Quiniela: apuestas cayeron y las que siguen se achicaron
Tras la reapertura, algunas agencias trabajan al 30 %. Aseguran que perdieron muchos clientes y que los que siguen optan por destinar menos dinero a los juegos de azar.
Tras 52 días sin poder trabajar, las agencias de Lotería y Quiniela en San Francisco finalmente pudieron abrir sus puertas el pasado 11 de mayo. Sin embargo, la actividad se ve limitada a la posibilidad de recibir apuestas de Quiniela, ya que aún no se autorizó la actividad para el resto de los juegos de azar.
Estos locales sienten el cimbronazo que implicó la cuarentena, la clientela cayó un 40 % -y en algunos casos el 70 %- y reconocen que llevará tiempo para que todo vuelva a la normalidad. En lo que respecta a los juegos como Quini 6, Loto, Brinco y Lotería están suspendidos sin fecha anunciada de regreso.
Nueva modalidad
En la ciudad alrededor de 50 agencias trabajan en el horario de 8 a 20 y bajo un estricto protocolo sanitario. Por la mañana reciben apuestas para la Quiniela de Lotería Nacional y Lotería de Córdoba. En cuanto a los sorteos de modalidad matutina, vespertina y nocturna se trabaja con las loterías Nacional y Santa Fe.
Se estima que el caudal de dinero destinado a las apuestas se redujo en un 40 % en comparación con lo ocurrido antes del 20 de marzo.
El presidente de la Cámara de Loteros de San Francisco, Roberto Griotti, explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que "las agencias de quiniela estamos trabajando a un 60 % con relación a cómo lo veníamos haciendo antes de la pandemia".
Tras la reapertura, "se produjo una importante reducción" en el número de apuestas recibidas, admitió.
El cierre del casino no impacta
El cierre de la sala de juegos que explota la empresa Concesionaria de Entretenimientos y Turismo (CET) -Av. del Libertador (N) 130- llevó a pensar a los agencieros que se venía una temporada con mayor cantidad de clientes aunque la realidad terminó demostrando otra cosa.
"Hemos observado que llegan algunas personas que antes no venían por las agencias", reconoció Griotti, aunque también dijo que el apostador de la sala de juegos "es muy especial" porque "le gusta mucho la maquinita" (tragamonedas).
El entrevistado atribuyó la merma en la demanda al golpe para el bolsillo de la gente que significó la pandemia. "Algunos redujeron la cantidad de dinero que apuestan porque han sido visiblemente afectados".
"En épocas de crisis la cantidad de apuestas es más o menos la misma, lo que baja notoriamente es el monto de dinero que se destina a cada apuesta", remarcó.
"La gente espera el Quini 6"
En este momento de crisis económica, muchos apostadores aguardan con ansias la autorización para el funcionamiento del resto de los sorteos, aunque el Quini 6 se lleva todas las fichas ya que en el último sorteo que se pudo realizar quedó un pozo vacante que supera los 250 millones de pesos.
"La gente espera el Quini 6 que tiene un monto importante en el pozo que está vacante. El sorteo arranca con un pozo muy importante. La gente viene todos los días a preguntar cuándo se hace el sorteo porque tiene muchas ganas de participar", indicó Griotti.
Por su parte, Diego Peralta, de la Agencia 0154 de Lotería de Córdoba, ubicada en la intersección de los bulevares Buenos Aires y Roca, admitió que hay "mucha expectativa" entre la gente por la vuelta del Quini 6 y el Loto por los premios que ofrecen.
"Solo viene aquel que se puede considerar jugador y que viene con más frecuencia que el resto", señaló sobre el perfil de los que siguen jugando.
Peralta también reconoció que "el monto de las apuestas se redujo a la mitad".
En tanto, Jorge Peiretti, propietario de Casa Peiretti, ubicada en Aristóbulo del Valle 908, dijo que el parate de la actividad por el coronavirus "fue muy duro".
Con la reapertura expresó que "al apostador le cuesta retomar el nivel de juego que tenía antes. Falta movimiento, se cierra más temprano porque no hay muchas personas que jueguen, sobre todo porque solo está autorizada la Quiniela".
Según su propia experiencia remarcó que "en este momento estamos a un 30 % del nivel de apuestas que solíamos recibir antes de la pandemia", lo que marca a las claras la crisis por la que atraviesa el sector, íntimamente relacionada con la escasez de dinero circulante.