Viaje a un ícono lácteo que potencia la economía regional
Aquel emprendimiento de cooperativistas soñadores ahora es un grande lechero en la Argentina y desde Freyre exporta a dos continentes. La marca Manfrey es un certificado de buena calidad. Reconocida por su dulce de leche, factura $8.000 millones al año y ocupa unas 530 personas y más de mil familias de forma indirecta. Su arraigada actividad aporta un gran desarrollo a escala local y una marcada responsabilidad social y con el medioambiente. Recorrerla es una invitación a conocer el buen hacer del sector agroalimentario, la cultura de quienes trabajan y la historia de la producción.
Somos industria. Somos trabajo. "Somos lo que hacemos", es una nueva propuesta de LA VOZ DE SAN JUSTO a través de sus diferentes canales -papel y digital-, AM 1050 y Cadena 3 San Francisco para poner en valor la producción local y regional, visibilizando lo que se hace en la "pampa gringa" para el país, el Mercosur y el mundo.
El objetivo es permitirles a los lectores conocer qué procesos y quiénes están detrás de cada producto "made in" San Justo. En la primera entrega, un jugador estratégico en la cadena de valor del sector lácteo: Manfrey,
En un sector complejo y ultracompetitivo, la cooperativa láctea, pronta a cumplir 78 años, logró en 2020 un interesante crecimiento en su participación de mercado, con una facturación de $8.000 millones y 535 empleados en su planta ubicada en Freyre, donde industrializa más de 200 millones de litros de leche al año provenientes de más de 300 productores.
"Manfrey no es ajena al contexto que atraviesa el sector. De todos modos, pusimos mucho énfasis en las necesidades del mercado", cuenta Ercole Felippa, que comienza la entrevista repasando la actualidad de la organización que preside ininterrumpidamente desde 1996.
En la pandemia por el Covid-19, la industria nunca cerró sus puertas, de hecho, tuvo mayor actividad respecto de 2019. El aumento en la demanda impulsó el crecimiento de la producción y venta de leche y sus derivados.
La cooperativa con una fábrica de tres manzanas y ventas por $ 8.000 millones.
Desde el centro geográfico del país y en plena cuenca lechera, en un pueblo de unos 8.000 habitantes, la empresa ocupa 23.000 metros cuadrados cubiertos, en un predio de 24 hectáreas, y exporta hasta el 15% de su producción. En el mercado externo experimenta un crecimiento lento, pero sostenido, que se focaliza en productos commodities como la leche en polvo y también en su producto estrella, que hizo de Manfrey marca de cabecera de los locos por el dulce de leche. En sus versiones clásico y repostero, éste se metió de lleno en el corazón de muchas generaciones de argentinos; más de uno que ya peina canas sigue eligiéndolo. La láctea además es muy reconocida por sus yogures.
Siete décadas cuesta arriba
Antes de Manfrey, se llamó Fábrica de Mantecas Cooperativa Limitada, que era una asociación de cooperativas (de segunda grado). Movidos por el afán de mejorar el rendimiento de su producción lechera, en 1943, representantes de seis cooperativas se reunieron en Freyre con el propósito de fundar una sociedad para la elaboración industrial y venta los productos de los socios. La primera venta de 400 kilos diarios de manteca en cajones de 25 kg. cada uno "sobre vagón Rosario", fue la concreción de un sueño que demandó entusiasmo, tesón y mucho trabajo.
¿Cómo se llega desde ese punto de origen hasta este presente? Felippa sostiene que en la sumatoria de decisiones, "llegar a nuestros consumidores con un producto de máxima calidad a un precio accesible" fue clave para el éxito y permanencia en la industria de alimentos de la Argentina.
Sus proveedores de materia prima son las vacas.
Manfrey tiene 112 socios
activos, tambos que venden su producción y tienen beneficios como un criadero
cooperativo de terneros, ventas de insumos, semillas, préstamo de
agromaquinaria, que le permiten reducir los costos de producción. A su vez, posee unos 200 socios pasivos.
Para una empresa con poca solidez, hubiera sido un año muy difícil, pero Manfrey, que reportó altas ganancias en sus últimos ejercicios, salió fortalecida. "Los primeros meses de la emergencia sanitaria, durante de la cuarentena, hubo un cambio de hábito en el consumo de las familias, fundamentalmente por estar más tiempo en el hogar. Sobre todo, se dispararon las ventas de dulce de leche y crema", dice Felippa.
"El incremento de ventas del último tiempo, hizo que nuestra capacidad de respuesta al mercado se viera condicionada. Entonces, decidimos ampliar nuestra planta de yogures y dulcería con la meta de que estén operativas en octubre".
Manfrey no solo genera un fuerte impacto económico y social en el pueblo sino en toda la región. Es la cara de la industrialización de la lechería cordobesa. "Jugamos un rol muy importante en Freyre y también en la región por la cantidad de empleo directo generado", asegura el entrevistado.
