Una cuerda que une las bellas artes
A las 20, quedará inaugurada la muestra anual "A Cordel" que involucra a más 150 personas en la Escuela Superior de Bellas Artes "Raúl G. Villafañe".
Por Manuel Ruiz
Desde este lunes, a las 20, quedará inaugurada la muestra anual "A Cordel" que lleva adelante un equipo de más 150 personas de la Escuela Superior de Bellas Artes "Raúl G. Villafañe".
La exposición se extenderá hasta el 20 de noviembre y además de la muestra estable que funcionará en el Salón de Usos Múltiples de la institución, se sumarán 10 actividades complementarias que se repartirán durante las 20 jornadas que permanezca abierta "A Cordel".
Una de las particularidades que tendrá este año la muestra anual de la Esba es que de la coordinación general de ese grupo de más de 100 personas está a cargo la alumna del Profesorado de Bellas Artes Sofía Cornaglia.
Por primera vez, una alumna se encarga de tamaña responsabilidad y eso ha generado nuevas instancias en Cornaglia, pero también en la institución y la propia exposición que se hace todos los años y donde se expone lo desarrollado en dos tecnicaturas que hay en la Escuela: Profesorado de Arte y Tecnicatura de Diseño de Espacios, más las producciones de los talleres.
Sofía
Cornaglia asumió el desafío de coordinar la muestra anual de la Esba que
arranca hoy
Muchos hilos que hacen uno más fuerte
"La muestra se llama 'A Cordel' y se decidió este nombre porque significa un acuerdo, para decidir el equipo de trabajo el nombre, el desarrollo y diseño de proyecto. Acordar en el uso del espacio, en la selección de las obras. El cordel tiene que ver con que es un hilo fuerte que está formado de varios hilos que se trenzan y que en ese trenzado, en esa unión, hacen algo más resistente", explica Cornaglia a LA VOZ DE SAN JUSTO.
- Esta muestra es un ensayo, una primera experiencia.
Este es el primer ensayo de una propuesta diferente en cuanto a la concepción de la muestra. En otros años fue más tradicionalista en cuanto a las obras, uso del espacio y a la intervención en toda la escuela. Este año, se usa de otra forma la escuela, tuvimos que llegar a acuerdos para la utilización del SUM, a sponsoreos, para que represente realmente cuál es el desarrollo artístico de la escuela.
- ¿Ese cambio de forma en la organización ha generado otra participación, otro compromiso por parte de los alumnos? La escuela se ve con otro ritmo.
En otros años, muchos alumnos no participaron. Este año se incentivó, se promovió. Hace un mes que estamos trabajando en esto. Hay más diversidad de obras. Hay un mayor compromiso y trabajo comunitario de mucha gente. No se había planteado nunca de esta manera, pero la realidad es un primer ensayo en cuanto al trabajo en equipo, a desempeñar roles a los que no estamos acostumbrados. Tampoco se acostumbra que haya un proyecto de exposición que incluye una serie de eventos complementarios durante los 20 días de muestra, que hacen que toda la escuela este en esta dinámica atípica que tiene mucha extensión en el tiempo y en el espacio. Eso nos condiciona pero también nos enseña de que se puedan hacer las cosas de otra forma.
Cuando el arte se abre
"Hay 10 actividades complementarias durante los 20 días que dura la muestra. Y la intención de esas actividades es que se acerque gente que normalmente no se acerca a la escuela. Que se acerquen instituciones, personas", explica la coordinadora y alumna.
- ¿Se busca resignifcar la vinculación de la Escuela con la ciudad?
Nuestra intención a futuro es que la Esba deje de ser una institución puertas adentro y que tenga la vinculación social que el arte no solo exige, sino que también necesita. Intentamos transgredir ciertos límites y limitaciones que se fueron poniendo por simple ejercicio de uso del espacio, que está bueno poder usarlo de otra manera, más grupal, con rotación y diversidad. Me resulta divertido, me encanta ver la escuela como está en este momento. Con mucha gente instalando haciendo cosas, yendo, viniendo, opinando, creando, tendría que ser el estado natural y deberíamos aprender a usar la escuela más seguido de esta manera. Tenemos que aprender de la transitoriedad y plegarnos a la dinámica y a la vorágine que rige todo en la vida. Normalmente no apegamos a una práctica y nos estancamos ahí porque no hay un hito que nos demuestre que las cosas pueden ser de otra manera.