Tres litros de agua, por cada litro de leche para mejorar la producción
El ingeniero agrónomo Franco Torossi, especialista en Producción Lechera, brindó a través de LA VOZ DE SAN JUSTO una serie de consejos para garantizar el consumo de agua en los bovinos. "La vaca siempre prefiere agua fresca y limpia", destacó.
Se acerca el verano y con ello los días de mayor temperatura por lo que el consumo de agua se vuelve imprescindible no sólo en los seres humanos sino también en los bovinos. De este consumo dependerá la producción lechera obtenida en el tambo, ya que no debemos olvidar que la leche está compuesta por un 85% de agua, siendo que el resto son sólidos.
El ingeniero agrónomo Franco Torossi, especialista en Producción Lechera, brindó a través de LA VOZ DE SAN JUSTO una serie de consejos para garantizar el consumo de agua en los bovinos, haciendo hincapié en las cantidades a suministrar y la calidad del líquido para alcanzar una mejora productiva en el tambo.
"Que el agua sea fresca es muy importante para nuestras vacas en producción ya quede esta forma mejoramos el consumo de agua y por ende, el animal come mucho más,lo que nos permite aumentar la producción de leche", sostuvo el profesional.
En este sentido, precisó que "por cada kilo de materia seca consumido se usan cinco litros de agua y por cada litro de leche producido, las vacas necesitan 3 litros de agua".
A modo práctico, Torossi ejemplificó: "un rodeo con una producción promedio de 30 litros diarios de leche demandará al menos 100 litros de agua fresca por vaca y por día. Si a esto se suman condiciones como humedad y temperatura extremas, la cantidad que debemos suministrar es aún mayor, y alcanza los 150 litros".
"De esta manera, si el rodeo tiene 100 vacas en ordeñe necesitaremos 15.000 litros de agua por día, sin contar el resto de las categorías (pre parto, secas, recría)", agregó.
¿Cómo se comporta el rodeo?
Por otro lado, Torossi explicó cómo se comporta el rodeo frente a la aguada y beberos, una inversión que se debe analizar de acuerdo a la relación oferta -demanda de agua.
"El comportamiento frente a la aguada o bebedero de las vacas se presenta con un consumo rápido y si no lo pudieran hacer el consumo de agua disminuirá y se resentirá la producción de leche", advirtió.
En este sentido, el entrevistado recordó que "si restringimos el consumo de agua en un 40% por diversos motivos (falta de aguadas o grandes distancias), la producción puede verse resentida en un 20%".
"Las vacas tienden a beber la máxima cantidad de agua en el día cerca del ordeño o posterior al mismo".
Más fresca y limpia
En cuanto a la temperatura del agua, Torossi dijo que el máximo consumo se logra cuando el líquido alcanza entre 15°C y 17°C, por ende "más que la capacidad de los tanques y bebederos es importante lograr que ambos se llenen de manera rápida y asegurar el correcto funcionamiento de los flotantes o bombas sumergibles". "La vaca siempre prefiere agua fresca y limpia", destacó.
Con respecto a este último punto, Torossi manifestó que "con el sólo hecho de limpiar un tanque lograremos un gran impacto en la producción de leche, ya que la vaca prefiere- como mencionamos anteriormente- agua fresca y limpia".
En relación a la calidad, "preferentemente que sea libre de bacterias, químicos o materia orgánica y con una moderada concentración de sales".
Un agua de calidad debería tener al menos los parámetros que se muestran en el siguiente cuadro.
Si luego de un análisis observamos altos niveles de sales y sulfatos veremos de manera indirecta cómo las vacas merman su consumo y como la aparición de algunas enfermedades será causa común. También pueden verse alterados los sólidos en leche.
Para categorías de recría o terneros en estaca, sería deseable diluir con agua de otro molino de mejor calidad o agua de lluvia que pueda reciclarse, el agua "dura", ya que la misma ocasiona trastornos digestivos en estos animales.
Bebederos: espacios y capacidades
En referencia a la disponibilidad de bebederos y capacidad de los mismos, el especialista precisó que "debemos contar con cuatro metros libres alrededor de los bebederos, para evitar amontonamientos o empujones y que las vacas primíparas puedan beber sin tener miedo al resto del rodeo".
Posordeño, el momento de mayor consumo
Asimismo, Torossi comentó que "los bebederos de tipo grupal son recomendables para sistemas de estabulación libre y al menos planificar dos para que las vacas de primer parto tengan oportunidad de beber. Cada uno debe tener 300 litros de agua y el suministro ser de al menos 10 litros el minuto".
"Si restringimos el consumo de agua en un 40%, la producción puede verse resentida en un 20%".
"Las vacas tienden a
beber la máxima cantidad de agua en el día cerca del ordeño o posterior al
mismo,por lo que convendría contar con al menos con un bebedero a la
salida de la sala y no tan bajos para evitar contaminarlo con heces u orina".
"Repasando los puntos anteriores y realizando los ajustes necesarios que haya que hacer en el tambo podremos cubrir la demanda de todos los animales de algo tan importante como el agua de bebida", concluyó Torossi.