Su nivel de facturación la ubica entre las principales empresas de la provincia. El 80% queda en la población, entre salario, materia prima y proveedores locales.
En 2020, industrializó un promedio de 580.000 litros de leche diarios, amplió
su portafolio de productos e invirtió $120.000.000.
Sobre el modelo de negocio y visión estratégica, Felippa describe: "Definimos una serie de objetivos que tienen que ver con llegar a nuestros consumidores con un producto de máxima calidad a un precio accesible. Siempre pusimos al mercado como el elemento prioritario del complejo productivo comercial y en función de eso, trazamos el resto de los objetivos".
Calidad, la clave
Hoy 112 tambos entregan su producción diaria a Manfrey, lo que equivale a 450.000 litros por día en esta época del año, cuando se registra el pico mínimo de producción. No obstante, industrializan hasta 650.000 litros diarios en la mejor etapa (octubre/noviembre).
La variación "tiene que ver con una cuestión climática; también con la parición de las vacas en los tambos, mayor oferta de forrajes y otras cuestiones, pero básicamente, con un factor climático".
Para asegurar la eficacia desde el momento mismo que la leche sale de la vaca, Manfrey implementó un sistema de pago que prioriza la calidad del producto: la composición de la leche (cantidad de grasas y proteínas), el contenido de células somáticas y unidades formadoras de colonias. Además, se hace un control de contenido de agua. Por ejemplo, si es leche que contiene antibióticos, se rechaza.
"Al principio costó pero que el productor ha venido trabajando muy bien y ya tiene internalizadas esas variables ya que hacen a la diferencia del precio", explica el titular de la cooperativa láctea y afirma que "el mercado es cada vez más exigente y con un producto de mala calidad, sería difícil llegar".
Felippa: "Hemos ido ganando market share, creando mercado y realizando un proceso de inversión muy fuerte".
En resumen: si un tambo presenta una calidad inferir, cobrará menos, con lo cual, "el esfuerzo por entregar una materia prima de máxima calidad ya es algo asumido por los productores".
En tanto, de nada serviría recibir un producto básico de calidad si luego el proceso de producción no mantiene esa calidad. Pero ese no es el caso de Manfrey, que trabaja con normas de calidad, de buenas prácticas de manufacturas, certifica HASCP TÜV Rheinland, BPM, ISO 17.025, entre otras normas internacionales y por supuesto, requerimientos del Senasa.
Desarrollo industrial y comercial
Felippa tiene claro que ser un buen industrial de nada serviría si no se es un buen comerciante, más allá de que la cooperativa no tenga como único objetivo el lucro, pero ninguna organización empresaria duraría siete décadas si no fuera rentable.
Para ubicar sus productos en las góndolas, Manfrey posee ocho centros de distribución propios: Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Resistencia, Santa Fe, Rosario, Buenos Aires y Córdoba, además de la casa central. "Cubrimos la mitad del país hacia el norte y Córdoba abastece también a la región de Cuyo. Al resto de las provincias llegamos con representantes y se comercializa en flota tercerizada".
En su modelo de negocio, Manfrey se animó a
dar el paso del pago por calidad.
Mercado externo
"Si bien Manfrey siempre tuvo un perfil exportador, en los últimos años hemos ido perdiendo participación en el mercado internacional y este 2021, entre el 10 o 15 % de la producción se destinará al comercio exterior", cuenta el titular de la cooperativa.
"Nuestro principal mercado es Brasil, adonde básicamente exportamos leche en polvo; también exportamos a Chile y Estados Unidos, dulce de leche; a Paraguay, y en los últimos días cerramos operaciones con los países africanos Argelia, Zambia, Mauritania".
Felippa indica que tratan de colocar sus productos "en función de la rentabilidad del momento. El grueso de la exportación -excepto el dulce de leche que tiene un valor agregado-, la leche en polvo, que es un commodities, se aporta en bolsas de 25 kilos. Hoy con un valor alto de la leche en polvo a nivel mundial, fundamentalmente dado por las compras que hace China, estamos direccionando un mayor volumen a esa exportación".
En este punto, Felippa cuestiona la decisión del Gobierno de imponer mayores exigencias a las lácteas para vender su producción al mundo: "Mientras cualquier país incentiva sus exportaciones, acá se gravan con retenciones y eso afecta a toda la economía".
El proyecto del "megatambo" cordobés
La cooperativa láctea mantiene firme lo anunciado en 2019: la construcción del tambo más grande de Córdoba, un campo de 50 hectáreas, con el que busca producir más.
"Si bien este megaproyecto sigue en pie, lo estamos encarando de manera modular: avanzamos en el estudio de impacto ambiental para que en el corto plazo empecemos a mover tierra para construir el primer módulo de aproximadamente 500 vacas", comenta Felippa.
