Violencia en el noviazgo: cómo reconocer las señales de alerta
Celos, situaciones humillantes, control de las salidas, del modo de vestir, de la actividad en las redes sociales, son algunas de las señales de la violencia en el noviazgo que se potencian con la utilización de las nuevas tecnologías de comunicación como celulares, computadoras y tablets.
La violencia aparece en los vínculos
en general, sin embargo puede visualizarse de manera más frecuente
en la pareja. Lo importante es que se puede detectar desde las
primeras etapas, teniendo en cuenta las señales de alerta desde el
momento del noviazgo.
Las licenciadas en Psicología, Nadia Castelli (MP-9939) y Victoria Sticca (MP-9315), quienes brindaron una charla a estudiantes secundarios invitándolos a reflexionar sobre los vínculos en el noviazgo, en el marco de la la campaña "16 días de activismo" en contra de la violencia hacia la mujer, lanzada días atrás por el Consejo Municipal de la Mujer detallaron cuáles son las situaciones que deben tener en cuenta adolescentes y padres para detectar situaciones de violencia en las relaciones.
"Coincidimos en lo importante de convocar a pensar, sobretodo junto a los más jóvenes que muchas veces muestran una mayor flexibilidad, pluralidad y disposición para reflexionar sobre algunos temas que los adultos por la experiencia y la automatización de algunas conductas y formas de pensar no pueden abordar de una manera desprejuiciada o desnaturalizada", aseguraron las profesionales quienes juntas abordaron distintos cuestionamientos.
-¿Por qué se produce la violencia en el noviazgo?
El noviazgo se caracteriza por un momento de mucha intensidad y pasión donde la dependencia puede resultar mayor a otras etapas. Es durante este momento donde el deseo de conocer al otro hace que se comparta más tiempo. Esta etapa es la antesala de proyectos relacionados con la vida familiar a futuro, entre otros proyectos que puedan llevar a cabo las parejas.
Para algunos sujetos puede resultar un momento sumamente importante, por ello muchas veces le dan un lugar primordial y pueden ceder a otros espacios o situaciones para dar curso a esta etapa. El inconveniente aparece cuando este ceder es total y marca una dependencia en relación al otro.
El control es una de las características fundamentales de los noviazgos violentos que muchas veces son camuflados por el agresor como modos de protección hacia la pareja; es este control y esta dependencia absoluta los indicadores a los que hay que atender como pareja, como familia y como institución educativa.
- ¿La violencia en las relaciones durante la adolescencia puede continuar en la adultez si la pareja sigue?
Las relaciones violentas generadas durante la adolescencia en general se minimizan, se invisibilizan, por eso es importante la prevención y la visibilización de estás prácticas para que en una futura relación adulta esas conductas no estén presentes.
En muchos casos ocurre que relaciones de parejas adultas evidencian que las conductas violentas se iniciaron en la etapa de noviazgo, al no haber detección ni intervención alguna sobre ese vínculo. La conducta no ceso y la violencia aparece sostenida en el tiempo, con dificultades aún mayores como dependencia económica que impide muchas veces la separación del agresor o la agresora, hijos dentro del núcleo familiar que también resultan víctimas de estos modos violentos de vincularse con el otro, patologías como depresión en los sujetos violentados, entre otras situaciones que tornan aún más compleja la situación.
- ¿Cuáles son las señales que tenemos que tener en cuenta para detectar si una hija o hijo están siendo víctimas de violencia en una relación de adolescentes?
Los celos en demasía; la humillación (para con el otro); el sometimiento al silencio; el control del modo de vestir y de las salidas; la exigencia de tener el celular siempre prendido y que responda sin demora.
Muchas veces hay prácticas micro violentas que quedan invisibilizadas naturalizándolas como cuestiones de la época, tales como el uso de las tecnologías y el abuso de la exposición de lo privado en las redes.
Aquellas prácticas se entretejen en lo cotidiano generando silencios, omisiones, naturalizando conductas que comienzan con pequeños indicios y terminan en desenlaces trágicos.
Las nuevas tecnologías también pueden contribuir a crear advertencias: la exigencia de tener el celular siempre prendido y que se responda sin demora, que la pareja revise los chats, WhatsApp, Facebook, Snapchat son evidentes signos de una relación de sometimiento que muchas veces queda encubierto con consignas de amor, cuidado y protección.
Muchas veces pasa inadvertido pero las conductas violentas se convierten en experiencias que se reiteran y se sostienen con el tiempo. Es importante resaltar que son prácticas que no desaparecen de un día para el otro, comienzan y se acrecientan.
- ¿Cómo puede prevenir la familia y especialmente la escuela?
El rol de la familia es fundamental, sobretodo porque aquí aparecen los modos de vinculación con el otro que los sujetos van incorporando para su vida a futuro. De la misma manera la escuela es un espacio importante donde la transmisión de valores y la posibilidad de cuestionar o cuestionarse, permite que se aborden estos temas.
Muchas veces es arrancar por repensar lo que nos han transmitido socialmente, por los roles asignados para mujeres y hombres culturalmente. La familia y la escuela son lugares de referencia para cualquier sujeto, la posibilidad del dialogo y de una escucha comprometida resulta primordial.
Diseñar estrategias -charlas, intervenciones artísticas, talleres de reflexión- que favorezcan este diálogo y esta escucha resultan herramientas fundamentales de prevención y detección. Muchas veces la detección va acompañada de muchas dudas y temores, es importante que en esta instancia se recurra a profesionales o personas idóneas que puedan acompañar el proceso de una manera más clara y contenida emocionalmente.
- ¿Qué deben saber los chicos?
La violencia emocional o psicológica aparece así disfrazada de amor y, progresivamente, va socavando las posibilidades de los jóvenes de elegir libremente. Progresivamente, las víctimas terminan creyendo ser merecedoras de las agresiones verbales, simbólicas o físicas y terminan naturalizando la relación violenta en la que están inmersos.
De esta forma, la mayoría de las adolescentes no pueden expresar, niegan o no se dan cuenta de estar atravesando una situación de violencia e ingresan así en una espiral del silencio.
Las invade la vergüenza, el temor, la desconfianza y la presión social que las recluye y aparta de sus afectos. Si bien la ejercen tanto los hombres como las mujeres; consideramos que la invisibilización de ciertos modos micro machistas que circulan en nuestra sociedad deja a las mujeres en un estado de vulnerabilidad.
Las licenciadas en Psicología, Nadia
Castelli y Victoria Sticca detallaron que hay que tener en cuenta
para detectar situaciones de violencia en el noviazgo
¿Cuáles son las consecuencias?
Los noviazgos violentos pueden causar:
- Depresión que puede llevar al suicidio.
- Aislamiento
- Fracaso escolar.
- Trastornos de la alimentación
- Trastornos del sueño
- Baja autoestima
- Adicciones.
- Embarazos no deseados.