Sospechas en el fútbol de ascenso
La corrupción en el deporte está extendida en todo el mundo. El ejemplo de los arreglos de los partidos de tenis o las maniobras de los más altos dirigentes de la Fifa son elocuentes. Se suman, ciertamente, las sospechas que se ciernen sobre los torneos de ascenso en el país. Que tienen, además, un condimento mucho más serio: destrozan la confianza, generan violencia y anulan la pasión por el deporte más popular.
Un escándalo
más sacude al fútbol argentino. El hecho más sobresaliente de estos días fue la
protesta de los jugadores de San Jorge de Tucumán contra los polémicos fallos
del árbitro de la final por el segundo ascenso del Federal A frente a Alvarado
de Mar del Plata. Impotentes frente a las decisiones del hombre de negro y
sintiéndose perjudicados, se sentaron en el campo de juego y dejaron de
competir.
El episodio es uno más de las decenas de casos que se pueden citar a lo largo y a lo ancho del país en las categorías de ascenso especialmente. Y toca de cerca al deporte sanfrancisqueño porque Sportivo Belgrano juega en la misma categoría en la que ocurrieron varias de estas dudosas situaciones. Es más, basta recordar el escandaloso arbitraje que debió soportar el equipo de nuestra ciudad cuando enfrentó a Estudiantes de Río Cuarto -finalmente uno de los equipos que subieron- en la ciudad del sur provincial.
Pero existen muchos otros ejemplos incluso más serios y sospechosos. Por ejemplo, el haber cambiado las reglas de un torneo en medio de su disputa y la curiosa manera de designar jueces para los partidos decisivos: casi siempre los mismos nombres aparecían.
La gota que rebalsó el vaso la puso el renunciante presidente del Tribunal de Disciplina del Consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino. Antonio Raed dijo a una radio tucumana: "Es público y notorio que el arbitraje fue amañado. Generó estado de nerviosismo y sacó de eje a uno de los equipos. No quiero justificar reacciones por parte de estos muchachos, pero que las cosas se den de un modo tan amañado y digitado. Todo el mundo puede sacar sus conclusiones. Renuncio por un cúmulo de situaciones, pero sobre todo por los arbitrajes en estas categorías del fútbol argentino. Se vienen reiterando hechos que me causan fatiga moral".
Pocos son en la AFA que se han escandalizado con semejantes expresiones formuladas por un empresario devenido en dirigente del fútbol que sin dudas ha participado de las decisiones más controvertidas de los últimos tiempos.
Es verdad que la corrupción en el deporte está extendida en todo el mundo. El ejemplo de los arreglos de los partidos de tenis o las increíbles maniobras de los más altos dirigentes de la Fifa son elocuentes. Se suman, ciertamente, las sospechas que se ciernen sobre los torneos de ascenso en el país. Que tienen, además, un condimento mucho más serio: destrozan la confianza, generan violencia y anulan la pasión por el deporte más popular.