Silvia y Laura Roasenda: el valor de perpetuar una imagen y un apellido
Son las dueñas de una marca registrada en la ciudad Ambas, conservan la trayectoria de la fotografía social en sus manos y tienen la responsabilidad de cuidar el legado familiar. En tiempos de cuarentena, donde la foto es el canal de comunicación a la distancia, estas mujeres invitan a captar cada momento para disfrutarlos en el futuro.
Retratar un momento especial no solo es importante para quien lo va a atesorar sino para quien tiene la responsabilidad de captar ese instante. La fotografía es magia impresa en un papel, que se encarga de contar una historia y perpetuar en el tiempo.
En estos momentos de pandemia, donde debemos refugiarnos en nuestros hogares, la fotografía a través de los dispositivos móviles y las redes sociales, se convirtieron en el medio de comunicación más importante que atraviesa muros y océanos. Con una foto decimos todo y abrazamos al otro a la distancia, sin miedos de contagio, pero con todo el amor que uno puede expresar.
Aunque la firma Roasenda superó el siglo de existencia, desde hace 35 años, las hermanas Silvia y Laura Roasenda son las encargadas de captar esos instantes felices de las personas de nuestra ciudad junto a su madre Hilda- ya que Sergio y Esther (melliza de Laura) siguen con el negocio familiar en la ciudad de Córdoba.
Silvia ahora se dedica más a la boa y Laura a los eventos infantiles, pero ambas tienen la responsabilidad de conservar uno de los apellidos más importantes de la fotografía en San Francisco y la región.
Con el legado de la pasión por la imagen y de retratar los momentos sociales de los sanfrancisqueños, las hermanas Roasenda perpetúan la profesión de su abuelo que luego continuaron su tío y padre.
Coquetas siempre, sin decir la edad, aceptaron conversar con Voz Mujer para conocer como reinventarse en estos tiempos de crisis.
- ¿Qué significa la fotografía para ustedes?
Laura: La fotografía para nosotras es una pasión, un tipo de arte. Es una manera de captar momentos únicos y plasmarlos para toda la vida.
Silvia: Son esos gestos que no se repiten como, por ejemplo, cuando ves a tu hijo por primera vez o te dan una noticia maravillosa. Captar esa expresión es algo que solo sucederá en ese momento, es algo irrepetible y lo perpetuas en el tiempo. La fotografía es la magia de saber congelar las expresiones, los paisajes y las vivencias.
- ¿Cuál es el mayor desafío para ustedes?
Silvia: Día a día continuar con esta profesión es un desafío para nosotras. Somos tercera generación de fotógrafos y los décimos con mucho orgullo y eso representa un compromiso y una superación constante seguir manteniendo vivo lo que heredamos llevándolo en la sangre desde nuestro abuelo, pasando por nuestro tío Juan y nuestro padre, Sergio José (Chacho). En nuestro caso empezamos a sacar fotos durante la era analógica, las cosas eran diferentes porque no veíamos las fotos y se trabajaba de otra forma, pero para nosotras es parte de nuestra vida y éste es el lugar donde aprendimos sobre esto. Aprendimos a obtener la imagen en el momento justo para ilustrar un momento irrepetible y que dure para siempre.
- ¿El apellido Roasenda es un peso en sus trabajos?
Laura y Silvia: Decir Roasenda es hablar de trayectoria y de trabajo en la ciudad y en la región y en Córdoba. Es un orgullo mantener vivas dos sucursales en San francisco y una en la ciudad de Córdoba. Nos sentimos orgullosas de ser una Roasenda.
- ¿Sienten que ser fotógrafas responde a un mandato familiar?
Silvia: Continuamos este camino porque es una elección y lo llevamos en la sangre. Lo elegimos y lo sentimos, por eso lo continuamos. No creo que pudiera hacer otra cosa.
Laura: Coincido con Sil. Nosotras nacimos y crecimos con la fotografía. Es lo que nuestra familia nos enseñó, lo que papá nos inculcó y no creo que pudiéramos hacer otra cosa. Por eso todos estamos relacionados con la fotografía.
Silvia y Laura Roasenda, la tercera generación de una familia con historia
- ¿Qué rol cumple la fotografía digital en la vida de las personas?
Laura: En la actualidad sacan las fotos con sus teléfonos móviles y arman carpetas o las suben a redes sociales.
Silvia: Hoy se fotografía más pero ya no se las lleva a papel tanto como antes.
- ¿La foto se convirtió en un medio de comunicación en la cuarentena?
Laura y Silvia: En este momento tan diferente y difícil que estamos transitando, muchas personas aprovechan la cuarentena para seleccionar sus fotos digitales e imprimirlas. La tecnología facilita sacar fotografías, ya que hoy con cualquier teléfono móvil cuentan con una cámara de fotos. Hay más fotos para recordar momentos juntos en casa o con nuestros seres queridos.
- ¿Cuáles son las fotos que más les movilizó hacer en sus carreras profesionales?
Silvia: Me encanta fotografiar las bodas. Esos son momentos realmente mágicos donde en cada fotografía tenés que reflejar la unión, el amor, las emociones, los gestos y las miradas. Es ver como una pareja celebra el amor y en una captura tenés que plasmar su historia y sus vivencias.
Laura: Disfruto muchísimo fotografiando a los niños tratando de captar lo mejor como son sus sonrisas, pero también sus enojos o caras graciosas. Lo que me gusta es lo natural y la ternura de cada uno de sus gestos.
Son muchos años en la vida social de los safrancisqueños...
Silvia: Tenemos más de 35 años de carrera, pero nosotras trabajamos celebrando la vida porque amamos lo que hacemos. Para nosotras no es un trabajo, es una pasión. Esto es algo con lo que nacimos y lo llevamos en la sangre.
- ¿Por qué es tan importante sentir las fotos en las manos?
Laura: Porque una imagen impresa se diferencia de todas las que pudiéramos haber tomado con un teléfono o cámara y esté en formato digital. En nuestra tienda, las personas nos piden los books de 15 años, las gigantografías y también los fotolibros. Sostener un momento captado en nuestras manos es muy valioso.