Todos al escenario: el Teatro Mayo se abre para el teatro independiente y experimental
Desde agosto, el Teatro Mayo se reconvertirá para ser una opción más para el teatro que se escapa del circuito marcadamente comercial. Adrián Vocos y Mauro Reinero detrás de una iniciativa que pretende ser una alternativa concreta para que el hecho teatral se siga afianzando y explotando en San Francisco.
Por Manuel Ruiz
Desde la conducción del Teatro Mayo, Mauro Reinero tiene un objetivo central: que la sala de 1200 espectadores que se mantiene abierta desde la década del ´50 siga siendo el epicentro del hecho teatral en la ciudad.
No es fácil, porque para que eso suceda el factor concurrencia de gente resulta central en la puestas, programaciones, oferta que ofrece temporada tras temporada el Mayo.
Ese número, 1200 espectadores, es muchas veces un problema. Porque quizás para una obra que viene con todo el trabajo mediático de Buenos Aires detrás es más fácil completar o al menos casi, el teatro de avenida Garibaldi. Para el teatro local, de la zona, de menor escala, más autogestivo, independiente y que no tiene una marcada impronta comercial, ese hito de llenar esa sala, se hace harto difícil.
Es ahí cuando aparece Adrián Vocos con el estimulo necesario y la idea clara hecha opción concreta, respuesta a una problemática: hagamos que todo suceda en el escenario. Que la obra, si, pero que además los espectadores ocupen las tablas del escenario. Artistas y público a la misma altura. La cuarta pared del teatro, a metros de actores y actrices.
"Mi idea surge a raíz de que en el ultimo año hubo muchos elencos independientes que empezaron a emerger y hay pocos espacios en la ciudad que nos puedan contener a todos los que estamos. Básicamente el Teatro Mayo tiene una sala muy grande, entran más de 1000 personas, vienen producciones que pueden hacer esa convocatoria pero los elencos mas chicos, independientes, de acá y de afuera, no vienen porque le tiene miedo a la capacidad de la sala, que es muy grande. Y yo estoy de acuerdo con eso. Trabajando acá, dando clases acá me di cuenta que este sector del escenario tranquilamente puede funcionar como una sala de teatro más experimental donde no requiere de tanta cuestión estructural, iluminación y escenotécnica para cierto espectáculos, como danzas teatro, danza experimental, teatro experimental, teatro de cámara, que son para mucho menos espectadores. Esto en el Teatro San Martín de Córdoba, y el de Buenos Aires, funciona. Tienen salas muy chicas, donde entran 90 personas y ahí van este estilo de obras, que no son comerciales pero que si convocan a ese público cautivo. Gente que quiere ver teatro político, teatro de vanguardia. Y sacando la cuenta del espacio, vimos que entrarían unas 100 personas sentadas, el público además de ver una obra desde el escenario, además de ver el espectáculo, ve la sala, que es algo muy presente", explica Vocos desde la inmensidad de esa sala vacía a LA VOZ DE SAN JUSTO.
- ¿Tiene un efecto real la sala vacía? ¿En dónde crees que manifiesta?
- El otro día estábamos acá ensayando "Yerma" con La Comedia de San Francisco, había errores y les pedí a los actores que nos pongamos las pilas, porque a pesar de que la sala estaba vacía, hay algo que nos esta observando. Y creo que tiene que ver con el ego del artista, de que esté haciendo lo que este haciendo, mirando, hablando, accionado siempre tiene presente, la mirada del otro. En este caso con la sala vacía, esta la mirada de la sala vacía y hay que tener respeto porque esto es algo donde pasaron cientos y cientos de artistas, entonces hay algo acá adentro que yo le digo magia. Hay una mirada del otro que hay que sostener y con el espectador pasa lo mismo. Hay una responsabilidad por defender el trabajo que se esta haciendo y en segundo el respeto por el que viene a pagar la entrada, aunque sea gratuito.
Foto: Manuel Ruiz / LA VOZ DE SAN JUSTO
-¿Por qué crees que Mauro, el Teatro Mayo, dijo que sí a esta iniciativa?
- Mauro desde el primer día que yo le comenté la idea de hacer el cine bajo las estrellas, que pudimos hacerlo una vez porque no tuvimos el apoyo necesario, él a todo lo que yo vengo y le propongo me termina diciendo que si. Porque además de estar a cargo de la sala, y que le dio un giro a esta sala, apuesta a que el teatro se siga sosteniendo de la forma que sea. El tiene proyectos de reformas para el teatro, hacer una sala arriba, de usar el patio y yo le ofrecí esta idea que no tiene gastos, costos, y que se que va a funcionar. Hice una convocatoria y tres elencos de la zona ya aceptaron venir siempre con las condiciones que se pide: que las entradas sean económicas, nosotros le damos la iluminación, la técnica, dentro del público que manejamos le aportamos espectadores. Pero Mauro tiene cabeza de niño porque empezamos a tirar ideas y no paramos y eso es muy importante para la vitalidad y vigencia del teatro en San Francisco. Es la única sala que sigue funcionando tal cual se inauguró, este teatro es lo único que quedó, hasta las butacas son de esa época y hay que cuidar ese tipo de cosas.
- Asumo que si tenes esta idea , entendes que hay público para un teatro experimental, independiente. Qué hay gente que quiere ver eso.
- Es muy interesante poder ver y nutrirse de todas las estéticas y poéticas que tiene el teatro. Siempre va a haber publico todos los estilos. Para nosotros que hacemos teatro es un conflicto no tener espacios, porque entramos en conflicto con los demás para ver las fechas, los lugares, y eso habla bien porque en realidad significa que el público esta respondiendo. Este espacio va a ser novedoso, porque nunca se hizo algo así en San Francisco, que la gente vea una obra desde el escenario, que todo pase en el escenario. El público es parte de la experiencia y creo que va a ser bien recibido.