Pintura catárquica: “Atrapados”, “hablan” los adolescentes
Alumnos de la escuela Normal exponen 40 cuadros en el Museo de la Ciudad, obras nacidas desde lo más profundo de estos chicos que se animaron a "pintar su realidad".
Ser adolescente no es solo la apertura de nuevos caminos en la vida, también es un largo proceso de autoconocimiento. A veces, no es fácil llegar a esta meta y por eso el acompañamiento de un adulto se hace más que necesario.
Los estudiantes de 4º y 5º año de la especialidad Arte de la escuela Normal Superior "Dr. Nicolás Avellaneda", entendieron la idea de su profesora Cecilia Bianchi a la perfección y decidieron asumir el desafío de contar a través de la pintura todo lo que les pasaba, lo que les sucedía y preocupaba y que nunca antes habían expresado.
Así nació la exposición artística "Atrapados", que se exhibe en el Museo de la Ciudad - Bv. 9 de Julio y Avellaneda - y encierra - vaya paradoja - un mundo de preocupaciones y problemas que los chicos callaban, porque hay que resaltar que nada de lo que los cuadros dicen es fantasía sino parte de una realidad, cruel en todos los casos, por parte de estos estudiantes.
El trabajo de las profesoras Cecilia Bianchi y Roxana Torre fue arduo. En el primer caso, la reconocida pintora estuvo encargada de la coordinación y tarea artística propiamente dicha, mientras que su colega acercó herramientas de lingüística y oralidad para que la inauguración de la muestra se equilibrara con el arte que mostraban.
La propuesta fue hecha por Bianchi y nació de una manera inusitada y que incluso trascendió la propia planificación escolar: "Creo que todo surgió simplemente porque tenía que darse. Esa mañana cuando les planteé el tema les pasé un video que fue lo que detonó que se animaran a hablar".
"Lo demás vino solo", dijo Cecilia y fueron horas de una auténtica comunión y catarsis colectiva que pocas veces se da. "Estuvimos tres horas porque no podían parar de hablar y llorar, entre ellos se mostró un vínculo muy fuerte como curso donde ahora se dan cuenta que pueden comprender y entender lo que le pasa a su compañero".
Con el desafío en marcha lo que quedó por delante fue solamente expresar lo que más angustiaba a estos chicos y el colegio supo comprender que no era una mera actividad, ni que tampoco podía ser algo que quedara entre cuatro paredes.
La muestra podrá visitarse hasta el viernes
en el Museo de la Ciudad
Telaraña de historias
"Atrapados" es una sola historia, nutrida de otras tantas que se ven reflejadas en más de 40 cuadros que están en el Museo de la Ciudad. Son todas verídicas, nacidas desde lo más profundo de estos chicos que se animaron a "hablar" y "pintar su realidad".
Pero ser adolescente también es parte de una etapa donde los miedos están presentes. El temor "de ser rotulados, juzgados o señalados" o simplemente "no estar listos" para decir "yo soy la persona que se ve reflejada en este cuadro".
De ahí que los cuadros sean anónimos. "Por ese motivo los cuadros no están firmados, porque aún no están en condiciones de contar e identificarse públicamente con lo que les pasa y por eso preservaron su anonimato", sostuvo la docente a cargo de la actividad en entrevista conLA VOZ DE SAN JUSTO.
A veces dicen que "una cosa lleva a la otra" y verdaderamente es así, porque a lo largo de todo el proceso Cecilia conoció un costado de sus alumnos de su propia voz y también a quienes los rodean. "Lo que más me movilizó para que la muestra se lleve al Museo es el hecho de que hay que dar a conocer la falta de apoyo que sienten de los adultos que los acompañan. Por ejemplo, a algunos sus padres no los apoyan en sus aspiraciones artísticas porque consideran que no los lleva a ningún lado", explicó.
