Recolectar la basura, una labor que se denigra desde la nominación
"Somos recolectores, pero no hay caso, la gente nos sigue llamando basureros". El testimonio de uno de los "atletas urbanos" que se dedica a la tarea.
Por Juamps Lídiam
Basureros, ¡no! Recolectores de basura, así se llaman -y lo enfatizan- quienes cumplen la labor de recoger los residuos de la ciudad. Precisamente en esos recorridos, además de tolerar olores nauseabundos, en ocasiones, se cortan con jeringas o vidrios, o terminan por rescatar a mascotas recién nacidas que son puestas en bolsas.
Enrique Alejandro Carnero se desempeña en la labor desde hace veinticinco años y comenta: "Hemos encontrado mascotas recién nacidas, perritos o gatitos, que los ponen en bolsas de residuos y los tiran. En algunos casos -si están vivos- los hemos podido salvar y los criamos, pero a veces si son muchos se complica poder criarlos a todos".
"Empecé cuando tenía veinte años", dice. En ese entonces los recorridos eran más grandes y se terminaba mucho más tarde. "Ahora estamos mejor -reconoce Enrique- porque los camiones tienen mucha más capacidad de carga y no tenemos que ir a descargar tan seguido, y al poner más camiones los recorridos son más cortos".
Uno de los requisitos para este trabajo es estar bien físicamente. "Es bueno si se practicó deportes alguna vez porque siempre hay que ir al trotecito. Los primeros días, cuando uno empieza, duele mucho el cuerpo y más para mí que, antes de entrar acá, trabajaba en una tornería y estaba siempre parado, pero después te vas acostumbrando. Además yo era jovencito y flaquito, no como ahora" (risas).
Una tarea que parece no ser para cualquiera
Las rodillas y tobillos sufren con las corridas, con las subidas y bajadas del camión. Enrique resalta también que deben ser cuidadosos con los contenidos algunas bolsas. "Tiran jeringas sin los capuchones o los vidrios rotos de vasos o platos y muchas veces nos hemos cortado, porque si bien usamos guantes protectores que son gruesos a veces el filo atraviesa igual. Nunca sabemos lo que hay adentro".
El tránsito es otra de las cuestiones en la que deben estar alertas, "en horas pico se complica un poco hacer el trabajo y a veces la gente se impacienta, pero estamos acostumbrados".
Tal como se mencionó, una cuestión recurrente es el uso de un término erróneo, el de Basurero. "Nosotros le decimos que somos recolectores, pero no hay caso, la gente nos sigue llamando basureros", señala Enrique con una sonrisa que no oculta resignación.
En última instancia, ante la consulta por los sueldos que ganan, Enrique admite la conformidad, no obstante hace una salvedad. "Cobramos bien pero es una tarea difícil, algunos compañeros y yo hace muchos años que estamos con esto pero otros han quedado en el camino, porque quedan con las rodillas operadas o arrastran lesiones".