Por falta de dinero, se suman infractores que pagan con trabajo comunitario
Diez personas por semana se acercan al Tribunal de Faltas para cambiar sus penas económicas por trabajo comunitario.
Unas diez personas por semana piden realizar trabajos comunitarios para poder abonar de manera total o parcial diversas infracciones producidas en el ámbito de nuestra ciudad. Cabe señalar, que las tareas comunitarias son una posibilidad que ofrece el Tribunal Administrativo de Faltas a todas aquellas personas que argumentan no contar con los medios económicos suficientes para hacer frente al pago de las multas que recibieron como consecuencia de haber cometido una falta a las normas vigentes.
En este caso, las principales transgresiones a la ley ocasionadas tienen que ver con la falta de casco para los motociclistas, conducir un motovehículo con más de un acompañante, falta de documentación de la unidad, cruce de semáforo en rojo, entre otras. Las mismas tienen un costo que oscila entre los $1.500 y $7.000. De esta manera, el monto de la multa se divide por el valor de la hora de trabajo del personal municipal; así surge la cantidad de horas que deben realizar para saldar la deuda.
Entre los lugares que reciben a los infractores para llevar a cabo las tareas comunitarias se cuentan la Dirección de Servicios y el Tribunal de Faltas de la municipalidad de San Francisco, el Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región, y el merendero que conduce Graciela Magario de Benedetto.
La jueza administrativa de Faltas, Ana Goirán, explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que "el trabajo que se les asigna a los infractores depende de si se trata de una persona mayor o un joven, como así también de las distintas características que presente. En tareas comunitarias tenemos tanto hombres como mujeres de todo tipo de edades", señaló.
La funcionaria aseguró que "el número de infractores en tareas comunitarias está aumentando" y agregó que "tendremos un promedio de unas diez personas por semana que nos formulan pedidos para hacer tareas comunitarias como contraprestación para abonar el monto de las multas que recibieron por haber cometido alguna infracción".
Motivos
Goirán afirmó que entre los principales motivos por los cuales una persona accede a las tareas comunitarias se encuentra "la falta de recursos económicos para hacer frente al pago de la multa", lo que se comprueba con la propia declaración del infractor. Asimismo, muchos ofrecen pagar el 50 por ciento en efectivo y el resto en trabajos comunitarios, debido a que suelen resultar muchas horas de labor.
Cuando el infractor es un menor de edad, son los padres los que prefieren -a modo de correctivo- que sus hijos paguen con su trabajo: "Estos casos se producen generalmente cuando se los detecta a los menores consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública. En esos casos, los propios padres muchas veces vienen hasta el Tribunal y piden como método de aprendizaje que enviemos a su hijo a trabajar a algún lugar. En este caso, por tratarse de menores, se debe contar con el expreso consentimiento de sus padres".
Luego aclaró que "el turno laboral es de siete horas diarias, pero en el caso de que concurran al merendero, el tiempo de trabajo es acorde a las horas de funcionamiento de ese lugar en particular. Lo mismo ocurre cuando van al Archivo Gráfico. Más allá de esto, todo depende de la disponibilidad horaria que tenga el infractor porque en ese caso respetamos esa situación. De todas maneras, la metodología de disposición de horas de trabajo comunitario se establece antes que comience a realizarse la tarea y tras aceptar las condiciones expresan su conformidad firmando un acuerdo escrito bajo la responsabilidad del infractor". Por último, Goirán señaló que "cuando los infractores comienzan su tarea se dirigen al lugar donde fueron asignados llevando un oficio en el cual se especifica la cantidad de horas a desempeñarse; cuando terminan nos tienen que devolver el oficio con la firma del responsable que señale que cumplimentaron las horas indicadas", indicó.