas cosas. Hay muchas definiciones y muchas luchas sobre si la moda es o no para todos.
La realidad es que para las mujeres que tenemos cuerpos más grandes es bastante difícil encontrar prendas lindas y a la moda.
-¿Cuál es el desafío?
Superar la discriminación y la falsa inclusión. Si bien en el último tiempo cada vez somos más las que trabajamos de esto, muchas marcas se cuelgan de la inclusión y es solo para la foto. Y ni hablar en los desfiles, cuando a último momento te dicen que no podés hacer tu pasada porque no hay ropa para vos o sí lo hacés, pero con prendas que no tienen forma y las cosieron así nomás, de último minuto.
-¿Cuál es tu mensaje para las chicas con cuerpo real?
Que reales somos todas. Ningún cuerpo es más real que otro porque esto no es una competencia.
Lo que le digo a las chicas es que abracemos nuestras diferencias. No necesitamos ser más flacas, más jóvenes o más rubias para ser valiosas. Nuestro valor está en eso que nosotros tenemos y que otros no; en ser únicos.