Aída Tarditti: “Quienes luchamos por los derechos de las mujeres somos feministas”
La presidenta de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina dialogó sobre la brecha de género en el ámbito de la justicia. En Córdoba dentro del Poder Judicial el 66 % son mujeres.
Las mujeres ocupan la mayoría de cargos en la Justicia, pero los puestos superiores se concentran en varones, según una investigación publicada por la Oficina de la Mujer (OM), dependiente de la Corte Suprema.
En Córdoba, las trabajadoras mujeres ocupan el 66 % del poder judicial. Sin embargo, en cargos jerárquicos (jueces, fiscales y asesores letrados), los hombres superan a las mujeres, 56 % contra 44 %.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, la flamante presidenta de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina, Aída Tarditti,integrante de la sala Penal del Tribunal Superior de Justicia, repasó las luchas y los avances paulatinos para que la equidad de género se fuera afianzando en el Poder Judicial de Córdoba.
Con 40 años de trayectoria, reconoció que sufrió discriminación por ser mujer. "Me dijeron que por mi género no podía estar en el fuero penal. Ingresé en la década del `70 y aquí estoy, más de 40 años después", dijo.
-Se enfrenta un nuevo desafío, presidir la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina.
Es una responsabilidad enorme porque estoy representando a una Asociación de más de 26 años de historia conformada por excelentes mujeres. Venimos del liderazgo de Susana Medina de Rizzo, quien desarrolló una gestión excelente y permitió un crecimiento enorme de la entidad. Nuestra asociación no cuenta solo con reconocimiento a nivel nacional sino también a nivel internacional. Las mujeres de la justicia del mundo tenemos problemáticas similares.
- ¿Cuál es su propuesta de gestión?
Bregamos principalmente por la plena igualdad de la mujer. También por sus derechos humanos, su capacitación y el fortalecimiento institucional.
- ¿Cuáles son esas problemáticas similares?
La primera es la falta de igualdad de oportunidades. Esa es nuestra principal barrera. Pero a esto se suma la violencia en sus distintas manifestaciones.
- ¿La Corte Suprema es el caso más visible de la desigualdad de género en el Poder Judicial? Solo una mujer entre cuatro varones.
Sí, pero más allá de eso hay que pensar lo que significó el ingreso de Carmen María Argibay a la Corte Suprema, fue la primera mujer en ser nominada por un gobierno democrático para integrar el más alto tribunal de justicia de Argentina, y Elena Highton. Los cambios que ellas produjeron como la creación de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) y de la Oficina de la Mujer hicieron hablar de temas que nunca antes se hablaron.
- ¿Cómo se trata de un caso desde la perspectiva de género?
Voy a citar un ejemplo. En el derecho penal, estudiamos que cortar el pelo a alguien no es delito por lesión porque el cabello crece. Hace un tiempo atrás, un hombre atacó a su ex pareja rapándole parte de su cuero cabelludo. Por esta situación, la mujer no salió más de su casa porque le daba vergüenza cómo había quedado. Cuando estamos ante este tipo de hechos concretos, debemos ampliar la mirada y pensar: ¿es verdad que cortar el pelo no provoca un daño? ¿Es acaso un hecho de este tipo humillante e insalubre para la víctima? La perspectiva de género permite visibilizar un hecho por completo.
- ¿Podemos hablar de feminismo judicial?
Quienes luchamos por los derechos de las mujeres somos feministas. Tratamos de llevar una agenda común de problemáticas del género pero como asociación de juezas que somos, debemos tener prudencia en nuestras actitudes. Amja no solo lucha por más espacios sino por el acceso de mujeres de otros ámbitos más vulnerables o en desventaja como son las indígenas y las rurales. Una mujer en la Justicia permite que haya una lucha por estas minorías.
- ¿Usted sufrió el machismo?
Sí. Me dijeron que por mi género no podía estar en el fuero penal. Ingresé en la década del `70 y aquí estoy, más de 40 años después.
- ¿Qué rol juega la maternidad?
Es necesario que haya diálogo sobre la distribución de los roles y tareas tanto de hombres como mujeres. Que ella lleve adelante el embarazo no significa que el cuidado recaiga solo sobre ella.
-¿Cómo está el Poder Judicial en Córdoba en cuanto a cupo femenino?
La provincia de Córdoba es un caso interesante. Tiene tres ministras en el Tribunal Superior de Justicia mientras que hay poderes en otras ciudades del país que no tienen ninguna. También es notoria la gran participación de mujeres en concursos, funcionariados o magistraturas. Podemos decir que va aumentando la cantidad de espacios ganados por mujeres.
- ¿Cuál es el rol del hombre en esta lucha?
Nada es posible sin los compañeros. Nosotras no luchamos contra los varones sino que nos acompañen en esta lucha. La Oficina de la Mujer y la de Violencia Doméstica (OVD) en la Corte Suprema de la Nación surgió y se mantiene gracias al apoyo de los jueces varones.