Mientras tanto, a través del tambo cooperativo, Manfrey lleva adelante un esquema de producción propia que aporta 20.000 litros de leche diarios.
Sustentabilidad
Manfrey ha incrementado sus programas de producción sustentable y es firmante del Pacto Global de Naciones Unidas. "El tema ambiental forma parta de los objetivos de sustentabilidad de la compañía y en ese sentido venimos trabajando y haciendo inversiones".
Precisamente, una de esas inversiones se hizo en el tratamiento de efluentes. Manfrey tiene operativo un equipo de nanofiltrado, osmosis inversa y ultrafiltrado que rescata del suero -que se obtiene a partir de la elaboración de quesos- proteínas (utilizadas como un insumo para la industria alimenticia), la lactosa y dejando un agua sin materia orgánica.
También posee una planta productora de gas sintético que funciona con chips de madera; sustituye una parte del fuel oil por biomasa con la idea es llegar a sustituirlo en su totalidad.
Otros de los puntos referido a la sustentabilidad es la asesoramiento a productores en lo concerniente a buenas prácticas (uso sustentable suelos, de aplicación de fitosanitarios, etc.).
Manfrey 2025
La compañía mira al futuro con énfasis en los avances tecnológicos. "Nos hemos trazado una hoja de ruta, la llamamos el plan Manfrey 2025, en la que delineamos objetivos estratégicos para transitar y cumplir a lo largo del tiempo -continúa Felippa-. En 2025 veo a Manfrey como una empresa sumamente competitiva, focalizada en productos de alta calidad, con un consumidor mucho más selectivo y exigente, y analizando nuevas formas de comercialización más cercanas al comercio electrónico".
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"La figura cooperativa da un valor agregado" TITULO
Desde su creación, su inserción en el mercado fue creciendo sin renunciar a los valores y principios que le proporcionan su identidad. Puede decirse que Manfrey es una empresa "más humana", por su compromiso y arraigo en su territorio. También, que el desarrollo económico de Freyre influyó en su progreso y lo sigue haciendo.
Desde abril de este año, Manfrey cuenta con gas natural, tras conectarse al servicio a través del Sistema de Gasoductos Troncales del programa "Conectar Gas Industria" que lleva adelante el Gobierno provincial.
La cooperativa como herramienta de gestión empresaria, ¿hace a una compañía más resiliente ante las crisis económicas? Felippa responde: "La figura cooperativa da un valor agregado como organización con un alto contenido social". Sin embargo, es de los que piensan que "la fortaleza de cualquier organización empresaria, más que por su estructura jurídica, pasa por su modelo de gestión. Para Manfrey, el concepto de eficiencia, de mejora continua y de competitividad tienen que ser igual o mayor que en cualquier organización privada. Para nosotros, la eficiencia y la competitividad de la cooperativa son fundamental. La figura cooperativa sigue siendo una herramienta válida de gestión cuando se aplican esos criterios de eficiencia y competitividad".
Manfrey enfrenta con solidez los momentos difíciles, "ha mostrado a lo largo del tiempo estar a la altura de las circunstancias, superando cada una de las crisis, y no tengo dudas que también saldrá airosa de este contexto de pandemia", concluye Felippa.
Escenario
Pese a ser parte de una típica economía
regional, no es ajena a la realidad de un sector muy intervenido por los
distintos gobiernos, afectado por el control de pecio, restricciones a las
exportaciones y otras cuestiones que contribuyen a una desventaja entre los
costos y los valores. "Cuando
se dice que en la Argentina los alimentos son caros, es fácilmente demostrable
que en realidad son muy baratos, lo que sucede es que el poder adquisitivo ha
caído, los salarios perdieron poder de compra y es cada vez más difícil el
acceso", sostiene Felippa. Y advierte que los márgenes son más escasos
por la suba de costos y por la dificultad de actualizar los precios. "Lamentablemente,
la Argentina tiene un problema de desequilibrios macroeconómicos. Estamos un
proceso de inflación que genera muchas inseguridades. El esquema de precios
máximos que se ha implementado desde el Gobierno distorsiona, porque es difícil
controlar los precios a salida de fábrica cuando el resto de los insumos son
libres. Entonces, se produce un desacople". Ante un escenario de fuerte presión fiscal,
Felippa plantea que "es fundamental tener un equilibrio impositivo y una
inserción inteligente de la Argentina en el mundo, logrando acuerdos
comerciales con distintos bloques económicos o con otros países en donde el nuestro
pueda exportar más y para ello tiene que importar más; y no hablo de bienes de
consumo que compitan con la industria nacional, sino de inversiones, de bienes
de capital, de tecnología, que nos ayude a mejorar nuestra competitividad".