Vivir en el campo: la primera vez que estar aislados “es una ventaja”
La cuarentena en las colonias de San Justo se vive como una rutina normal, ese aislamiento que les limita al acceso de muchos servicios, es hoy el que se convierte en "su arma de defensa" contra el virus que enluta al mundo.
Por Vanina Panero | LVSJ
Si bien nadie está exento a la pandemia del coronavirus, quienes residen en el campo toman la cuarentena obligatoria como parte de la rutina normal que tenían antes de la medida dispuesta por el gobierno nacional. Ese mismo aislamiento que los limita al acceso de muchos servicios, es hoy el que se convierte en "su arma de defensa" ante la amenaza del virus que hace estragos en el mundo, y sobre todo en las grandes ciudades.
El éxodo rural hizo que hoy sean unas pocas las casas que se ven en el campo, donde viven pocas familias, por cierto aisladas unas de otras. No existe el contacto masivo en supermercados, farmacias y ni siquiera, al salir a la vereda, ya que kilómetros separan a una vivienda rural de otra.
No obstante, se toman los recaudos necesarios y el cambio de algunos hábitos: la juntada en el bar o en la plaza a la tardecita, ya no es posible; ya no viajan a los pueblos más cercanos para hacer las compras y hasta muchos dejaron el mate.
El único policía que reside en el pueblo se encarga de controlar que se cumpla el aislamiento obligatorio, lo cual sostienen "se hace más fácil al ser pocos y conocerse todos".
Lejos de la psicosis de la ciudad
Jefes comunales consultados por LA VOZ DE SAN JUSTO aseguran que "en la zona rural no se vive la psicosis que se ve en el pueblo o las ciudades, no obstante se toman las medidas preventivas".
Aseguran que el acatamiento de la población a la cuarentena total es "bastante alto". "El primer día costó hacerle entender a la gente que todos estamos en riesgo, pero hoy ya no se ve nadie en la calle".
"Vivir en el campo es lo mejor que te puede pasar en estos tiempos"
El jefe comunal de Colonia Anita aseguró que "la gente del campo vive con cierta tranquilidad. Si bien toma todos los recaudos, creo que hoy vivir en el campo es lo mejor que te puede pasar".
Si bien aclaró que las familias rurales toman todas las medidas preventivas, al igual que en el pueblo, la ausencia de supermercados y almacenes no es un problema, ya que " cuentan con una defensa alimentaria al tener sus propias huertas y animales para comer".
Las Pichanas, más preocupada por el dengue
Si bien son conscientes de que todo están expuestos al riesgo del coronavirus, en Colonia Las Pichanas la gran amenaza es el dengue, teniendo en cuenta la cercanía con la localidad de Marull, foco de la enfermedad.
Así lo manifestó el propio jefe comunal, Línder Landra. "En mucha gente hay temor de que llegue el coronavirus y nos traiga problemas, pero nos tranquiliza que no haya ningún caso cercano en la región", dijo.
"Nosotros estamos más amenazados por el dengue, tenemos el foco a 20 kilómetros (por la localidad de Marull)", puntualizó.
En cuanto al control del cumplimiento de la cuarentena- a cargo de la policía- "somos un pueblo chico donde nos conocemos todos, eso nos permite estar conectados mediante grupos de watsapp, y la tarea se hace más sencilla".
Cambio de hábitos en Valtelina
Gabriel Felippa, presidente comunal comentó que en su pueblo- Colonia Valtelina- al principio costó que la gente acatara el aislamiento obligatorio, pero que desde ayer "no se ven vecinos en las calles, todo está desierto".
"Los almacenes compran en las grandes urbes para abastecerse y la gente compra allí para evitar salir al pueblo. Se ven las colas afuera, cosa que hace unos días no se veía", comentó.
"El bar del pueblo también tuvo que cerrar, pero la gente lo acató bien. Ya no hay nadie en la plaza ni en las calles", concluyó.