Pintar lo que nos contiene: los alumnos del PIT del “Bailón” y un mural para hacer sentir su voz
Se trata de un proyecto de murales que son una manifestación de lo que ellos piensan.
Por Manuel Ruiz
Este lunes a la tarde, cuando ya el invierno había vuelto a decir presente en la ciudad y el frío viento calaba profundo en los alumnos del Programa de Inclusión y Terminalidad (PIT) del Ipem nº96 "Pascual Bailón Sosa", que funciona en la escuela "Lucía Vaira de Aimetta" de barrio La Milka, una pared gris ladrillo empezó a mutar.
Los chicos y chicas que concurren al PIT pasaban pinceles y rodillos de lado a lado para dar el primer paso de un proyecto de murales que asentará su presencia en la "Aimetta" y que sobre todo será una manifestación de lo que ellos piensan.
Javier Cento, profesor de Ciudadanía y Participación del programa provincial que le da la posibilidad a los chicos -en edad de secundaria- que interrumpieron su trayecto educativo de poder terminarlo o iniciarlo, explica lo que hacen sus alumnos a las 4 de la tarde del lunes, con baldes de diferentes pinturas y frente a la institución que los contiene: "Esto es un proyecto de intervención socio-comunitaria que integra a tres materias del trayecto escolar y desde donde, y a principio de año, cuando se empezó a trabajar con esto, se propusieron distintas ideas; primero trabajando lo que es una intervención socio-comunitaria, después haciendo un proyecto y luego se les propusieron varias iniciativas a los chicos y ellos votaron llegando a la decisión de realizar murales, que a la vez tengan un mensaje positivo o intervengan en algo que nos haga falta".
"Así fue como "Gui" (Guillermo Barberis), muralista de la ciudad nos dio una mano, porque la pintura no era nuestro rubro. Él nos ayudó cómo ir trabajándolo de a poco. Empezamos con hojas A4 y lápices de colores, pasamos a hojas más grandes, después a temperas y pinceles para ir agarrando la técnica de pintura. De ese trabajo salieron muchos dibujos, bosquejos, muchas manchas y se eligieron dos para llevarlos a la pared, que es lo que está sucediendo ahora de una manera más espectacular de la que nos esperábamos, como todo en el PIT", relata Cento sobre la evolución del proyecto desde su inicio hasta hoy, mientras los chicos ya casi terminan de blanquear la pared.
Salir a decir
"En el curso tenemos 15 chicos y hoy vino la mayoría, por suerte. El PIT, como es volver a la escuela, y para algunos empezar, recién con 16 años el primer año de secundaria, en su pleno derecho y aprovechando todas las oportunidades. Es difícil la asistencia y encontrarle lo que nosotros llamamos oficio de estudiantes: tener la constancia, respetar el horario, la presencia. Recién con un año de trabajo vemos los frutos, pero todavía hay que seguir trabajando con la permanencia y el presentismo", contextualiza Cento.
- Hablabas de la intervención socio-comunitaria, ¿cuán importante es que los chicos hoy estén acá, haciendo esto?
Javier Cento: muy importante. Ellos activando en lo que son parte, que es la ciudadanía. En su calle, su barrio, su lugar y dándole un mensaje a la gente que si se quiere se puede y que se lucha y se buscan las posibilidades de hacer las cosas. Y entender que la pared que sirve siempre para pintar algo agresivo, también sirve para transmitir un mensaje, en este caso la importancia del uso del casco y a través del otro dibujo agradecer a la educación y que sea un derecho. Eso es lo socio-comunitario, de repente estar en los bordes de todo y un día saltar a tener el protagonismo, porque son ellos lo que hacen todo. Es su actividad, fruto de su historia, de su deseo de expresarse, y eso es ser un ciudadano con participación activa en la sociedad.