Por qué es importante la adaptación al jardín de infantes y a primer grado
Se escuchan risas pero también llantos, canciones de bienvenida y en el ambiente hay mucha emoción. El comienzo del jardín de infantes y primer grado es todo un desafío tanto para los niños como para padres y docentes ya que todos se enfrentan a un mundo nuevo.
Cuando un niño ingresa al jardín
maternal, al jardín de infantes o a primer grado experimenta un
cambio muy importante, y mucho más si es la primera vez que sale de
su hogar para ingresar a un nuevo espacio, con adultos y con otros
niños desconocidos.
Por eso, en esta nueva aventura, es necesario el proceso de adaptación, un período de transición entre la casa y la escuela. ¿Cómo acompañarlos en este período tan importante?, ¿Qué dificultades pueden aparecer? .
La psicopedagoga, Paula Botta (MP-342619) explicó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que este tiempo es en el cual "el niño se va a ir adecuando cognitiva, afectiva y socialmente a un contexto escolar con características distintas a las del ambiente familiar".
Recordó que para los niños "éste cambio implica la salida de su entorno familiar, de ese espacio conocido que les brinda seguridad y en donde se sienten protegidos, para pasar a enfrentarse al desapego de sus padres y a la nueva rutina que implica la educación infantil".
Por eso durante este período se ponen en marcha un conjunto de medidas que buscan suavizar la separación familiar, ayudando a establecer ese primer vínculo entre el niño, su familia y la institución al momento de empezar la escuela.
Jornadas reducidas y padres en el aula
Las medidas empleadas en el período de adaptación varían dependiendo de las instituciones. La más común es establecer jornadas breves de asistencia al colegio los primeros días, para que los niños se habitúen progresivamente al nuevo espacio. A medida que el niño se adapta, se van aumentan las horas de la jornada.
Al respecto, la psicopedagoga explicó que las jornadas reducidas "acortan el tiempo de espera de los pequeños, ya que pueden ver a sus padres más pronto y los ayuda a disminuir el sentimiento de abandono".
Otra forma de adaptación establecida en la educación infantil es la participación de los padres. "Algunas escuelas invitan a los adultos a una clase abierta o a realizar actividades entre los padres y los hijos como forma de integración. En este período de tiempo el niño aprenderá a reconocer a sus docentes, compañeros y su espacio de trabajo".
Un vínculo positivo entre el niño y la escuela
El período de adaptación puede traer aparejados cambios de conducta en los niños. No todos se manifiestan de la misma forma. La mayoría llora, otros no, algunos se mantienen aislados, expectantes, como observadores silenciosos, y otros, después del primer impacto, se distraen y participan de las actividades que se les ofrecen.
"Hay tantas reacciones como niños, y cada niño a su vez va modificando y variando sus manifestaciones a lo largo del proceso de adaptación", aseguró la psicopedagoga Paula Botta.
Al respecto remarcó que por eso "es tan importante como necesario, que la familia de cada niño pueda estar presente en este proceso, acompañándolos, escuchando y respetando las indicaciones de la institución educativa; lo cual favorecer buen período de adaptación crea un vínculo positivo entre el niño y la escuela".
La presencia de las familias es fundamental
La psicopedagoga advirtió que la responsabilidad de una adaptación o incorporación exitosa no debería recaer exclusivamente en los más pequeños. "Es imprescindible sensibilizar la mirada hacia estos procesos vitales y organizarse a nivel familiar y escolar. No debe perderse de vista que el período de adaptación es eso: un período y que no es para siempre. Y que cuanto mejor preparados estemos, más corto y más llevadero resultará para todos", recordó Botta.
Destacó que es "sumamente importante respetar la individualidad y los tiempos de cada niño. Hay que recordar que la presencia de las familias es fundamental. Son la fuente principal de seguridad para los niños en este periodo y su presencia planificada y acordada, permitirá que establezcan un buen vínculo con su nueva figura de referencia, la cual les acompañará en el desprendimiento y ayudará a construir tolerancia y apertura hacia los nuevos espacios y personas".
Psicopedagoga Paula Botta
Consejos para padres
Aquí algunas sugerencias para los padres durante el proceso de adaptación:
Anticipar y preparar psicológicamente a los niños desde casa, hablándoles positivamente de la escuela y dialogar sobre lo que allí aprenden, de las emociones y sensaciones que ese momento genera tanto en el niño como en sus adultos es una buena estrategia.
Responder a sus inquietudes minimizará el rechazo a lo desconocido. Al igual que en los niños, el período de adaptación genera mucho estrés en los padres.
Hacer un esfuerzo por controlar la ansiedad que les producen los horarios de adaptación: manteniendo una actitud equilibrada y paciente, es importante en este proceso de cambios.
Acortar las despedidas al momento de dejarlos en la escuela, acompañándolos con palabras de confianza y aliento los ayuda en su autonomía, evitando generar mayor ansiedad en los niños.