Se realiza baile a beneficio del comedor La Virgencita
Será esta noche en el salón de Amigos del Bien. El objetivo es recaudar fondos para que la institución pueda seguir brindando con eficiencia, asistencia social a niños de barrios Parque y La Milka.
El comedor La Virgencita realizará hoy-viernes 26 de mayo- un baile en el salón de Amigos del Bien, ubicado en avenida del Libertador (S) 246, a beneficio de dicha institución con el objetivo de recaudar fondos que les permitan continuar desarrollando la tarea solidaria, que llevan a cabo desde hace casi 25 años en la ciudad mediante la atención alimentaria y el apoyo escolar a niños y sus familias de escasos recursos.
Actualmente, el comedor La Virgencita funciona en los barrios Parque y La Milka, a partir de la asistencia de Cáritas mediante donaciones de alimentos que son utilizados para la elaboración de meriendas fortificadas en cuyo proceso intervienen los padres de los niños que reciben ese alimento.
El tesorero de la entidad, Silvino Buraschi, explicó que "a este baile esperamos que vengan todos quienes quieran pasar un buen momento con recital de tangos y además para bailar la música de Luis Alberto. Para eso hemos establecido una entrada a un precio de $70 y además se habilitará el servicio de cantina donde se podrá comprar la bebida y disfrutar de algún sándwich o empanadas. Está pensado en un encuentro para toda la familia de manera de que todos puedan disfrutar de un buen momento y ayudar al Comedor La Virgencita".
Detalles de la tarea que realiza el comedor
Al referirse a la tarea diaria que se presta en el comedor, Buraschi dijo que "estamos atendiendo a unas 50 familias, es decir, aproximadamente 250 personas que reciben alimento de lunes a viernes".
Más allá de esto calificó como "lo más importante" el hecho de que "estamos sosteniendo a 31 chicos cursando sus estudios universitarios y terciarios, que se suman a unos 200 niños que cursan estudios primarios y secundarios que además reciben los útiles y guardapolvos, como también apoyo escolar de manera que no les falte nada para su formación educativa".
Explicó además que "todas las familias que reciben su atención alimentaria en el comedor tienen que colaborar con algo, es decir, en la preparación de los alimentos o bien en servir las raciones. En este caso los padres tienen que preparar y ordenar todo para cuando llegan los niños. Cada día hay unas seis familias encargadas de esta tarea y no solo se encargan de preparar, organizar y limpiar y lo que sobra se lo llevan a su casa. En cada jornada se sirve una merienda fortificada que se elabora a partir de un convenio que tenemos con Cáritas".
Buraschi remarcó además que "como requisito indispensable les pedimos que todos vayan a la escuela. Es decir, desde los niños para terminar sus estudios primarios y secundarios y en el caso de los padres si no terminaron por lo menos la primaria tienen que ir si quieren ser aceptados en el comedor".
En el caso de las personas analfabetas, el tesorero de la institución señaló que "en seis meses nosotros les enseñamos a leer y a escribir y en dos años se les brinda un primario acelerado autorizado por el Ministerio de Educación de la provincia, que los habilita para ingresar en el ciclo secundario".
Necesidad de generar recursos
Pese a la intensa tarea diaria que lleva a cabo esta institución en beneficio de los que menos tienen, la inseguridad los golpeó duro a fines del año pasado, oportunidad en la cual perdieron prácticamente todos los elementos para la atención de los niños y sus familias. A esto se suman los recursos que se destinaron en la construcción del galpón de 250 metros cuadrados cubiertos, donde funciona la planta de reciclado que la entidad posee y es atendida por un grupo de mujeres.
Ante esto, Buraschi dijo que "esta situación nos generó un inconveniente económico por el cual es importante la generación de recursos para seguir prestando nuestra tarea".
Actualmente, el Comedor La Virgencita recibe el aporte de 330 personas, comercios e instituciones que aportan una cuota semestral o anual con la cual se cubren las necesidades.
Buraschi agregó también que "para los 80 chicos becados que cursan sus estudios secundarios recibimos el aporte de empresas y familias. En cuanto a los becados, la condición que ponemos para que reciban la ayuda es que no tienen que perder el año y para eso les controlamos la asistencia a clases y cómo es su rendimiento escolar y en caso de ser necesario reciben apoyo escolar por parte de voluntarios".
Luego dijo que "tenemos la suerte de tener a madres de barrio Parque que luego de hacer sus estudios primarios y secundarios yendo al comedor, ya terminaron sus estudios terciarios y se encuentran trabajando en su gran mayoría como enfermeras luego de haber cursado esa carrera en Fasta. Además muchos chicos ya son docentes. Esto marca la idea de que con una asistencia bien realizada, la gente de escasos recursos puede salir adelante con el apoyo de muchas personas y eso es precisamente para lo que a diario trabajamos en el comedor".