Agro: por una planificación sustentable
El gobierno de la provincia de Córdoba creó un programa de promoción de buenas prácticas agrícolas, con el objetivo de dar estímulos a los productores que trabajen de manera sustentable en sus explotaciones. Es decir, que roten cultivos, conserven suelos, protejan bosques nativos y hagan manejos de rodeos de manera integrada, entre otras actividades.
La decisión gubernamental fue presentada en el marco de la Fiesta Nacional del Trigo y ha sido recibida con expectativa por el sector agropecuario provincial, hoy inmerso en una problemática de difícil resolución debido a las inundaciones que afectan a gran parte del territorio nacional. Son numerosos los especialistas que sostienen la convicción de que los anegamientos de campos son más graves hoy que en otros tiempos porque los modelos productivos no contemplaron la necesidad de ser sustentables, al menos en las últimas dos décadas.
En este marco, se trata de un hecho plausible la decisión de impulsar desde el Estado una propuesta que incentive a los productores a trazar planes de trabajo que contemplen las necesidades medioambientales y las conjuguen con las productivas. Sus impulsores han señalado a la prensa especializada que se trata de una idea sin antecedentes en el país pero adaptada a las particularidades propias del agro cordobés.
Por ejemplo, en muchas zonas de Córdoba, la rotación de cultivos ya alcanza en algunos casos el 50 por ciento de soja y la otra mitad, gramíneas. Asimismo, hay regiones donde predomina la ganadería y no la agricultura. Por eso, el decreto que enmarcará jurídicamente al programa de promoción de las buenas prácticas estará acompañado de resoluciones que establecerán los parámetros que se tendrán en cuenta para premiar las prácticas que sean prioritarias para cada zona. Es de esperar que el contenido de esta normativa sea primero motivo de consulta con, al menos, las instituciones que representan a los productores cordobeses.
La medida contemplaría premios que no se relacionarían con beneficios fiscales, sino con aportes económicos directos que saldrán de un fondo específico aprobado en el Presupuesto 2017. Si bien se indicó que los montos no han sido definidos, la escala de bonificaciones será mayor a medida en que los productores implementen los trabajos que se promocionan. Incluso, según se anunció, habrá certificaciones de calidad que permitirán mejoras para los hombres de campo a la hora de comercializar sus productos.
Es una iniciativa que, desde lo teórico, viene a dar respuestas a la necesidad de terminar con prácticas agropecuarias que, a mediano plazo, agotarían los suelos o terminarían con la vida de bosques nativos, por ejemplo. Por cierto, las dudas sobre su implementación todavía persisten y seguramente habrá que realizar ajustes a medida que se desarrollen las distintas instancias previstas. Pero no cabe duda de que, si es bien llevada adelante, puede traer beneficios sociales, ambientales y económicos para muchos sectores del agro cordobés que, de manera cíclica, sufren las consecuencias de los vaivenes financieros del país y de las inclemencias meteorológicas, entre otros factores negativos.