Tristeza, amargura, dolor y bronca, sensaciones de los afectados por los incendios en Córdoba
"Vinimos hoy y encontramos una imagen apocalíptica, cuesta creer lo que vemos, parece que pasó una guerra", describió a Télam el propietario de una de las viviendas que quedó completamente destruida.
El incendio forestal de grandes dimensiones que arrasó ayer y esta madrugada la vegetación y derrumbó casas y cabañas a su paso entre las localidades de Potrero de Garay y San Clemente en el Valle de Paravachasca de Córdoba, dejó una sensación de tristeza, amargura, dolor y bronca, de acuerdo a lo reseñado por algunos damnificados.
El intendente de Potrero de Garay, Gerardo Martínez, dialogó con Télam y aclaró que "en este momento se encuentra la situación controlada y en guardia de cenizas", aunque personal de Defensa Civil y 11 dotaciones de bomberos continúan en las tareas de enfriamiento del sector, en una jornada en la que las condiciones climáticas mejoraron respecto a ayer.
"Hoy mejoró más allá de las inclemencias del tiempo que nos decían que iba a haber. Trabajamos mucho toda la noche, a las 7 llegó el viento que no fue tan importante, y ahora está todo más calmo", señaló el jefe comunal.
Al menos 70 casas y cabañas sufrieron la quemadura total de sus construcciones, de las cuales más de 50 se encuentran dentro del complejo Potrerillo Pueblo de Montaña, una urbanización en donde los pinos ardieron en llamas toda la tarde de ayer y arrasaron con todo a su paso.
Eldo Brussa, propietario de una de las viviendas que quedó completamente destruida, dijo a Télam bajo una notoria decepción: "Nos enteramos por los medios, y ayer era imposible llegar, no nos dejaban pasar".
El intendente Martínez contó que esta tarde debía prestar declaración en la comisaría local para contar lo que observó: "Íbamos alertados del inicio de un fuego en la zona alta, y nos encontramos con que se había iniciado otro incendio por la caída de cables de tendido eléctrico", dijo.
Sobre lo sucedido en la zona, el director General de Defensa Civil de la Provincia, Diego Concha, informó a Télam Radio que continúan trabajando, entre personal de Bomberos Voluntarios y personal del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes, Plan Provincial de Manejo del Fuego y Defensa Civil.
Hay unos 390 efectivos en el lugar y el fuego "no ha entrado con la intensidad y la velocidad que nosotros consideramos que podía pasar con el viento que esta rotando del sector sur", agregó Concha, aunque destacó que "igual hay que estar sumamente atentos".
Ayer también se inició un incendio en un punto del Valle de Calamuchita, entre las localidades de Intiyaco y Athos Pampa, siniestro sobre el que el funcionario dijo: "El foco que está contenido un 70% también con perímetro inestable y muchos puntos calientes".
El intendente de Potrero de Garay destacó también que desde ayer se hicieron presentes los ministros provinciales de Seguridad, Alfonso Mosquera; el de Gobierno, Facundo Torres y el Desarrollo Social, Carlos Massei; para colaborar con la coordinación de las tareas.
Además, contó que recibió el llamado del gobernador Juan Schiaretti, quien ofreció los fondos que tiene la provincia para destinar a esos casos.
El fuego comenzó en la mañana de este miércoles, en la zona de Inti Yaco y como consecuencia del viento se fue extendiendo hacia la localidad de Potrero de Garay y San Clemente.
Aviones hidrantes y helicópteros de la provincia y enviados por el Gobierno nacional, son parte del operativo de combate, aunque condicionando su tarea al comportamiento climático: "La rotación del viento sur es lo que más nos preocupa para llevar adelante nuestro trabajo", sostuvo el director de Defensa Civil, Diego Concha.
En la tarde de ayer, cuando el fuego había alcanzado su mayor intensidad, hubo que evacuar preventivamente a un centenar de habitantes de Athos Pampa, Inti Yaco, Potrero de Garay y San Clemente, quienes fueron regresando progresivamente a sus hogares.
El intendente de Potrero de Garay, Gerardo Martínez, dialogó con Télam y aclaró que "en este momento se encuentra la situación controlada y en guardia de cenizas", aunque personal de Defensa Civil y 11 dotaciones de bomberos continúan en las tareas de enfriamiento del sector, en una jornada en la que las condiciones climáticas mejoraron respecto a ayer.
"Hoy mejoró más allá de las inclemencias del tiempo que nos decían que iba a haber. Trabajamos mucho toda la noche, a las 7 llegó el viento que no fue tan importante, y ahora está todo más calmo", señaló el jefe comunal.
Al menos 70 casas y cabañas sufrieron la quemadura total de sus construcciones, de las cuales más de 50 se encuentran dentro del complejo Potrerillo Pueblo de Montaña, una urbanización en donde los pinos ardieron en llamas toda la tarde de ayer y arrasaron con todo a su paso.
Eldo Brussa, propietario de una de las viviendas que quedó completamente destruida, dijo a Télam bajo una notoria decepción: "Nos enteramos por los medios, y ayer era imposible llegar, no nos dejaban pasar".
Eldo Bruzza perdió su cabaña en el incendio.
