Refugio de amor: piden más hogares temporales para mascotas de la calle
En el Día del Animal, los rescatistas piden a la comunidad un mayor compromiso a la sociedad en la lucha contra el abandono y maltrato de animales. Patitas de la Calle es una de esas "familias" que abraza a los más vulnerables.
Hoy es el Día del Animal y no hay dudas de que esta fecha no es un día más para los rescatistas que ante el abandono y el maltrato que sufren muchos animales, hacen del hogar de tránsito un lugar fundamental en la cadena de recuperación, entre el rescate y la adopción de animales en situación de calle.
Hoy más que nunca, desde dichas entidades rescatistas alientan a los vecinos para abrir las puertas de su casa y su corazón para cambiar la historia de esos animales que necesita una oportunidad.
Al rescate de los galgos
Va y viene, cojea un poco pero quiere jugar. Atrás quedaron los golpes, el abandono, el hambre y la tristeza. Moro, un galgo negro rescatado en la zona del Hospital "J. B. Iturraspe" por la agrupación Patitas de la Calle, pasó 10 días internado en una veterinaria y luego, a un hogar de tránsito, cuando ya estaba mejor: la casa de Virginia "Pitu" Díaz.
Claudia Pronello, de Patitas de la Calle, aseguró que "en el último tiempo se están rescatando más galgos ya que estos grandes animales, que para mí son seres especiales, están siendo descartados", puesto que ya no son mercancía de carreras, tras las aprobación de la Ley 27.330, que prohíbe estos eventos en todo el territorio nacional, castiga con penas de hasta cuatro años de cárcel y multas de 80.000 pesos a quienes realicen o promuevan la actividad.
Por ello, hoy se los puede ver deambulando a la vera de los caminos, en campos perdidos o en las calles.
No al miedo, sí al amor
Con enorme esfuerzo, con ayuda de la gente, con venta de rifas y pastas, las voluntarias de Patitas de la Calle solventan todos los gastos, pero se hace imposible pagar guarderías veterinarias para cada perro o gato que necesite un hogar.
"La gente tiene que comprometerse porque es muy caro tenerlos en una veterinaria", exhortaron.
Pronello destacó que "no hay que tener miedo y si es por una cuestión económica, nosotros solventamos todos los gastos, como el alimento balanceado. Es un acto de amor".
Moro en casa
Virginia "Pitu" Díaz es una de las tantas personas que desinteresadamente ayuda y brinda su propio hogar como sitio de tránsito para mascotas rescatadas. Hasta el próximo lunes, Moro permanecerá allí para luego continuar con su recuperación en otra vivienda.
Virginia indicó que "los hogares de tránsito son fundamentales para los animales en situación de calle". Y agregó: "Las entidades dedicadas al rescate son las que hacen el trabajo más duro, rescatan a los animales y los internan pero después se necesita gente que acompañe en la recuperación del mismo, tanto física como psicológicamente".
Estos hogares de tránsito son fundamentales para que perros y gatos puedan ser sociables con los humanos y así poder conseguir una familia adoptiva. En el caso de Moro, Virginia reconoció que pasaron días para que el galgo ingrese a su casa. "Tenía mucho miedo, estaba asustado pero fue agarrando confianza. Hoy ya se adaptó".
Para ser hogar de tránsito se requiere responsabilidad y compromiso. "Hay que dedicarse a cuidarlos, todo lo que tiene que ver con el balanceado, los medicamentos y demás cosas, se hacen cargo las entidades rescatistas", insistió Virginia.
Por último, Díaz explicó que lo más difícil es no encariñarse. "Tengo que reconocer que dos de mis perros eran tránsito y terminaron quedándose en mi casa. Sé que Moro está en tránsito y que pronto encontrará una familia".