Quito, más cerca de Dios
El corresponsal de LA VOZ DE SAN JUSTO recorrió el templo neogótico más grande de América: la Basílica del Voto Nacional, uno de los principales centros turístico de Quito.
QUITO-ECUADOR (Franco Bragas, Enviado Especial)-. Es imposible no caminar por el centro de Quito y ver de fondo, casi como una postal junto a las montañas, las torres principales de la Basílica del Voto Nacional, una majestuosa obra construida en medio de la capital de Ecuador.
La altura a nivel del mar que ya tiene la ciudad, más la atracción de poder subir a la torre más alta, dan sensación de acercamiento al cielo.
Esta basílica surgió de una idea propuesta por el padre Julio Matovelle en 1883, de construir un monumento como recordatorio perpetuo de la consagración de Ecuador al Sagrado Corazón. Por sus dimensiones y estilo está considerado como el templo neogótico más grande de América.
La basílica está conformada por una nave central, dos naves menores y 24 capillas laterales dedicadas a las provincias del país. El edificio consta de dos secciones principales, una nave principal dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, consagración realizada el 25 de marzo de 1874 y una más pequeña ubicada inmediatamente posterior a la primera, igualmente con una planta de cruz latina y dedicada al Sagrado Corazón de María, consagración realizada el 8 de abril de 1892.
En la fachada principal se puede apreciar una escultura de la Virgen María y otra del papa Juan Pablo II. Además, la mayor parte de las esculturas que adornan los nichos de las fachadas aún no han sido colocadas, y tras estudiar detenidamente los planos originales, se calcula que terminar las 230 efigies tendrían un valor superior a dos millones de dólares.
El corresponsal de LA VOZ DE SAN JUSTO recorrió el
templo neogótico más grande de América
La basílica permanece técnicamente "sin terminar" y la leyenda local dice que cuando se complete la Basílica, llegará el fin del mundo.
Ubicado bajo la basílica se encuentra un sencillo y elegante panteón nacional para los jefes de estado ecuatorianos, aunque no todos se encuentran sepultados en este sitio, sino únicamente cuatro.
La cripta está conformada por 50 tumbas de mármol francés para cuerpos y 150 para cenizas, todas con lápidas que ostentan el escudo del Ecuador bañado en oro. Desde 2002 existe un ceremonial que dispone el descanso eterno de los restos mortales de los jefes de Estado en este sitio, salvo expresa voluntad previa del fallecido o sus herederos para enterrarlo en otro lugar.14
Esta imponente obra es visitada a diario por una gran cantidad de personas, las cuáles deben abonar una suma de uno (ecuatorianos) y dos (extranjeros) dólares, para poder visitar sectores específicos. Recorrer la Basílica por dentro solo se puede hacer en los momentos que no hay misa, mientras que el sector donde están las torres y se puede subir más de 115 metros de altura, se puede visitar en cualquier momento.