“Vivimos y dependemos de los socios”
Javier Díaz es el Jefe de los Bomberos Voluntarios de Frontera y destacó el apoyo de los vecinos en tiempos difíciles. Un cuartel chico, pero con una vocación muy grande.
El Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Frontera está próximo a cumplir 3 años de vida. Más allá de las 570 salidas y las mejoras en equipamiento que fueron logrando, el capital más preciado es el apoyo y la confianza de los vecinos. Javier Díaz, su jefe, destacó que gracias a ese aporte pueden seguir creciendo: "La gente quiere pagar su cuota y para nosotros eso es maravilloso".
El cuartel comenzó a operar el 15 de junio de 2018 y comenzó con 17 efectivos. Por diferentes cuestiones hoy ese número se redujo a 11, pero hay 3 aspirantes próximos a sumarse y 10 que ya comenzaron a capacitarse.
Para Díaz esa cantidad de bomberos podría ser superior: "Siempre es poco, hables con quien hables. Te van a decir 'somos 100 pero ante cada salida es poco'. Nosotros somos 11 pero a la hora de salir no estamos todos, a veces juntamos 5, a veces más, a veces menos. Todos trabajamos, porque acá no es venir, cumplir horas y cobrar un sueldo. Esto es ad honorem, más allá de que lo hacemos con la mayor de las responsabilidades".
Javier Díaz, jefe del
cuerpo de bomberos de Frontera.
Los voluntarios son todos de Frontera y esa es un requisito, pero a la vez una ventaja por conocer las particularidades de la ciudad. "Conocemos la calle, sabemos por dónde podemos acortar, por dónde no hay que ir, a qué hora se puede pasar. Eso nos da tranquilidad para trabajar, pero siempre con respeto. Hemos ido a lugares donde nos dijeron 'no me toques nada' y nos retiramos. Uno sabe cómo trabajar y por eso digo que en estos casi 3 años nos ha ido muy bien", comentó.
La principal actividad a lo largo de estos casi tres años de actividad para los bomberos de Frontera fue asistir a incendios de campos y pastizales. El objetivo a corto plazo es equiparse y quedar habilitados para acudir a accidentes en las rutas.
Tiempos de pandemia
La rutina se vio alterada con la llegada del coronavirus, cuando debieron ponerse al servicio de los controles. "Por disposiciones de la provincia se determinó que teníamos que hacer el operativo de control en la ruta y estuvimos durante 15 días las 24 horas. Nos pusimos a la altura de lo que la Federación y la provincia nos pedían. Fue muy gratificante para nosotros", expresó.
Javier Díaz, jefe del
cuerpo de bomberos de Frontera.
En tiempos difíciles, contar con el apoyo incondicional de los vecinos es fundamental. "Siempre estamos profundamente agradecidos a los socios. Son nuestro pilar principal, además de algún evento que se realice. Después están los subsidios que podamos conseguir, que gracias a Dios este año nos llegó el primero a nivel nacional muy importante. Fueron 4 años de muchos trámites y finalmente entramos al sistema. Eso nos va a dar un aire como institución, que es pequeña, para poder despegar", aseguró.
Ese subsidio nacional será destinado a la compra de una nueva unidad. Sería la tercera para el cuartel. "A la 01 la compramos vendiendo locro y empanada" -comentó- "esa es nuestra esencia: el trabajo, y el agradecimiento a los vecinos".
El aporte de los productores
La segunda unidad llegó gracias al aporte de los productores rurales. "Elaboramos un proyecto que se lo presentamos a los productores para la adquisición de la camioneta y no hubo ningún problema. El productor sabía que cuando nos llamaba nosotros estábamos. En tres meses conseguimos la camioneta que es muy útil para estos casos. Ahora agregamos un tanque de 1.800 litros que vamos a estar presentando en los próximos días que se logró gracias a un subsidio gestionado por la presidenta comunal de Josefina", recalcó.
De todas maneras remarcó que "Vivimos y dependemos de los socios".
A su vez agregó que más allá de que en pandemia muchas familias vieron reducirse drásticamente sus ingresos y dejar de pagar cuotas societarias suele ser uno de los primeros ajustes. "Sería entendible que así sea, porque todos vivimos de nuestros trabajos y cuando bajan nuestros ingresos es complicado. Pero nosotros nos encontramos con gente en la calle que nos llama. Nos dicen 'vení a cobrarme porque sé que ustedes necesitan la plata'. La gente quiere pagar y para nosotros es maravilloso", concluyó.