Salud pública: reflejo de la crisis
La demanda hospitalaria en el sistema de salud estatal creció un 25 por ciento en la provincia. Si bien el tema vacunación parece ir normalizándose, los efectos de la recesión y la inflación son observables en la salud. Es que en el sistema sanitario oficial se refleja, desde siempre, la profundidad de las distintas y periódicas crisis que continúa padeciendo la Argentina.
La demanda hospitalaria en el sistema de
salud estatal creció un 25 por ciento en virtud de la crisis, dijo el ministro
de Salud, Francisco Fortuna. En declaraciones a nuestro colega Puntal de Río
Cuarto, el funcionario provincial justificó su apreciación en que se sumaron
160 mil pacientes sin cobertura social, además de 400 mil personas más que sí
poseen cobertura pero que por distintas causas no se encuentran en
funcionamiento. "En el último año se han incorporado 160 mil personas sin
cobertura social. Pero a eso hay que agregarles las que se atienden y que
tienen cobertura, que son más de 400 mil", señaló.
El fenómeno es un reflejo palpable de la crisis socioeconómica que se vive en este tiempo y que repercute de manera grave en muchas familias que dependen del sistema público de salud para atenderse ante cualquier eventualidad o patología. Las restricciones monetarias y la carencia de solidez de muchas obras sociales hacen el resto para conformar un panorama que se ha agravado en los meses pasados y amenaza con proseguir con la misma tendencia.
La situación se torna aún más seria si se considera que la crisis ha golpeado muy fuerte al sector privado. Clínicas y sanatorios están viviendo hoy una coyuntura delicada en materia de finanzas, con lo que se evidencian circunstancias penosas tanto para los pacientes como para los trabajadores de estos centros asistenciales. En este marco, el sistema de salud público puede suplir algunas falencias, pero resulta a veces también insuficiente su cobertura. Sobre el tema, el ministro de Salud aseguró que "en el interior provincial se ha venido reduciendo la capacidad operativa en el sector privado sobre todo en las medianas y pequeñas localidades. Hemos pasado de tener 62 pueblos con internación clínica y quirúrgica a poseer 52", ejemplificó.
Otro aspecto básico del problema está dado por la falta de disponibilidad de vacunas, algunas muy importantes en esta época del año como la antigripal. El funcionario provincial dijo que hay escasez de al menos 8 tipos, pero que la situación podría regularizarse en breve. "Nos hemos puesto en comunicación con el gobierno nacional y hay 8 vacunas faltantes, entre ellas la de la meningitis y la antigripal. Ya nos van a informan cómo será la distribución porque el problema se habría resuelto", afirmó.
Si bien el tema vacunación parece ir normalizándose, los efectos de la recesión y la inflación son observables en la salud. Los conceptos del ministro de Salud ratifican un decadente estado de cosas que no abriga perspectivas de mejora al menos en el corto plazo. Es que en el sistema sanitario oficial se refleja, desde siempre, la profundidad de las distintas y periódicas crisis que continúa padeciendo la Argentina.