"Vinimos hoy y encontramos una imagen apocalíptica, cuesta creer lo que vemos, parece que pasó una guerra", describió el hombre, quien afirmó que ahora no puede pensar qué va a hacer en el futuro en ese lote de ese barrio, que fue pensado como un lugar distinguido dentro de la montaña que antecede al Valle de Calamuchita.
Brussa dijo sentir "mucha tristeza, amargura y bronca", y al ser consultado sobre si se podría haber prevenido con obras o demás acciones para evitar la propagación del fuego, sostuvo siempre "se puede hacer algo más, pero el pino cuando agarra fuego no lo parás más".
Sobre esa situación habló también el intendente, quien aclaró: "Por más cortafuegos que hubiera, el fuego cruzó 12 kilómetros en 20 minutos. Se calcularon ráfagas de unos 90km por hora, y solo lo logramos combatir en las calles".
Martínez afirmó tener también una "sensación de tristeza, amargura, dolor", aunque dijo que "reconforta que los vecinos lucharon para que fueran más aliviadas las consecuencias".
Brussa dijo sentir "mucha tristeza, amargura y bronca", y al ser consultado sobre si se podría haber prevenido con obras o demás acciones para evitar la propagación del fuego, sostuvo siempre "se puede hacer algo más, pero el pino cuando agarra fuego no lo parás más".
Sobre esa situación habló también el intendente, quien aclaró: "Por más cortafuegos que hubiera, el fuego cruzó 12 kilómetros en 20 minutos. Se calcularon ráfagas de unos 90km por hora, y solo lo logramos combatir en las calles".
Martínez afirmó tener también una "sensación de tristeza, amargura, dolor", aunque dijo que "reconforta que los vecinos lucharon para que fueran más aliviadas las consecuencias".
Esa situación de solidaridad encontró el intendente al bajar de la zona más alta de la montaña, donde dijo que en un momento quedaron atrapados por el fuego cuando circulaban por una ruta en una camioneta junto a un grupo de trabajadores de la comuna: "Los chicos tuvieron miedo", destacó.
Por su parte, Efrain Agustinoy, desarrollista de Potrerillo Pueblo de Montaña, el sector más dañado donde el fuego arrasó 200 hectáreas y más de 50 viviendas, dijo: "Hemos tenido incendios, pero bueno, no puedo certificar cómo ha entrado, supongo que ha sido algo en el mismo complejo o el juez de paz que ha certificado la caída de una torre de EPEC y que originó todo este lío".
Por su parte, Efrain Agustinoy, desarrollista de Potrerillo Pueblo de Montaña, el sector más dañado donde el fuego arrasó 200 hectáreas y más de 50 viviendas, dijo: "Hemos tenido incendios, pero bueno, no puedo certificar cómo ha entrado, supongo que ha sido algo en el mismo complejo o el juez de paz que ha certificado la caída de una torre de EPEC y que originó todo este lío".
El intendente Martínez contó que esta tarde debía prestar declaración en la comisaría local para contar lo que observó: "Íbamos alertados del inicio de un fuego en la zona alta, y nos encontramos con que se había iniciado otro incendio por la caída de cables de tendido eléctrico", dijo.
Sobre lo sucedido en la zona, el director General de Defensa Civil de la Provincia, Diego Concha, informó a Télam Radio que continúan trabajando, entre personal de Bomberos Voluntarios y personal del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes, Plan Provincial de Manejo del Fuego y Defensa Civil.
Silvia Acosta y Eldo Bruzza perdieron su cabaña en el incendio.
Hay unos 390 efectivos en el lugar y el fuego "no ha entrado con la intensidad y la velocidad que nosotros consideramos que podía pasar con el viento que esta rotando del sector sur", agregó Concha, aunque destacó que "igual hay que estar sumamente atentos".
Ayer también se inició un incendio en un punto del Valle de Calamuchita, entre las localidades de Intiyaco y Athos Pampa, siniestro sobre el que el funcionario dijo: "El foco que está contenido un 70% también con perímetro inestable y muchos puntos calientes".
El intendente de Potrero de Garay destacó también que desde ayer se hicieron presentes los ministros provinciales de Seguridad, Alfonso Mosquera; el de Gobierno, Facundo Torres y el Desarrollo Social, Carlos Massei; para colaborar con la coordinación de las tareas.
Además, contó que recibió el llamado del gobernador Juan Schiaretti, quien ofreció los fondos que tiene la provincia para destinar a esos casos.
El fuego comenzó en la mañana de este miércoles, en la zona de Inti Yaco y como consecuencia del viento se fue extendiendo hacia la localidad de Potrero de Garay y San Clemente.
Aviones hidrantes y helicópteros de la provincia y enviados por el Gobierno nacional, son parte del operativo de combate, aunque condicionando su tarea al comportamiento climático: "La rotación del viento sur es lo que más nos preocupa para llevar adelante nuestro trabajo", sostuvo el director de Defensa Civil, Diego Concha.
En la tarde de ayer, cuando el fuego había alcanzado su mayor intensidad, hubo que evacuar preventivamente a un centenar de habitantes de Athos Pampa, Inti Yaco, Potrero de Garay y San Clemente, quienes fueron regresando progresivamente a sus hogares.