Una comerciante forcejeó con un ladrón y evitó que le robara
El hecho ocurrió el pasado miércoles en una pizzería de barrio Sarmiento. El joven, mediante una mentira, quiso apartar a la mujer de 51 años del local pero la misma se percató del engañó y comenzó a luchar con el sujeto hasta ponerlo en fuga.
Un ladrón ingresó a un local de pizzería ubicado en la esquina de 1º de Mayo y Paraguay, en barrio Sarmiento, pero fue ahuyentado por la esposa del dueño del comercio con la que se trenzó en lucha.
El intento de robo ocurrió el miércoles último a las 8.30 en el local de "Pizzería Uno", propiedad de Miguel Navarro. A esa hora, su esposa, Liliana Cardo (51) se encontraba en el lugar cuando de pronto ingresó un joven y le pidió ayuda para empujar su auto, pero en realidad, la estaba engañando para luego intentar asaltarla.
Liliana contó a LA VOZ DE SAN JUSTO lo sucedido: "Lo veo entrar, cubría su cabeza con un casco y me dice: 'Señora, ¿no habrá algún hombre que me ayude a empujar el auto? Me llamó la atención, anda en auto y con casco, allí fue que me paré frente al mostrador y lo comencé a empujar".
El local se encuentra en la esquina de 1º de Mayo y Paraguay
La víctima indicó además que recibió de parte del sujeto una andanada de insultos. "Mientras me pedía la plata, me insultaba. Yo le decía que a esa hora no había plata porque recién estábamos abriendo, pero él pedía ¡el dinero, el dinero!, allí comenzamos a luchar, lo tiré al suelo, él se levantó me tiro a mí al suelo luchamos un rato y salimos a la vereda".
"Yo intentaba retenerlo pero no me daban las fuerza, lo agarré del buzo me quedé con una parte en la mano; cuando subió a la moto intenté de nuevo retenerlo pero me volvió a tirar al suelo, en la pelea hasta lo mordí", agregó Liliana, quien aseguró que es la primera vez que sufre un hecho de inseguridad. Hasta ahora "no había ocurrido nada igual".
La policía inmediatamente se hizo presente en el local, alertada por una vecina que fue testigo de la lucha de la mujer para evitar que le robaran.
El sujeto huyó hacia el oeste por calle Paraguay. "Me duele todo, tengo algunas marcas en el cuerpo pero no me arrepiento de haber actuado de este modo", dijo finalmente la entrevistada.