“Tener miedo es correcto, pero no hay que tener pánico o ansiedad”
En tiempos de crisis, el doctor Daniel López Rosetti analizó las emociones y sentimientos. Diferenció miedo y ansiedad y explicó cómo combatir ésta última recurriendo a emociones positivas.
Por Isabel Fernández
"El miedo no es sonso", dice el famoso dicho. Es el temor a algo concreto como que en tiempos de crisis, nos despidan del trabajo o nos roben. Este sentimiento, que se manifiesta en síntomas físicos fue evolucionando a través de la historia.
Muchas veces ese temor se traduce en ansiedad, que sostenida en el tiempo, puede provocar síntomas como insomnio, acidez gástrica, alteraciones digestivas, alteraciones en las relaciones personales, problemas laborales, interpersonales, sociales, trastornos de memoria, taquicardia, cefaleas, palpitaciones, etc., afectando seriamente nuestra salud física y emocional.
El reconocido doctor Daniel López Rosetti, especialista en medicina clínica y cardiólogo, quien disertó en nuestra ciudad, destacó la importancia de aprender a manejar las emociones y sentimientos para ser más felices y en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO diferenció miedo y ansiedad, explicando cómo combatir ésta última recurriendo a emociones positivas.
"Es una cuestión de medida, de proporción. El miedo es una emoción básica que tenemos desde hace millones de años. Es normal tener miedo cuando hay que tenerlo y manejarlo adecuadamente, igual que cualquier otra emoción", aseguró López Rosetti.
Agregó que tener miedo "es correcto cuando hay que tenerlo", pero advirtió que "no hay que tener es pánico o ansiedad, cuando esa circunstancia se siente, entonces uno debería abordarlo médicamente. El hecho de que la emoción básica como el miedo, la ira, la alegría, la sorpresa, el asco, son emociones normales que nos constituyen a todos, el tema es manejarlo adecuadamente".
Buscar las emociones positivas
La alegría, la felicidad, el éxtasis, el entusiasmo, la cordialidad, son sin dudas las que hay que buscar para ayudar a contrarrestar esto, dijo el reconocido médico.
López Rosetti recordó que las emociones se dividen en positivas y negativas, "pero no quiere decir que las negativas sean malas, se debe tener tristeza cuando corresponde y sacar lo bueno de eso, porque sirve para procesar una pérdida".
Una variante del miedo
López Rosetti aseguró que la ansiedad es una variante del miedo. "El miedo es un temor intenso, agudo, que aparece de un momento a otro y que tiene un objeto que lo desencadena, una posibilidad de una pérdida importante, como problemas laborales, el despido de un trabajo, un asalto, una situación de violencia, una catástrofe, dan lugar al miedo", detalló.
Añadió que la ansiedad es distinta. Es un miedo más chiquito y menos intenso pero sostenido en el tiempo y en general no tiene objeto, la gente no sabe exactamente por qué se mantiene en ese estado de nerviosimo o ansiedad.
"Cuando esa ansiedad dificulta la tarea cotidiana, porque disminuye la capacidad de control, la memoria, la concentración, la relación con los demás, o da palpitaciones, pérdida de la capacidad laboral, etc., se complica ese cuadro de ansiedad y cuando eso se produce se requiere control médico", afirmó López Rosetti.
"Lo único que da riqueza"
López Rosetti destacó la importancia de la emocionalidad afirmando: "No somos racionales, somos seres emocionales que razonan". "Espero que alguien le busque una vuelta más a las emociones y sentimientos, que los aprovechen porque es lo único que da riqueza en el momento presente", afirmó.
También recordó que el brindarse a los demás hace que encontremos la felicidad. "Hay que dar hasta que duela", dijo la Madre Teresa y es una frase interesante, afirmó López Rosetti.
"Entonces todo lo que hace bien a los demás, se ve mejor; el que es bueno y da se siente mejor. La comunicación emocional es lo que vale, lo demás es una construcción, hay que decir me siento bien, con la necesidad de mejorar", resaltó.
López Rosetti explicó que la zona del pecho se llama precordio porque está delante del corazón "cordis" y si me llevo bien con el otro, "si mi corazón está con el otro se llama 'concordia', y si estoy mal con el otro se llama 'discordia'. La palabra recuerdos, viene de cordis, es decir, es volver a ver con el corazón y de hecho la emoción es claramente el mejor cemento para la memoria", finalizó.