Una pintura regresa a la familia Olocco para reflejar un amor de juventud
Reencuentro que "pinta" una historia de amor. Volvió a la familia de Esteban Olocco una obra del fallecido artista que esconde un amor de hace 65 años.
Se encuentran agradecidos. Se trata de Adoriz Bono y Marcelo Olocco, esposa e hijo del fallecido artista plástico Esteban Olocco, quienes recibieron un cuadro pintado por Esteban de parte de Jorge Luchetti, un vecino de Rafaela.
En tanto, la sorpresa fue grande cuando Adoriz descubrió que la obra los refleja (a ella y Esteban) cuando todavía eran novios, en la localidad de Devoto, "65 años atrás".
"Él entendió que el cuadro nos correspondía a notros, la familia", dice Adoriz en relación a Jorge, quien se apareció el jueves pasado en compañía de su hermana (Ana María) para hacer entrega del cuadro. "Le estamos muy agradecidos, es un cuadro que fue heredando de otros miembros de su familia", resalta en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"A Jorge antes lo vi sólo una vez (en una muestra artística) y siempre para mi cumpleaños -4 de agosto- llama por teléfono y suena desde el teclado el cumpleaños feliz, pero cuando me llamó la última vez, lo primero que le dije fue que no era mi cumpleaños. 'No, no te llamo por eso', me dijo. Y resultó ser que era por el cuadro", continúa Adoriz.
Adoriz en compañía de los hermanos Jorge y Ana María Luchetti, en el momento de recibir el cuadro.
'Recostado en la vidriera. Y esperándote'
Tal como se hizo mención, la obra refiere a un encuentro de juventud de la pareja de artistas. "Hay un hombre que espera a la mujer sobre una vidriera de un negocio. Porque él solía esperarme en una vidriera para después encontrarnos. Hablo de 65 años atrás, cuando éramos novios en Devoto", recuerda la esposa del reconocido pintor.
El nombre del cuadro es referencial: 'Recostado en la vidriera. Y esperándote', parte de la letra de un tango de Homero Manzi: 'Sur'.
El cuadro data del año 2008, en ese entonces Adoriz no advirtió que ella era una de las protagonistas del cuadro que próximamente iba a ser vendido. "Lo que pasa es que él (Esteban) siempre estaba apurado para que sus cuadros los tuviera la gente", finaliza.
Esteban Olloco