Sin apoyo en políticas migratorias, renunció el primer ministro belga
Charles Michel presentó la dimisión al rey Felipe, a cinco meses de las elecciones legislativas del 26 de mayo.
El primer ministro belga, Charles Michel, anunció ayer martes la renuncia de su gobierno de centro derecha. El hecho se produjo nueve días después de que los ministros nacionalistas flamencos, que se oponían al pacto mundial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre las migraciones, dimitieran.
Michel presentó la dimisión al rey Felipe, a cinco meses de las elecciones legislativas del 26 de mayo, pero esto no desembocará obligatoriamente en su partida efectiva de la jefatura de gobierno ni en elecciones anticipadas.
El rey Felipe anunció, tras recibir a Michel, que ponía su decisión "en suspenso" y realizará consultas con los jefes de los diferentes partidos antes de decidir qué camino seguir.
La opción "más probable", según una fuente cercana al poder, es que el rey pida al gobierno mantenerse en el cargo hasta la cita electoral.
El primer ministro consideró durante la suspensión de la sesión que la negativa de apoyo era "un llamado que no fue escuchado". Mientras los espacios socialistas y ecologistas anunciaban que presentaban una moción para derrocarlo.
"Por lo tanto, he tomado la decisión de presentar mi renuncia y mi intención es ir ante el rey inmediatamente", anunció el dirigente liberal, en el poder desde octubre de 2014.
Sin apoyo
Desde el 9 de diciembre, cuando abandonaron el gobierno los ministros nacionalistas flamencos del N-VA, Michel era el líder de un gobierno que quedó sin mayoría en la Cámara de diputados.
Este partido flamenco, bajo la dirección del alcalde de Amberes, Bart De Wever, había impuesto ciertas condiciones para apoyar al gobierno de "Michel II", y votar entre otros el presupuesto de 2019.
Pero estas condiciones, que incluían la posibilidad de reabrir las discusiones sobre cuestiones constitucionales, fueron consideradas "inaceptables" por el primer ministro.
El N-VA, primera fuerza política en la Cámara con 31 escaños sobre un total de 150, había retirado su apoyo a la coalición que integraban la víspera del viaje de Michel para aprobar el Pacto sobre la migración de la ONU en nombre de Bélgica en Marrakech, Marruecos.
A pesar de su carácter no vinculante, este texto fue rechazado por los nacionalistas flamencos, ya que consideraban que habría una pérdida de soberanía para definir la política migratoria de los Estados que los firmen.
Desde hace una semana varios partidos de la oposición exigían que Michel organice un voto de confianza para juzgar la capacidad del gobierno en continuar su trabajo hasta las legislativas de fines de mayo, pero Michel se opuso.