El clic no sólo sucedió entre alumnos y profesoras, sino también en los propios padres. "Esa noche hubo mamás que dijeron que a través de lo que su hijo dibujó pudieron comprender lo que le estaba pasando, y dieron su testimonio delante de todos. Eso fue enriquecedor y valioso", rememoró.
Lo que dicen los pibes
Más idílico, con oscuridad de por medio. Con más texto, color o luz. Como sea. Cada chico pintó a su modo lo que le pasa o pasaba, lo que siente o sentía y lo que deseaban contar no sólo para sus compañeros sino también para que otros pares puedan "animarse" a más.
"Lo que se busca con la muestra, es que sea un disparador para que los adultos tomemos conciencia de cuanto sin darnos cuenta lastimamos a veces a los chicos. Una de mis hijas hizo un cuadro y ella manifestaba que hoy a sus 20 años recién se siente segura de mostrarse tal cual es, pero su adolescencia la vivió sintiéndose menos en un mundo que le daba vueltas y ella sentía que no valía nada", contó Bianchi y agregó: "Tenemos como desafío ahora salir de esa telaraña donde estamos atrapados y dar el grito comunicando que otros sean conscientes y podamos decir basta".
Violencia que encierra violencia
Como un círculo pero solo que vicioso, así Cecilia describió a la muestra que "no solo hablar de la violencia de género", sino también de lo que sucede en otros ámbitos y con otro tipo de relaciones.
"Existe la violencia entre las amistades, lo mismo con las profesoras de danza que buscan transmitir una imagen perfecta. Hay chicas que dijeron odio el color rosado porque su mamá les decía que sino no era nena, muchos casos de anorexia o de suicidio porque sienten que no son los hijos perfectos que sus padres quieren. En todos los casos, ellos sufrían", detalló la artista.
Un antes y un después
Bianchi dijo que este trabajo no cambió la relación o visión que ella tenía de sus estudiantes, sino que reforzó los lazos entre ambos y también entre los propios adolescentes.
"Hubo algunos chicos con los que incluso después hablé individualmente porque yo notaba que algo estaba pasando. Mi trato es el mismo con todos pero hay una comunicación diferente donde no hay secretos porque ellos saben que lo que pasó en el aula no va a salir de ahí porque es un código que acordamos", afirmó.
La profesora también recalcó que "hubo otros alumnos que no se animaron" a hacer un cuadro, o simplemente "no autorizaron su exhibición en el Museo" pero eso "no importaba" porque "cada uno logró colaborar con sus compañeros desde otro lugar". En este sentido, consideró que "cada uno lo podrá hacer a su tiempo".
Por otro lado, también siente que a partir de esta actividad - que excede la planificación y una nota - los chicos "empezaron a sanar" e incluso "nacieron otros artistas". Sus trabajos no reflejan los mismos problemas, sino que algunos "usan más luz" u "otros colores". En definitiva, "entienden que se sacaron un peso de encima".
Aunque "por ahora los chicos no están preparados para asumir la realidad y apropiarse de la autoría del cuadro hoy todavía no lo pueden hacer". Pero la profesora dejó en claro que "el que abusó, pegó, dijo algo violento o despreció" lo va a saber cuando entienda el cuadro, porque la historia y la verdad más allá del nombre ya fue develada.
Hasta el 13 hay tiempo
La muestra "Atrapados" podrá visitarse en el Museo de la Ciudad hasta el viernes 13 de agosto, de lunes a viernes de 8 a 12 y de 16.30 a 19, y hoy domingo de 16.30 a 19. En exhibición hay alrededor de 40 cuadros cuya autoría es de alumnos de la especialidad Arte de la escuela Normal.
Posteriormente, se volverá a montar en el colegio con motivo de la celebración del 106 aniversario de su fundación. Bianchi además comunicó que "invitan a otras instituciones y municipios que tengan interés en que la muestra se siga exhibiendo a comunicarse con el colegio" para que "el mensaje siga circulando".