"Queremos saber quién, cómo y dónde fue" que Elías sufrió las quemaduras
El bebé que sufrió graves quemadiras tras su nacimiento, ya está en su hogar, rodeado de amor y cuidados
Elías duerme en su cuna. Sueña y mueve sus manitos
diminutas, abre la boca y sigue durmiendo. Es la primera vez que puede dormir
en su casa, en el departamento de calle Corrientes donde vivirá con sus padres,
Luis y Silvina, y su hermana Alma. Para los Bruno fueron 12 días de un martirio impensado. Elías nació prematuro y fue derivado al Sanatorio Allende de
Córdoba desde el Sanatorio San Justo de nuestra ciudad. Cuando llegó al
nosocomio cordobés, se dieron cuenta que tenía graves quemaduras en su espalda
y allí empezó la lucha de los padres, su familia, pero sobre todo de Elías. Luis y Silvina, están parados al lado de su hijo y son la
muestra viva de la felicidad, la entereza, la lucha. "Yo llegué el miércoles 11 a Córdoba y hoy después de 12
largos días estamos en casa con Elías. Esta mañana (por ayer), fuimos a las 9 a
darle la teta a la incubadora y estaba con el sensor que le marcaba las
pulsaciones, se durmió y nos fuimos a tomar un café. Cuando volvimos, todos los
aparatos estaban apagados y dijimos '¡ya está!' Y cuando llegó la doctora, nos
explicó todo y no dijo 'se van'", narró Luis a LA VOZ DE SAN JUSTO. El final de la historia está colmado de alegría, porque antes
hubo que pasar una tormenta. "Lo primero que dije cuando me lo muestran en el
Allende fue que no era mi hijo. Cuando me dicen que vaya urgente, me lo
muestran y me dicen 'mire cómo me trajeron a este chico, lo primero que le dije
es que no era mi hijo. ¡No lo podía creer!", agregó. Por su parte, Silvina, que llegó a Córdoba para
reencontrarse con su hijo dos días después de haberlo parido, agregó: "Hoy nos
cruzamos con la doctora que lo recibió y se asombró de lo bien que estaba. Las
compañeras de esa doctora, que hace un montón de años que trabaja en el
Sanatorio cordobés, cuentan que cuando recibió a Elías fue la primera vez que
la vieron llorar al recibir a un chico. Imaginate si eso le produjo a la
doctora, lo que me generó a mí", sentenció Luis. - Durante todo el proceso de recuperación de Elías,
escuchándolos hablar o leyendo lo que escribían se los notaba enteros... Luis: Las noches se hacían largas. Silvina: Siempre me tenía que aguantar llorando pensando en
Elías, en mi hija. Una noche lo tenía a Elías en la panza, a Alma acostada
arriba y a mi marido al lado y de repente, en un momento me había quedado sin
los tres. Eso sumado que no había podido ver a Elías, no había podido
abrazarlo, no sabía qué le había pasado.
La lucha continúa
"Ahora tenemos que curarlo dos veces al día con agua destilada y ponerle una crema en las cicatrices. El lunes tenemos que volver para que lo revisen nuevamente y le hagan otros estudios, pero aparentemente, los médicos lo ven bien. Aparte ya está casi curado. Quizás parece que está muy mal, pero está casi curado, le queda una crosta que se tiene que salir sola", explicó la mamá.
- Ahora resta saber que le pasó a su hijo...
Luis: Sí, porque no me puedo quedar con la intriga de lo que le pasó a mi hijo. Hoy estoy feliz de que esté en casa, con su hermana. Que estemos todos juntos porque eso es lo más importante, pero también me queda saber qué fue lo que le pasó. Desde la clínica San Justo no se han comunicado con nosotros, el pediatra de él me llamó y a él lo escuché porque es una persona que conozco desde hace mucho tiempo, pero igualmente las investigaciones se van a hacer, porque queremos saber quién, cómo y dónde fue.
Luego de Elías salieron muchos casos de violencia médica a la luz. Y vamos a buscar que no pase más. Leímos comentarios de muchas personas que pasaron algo similar y nunca se hizo público, entonces, por un lado está bueno que lo de nuestro hijo se haya hecho tan masivo.
Recordemos que desde el Sanatorio San Justo descartaron la posibilidad de que el bebé haya sufrido las quemaduras mientras estuvo internado allí.
Agradecimientos
"Queremos agradecer, porque hasta hoy nos llegaron sobres con dinero para ayudarnos. Sinceramente, lo que yo llevé a Córdoba me duró dos días. Queremos agradecer a los compañeros de trabajo de Luis, al dueño de la fábrica donde trabaja, nuestras familias, amigos... todos se movilizaron para darnos una mano y nos ayudaron mucho. Agradecerle al intendente de La Para (Martín Guzmán) que nos ofreció ese lugar EN Córdoba (Casa Parense) para quedarnos y a su mujer, Laura Caffarena, que no solamente nos dio lugar y comodidad, nos dio consejos, cuando estábamos caídos, nos levantó. No fue solo una ayuda económica sino que también psicológica", señalaron los padres del bebé.