Personal de salud, en primera fila, muestran sus marcas
Mañana 21 de septiembre, el Día de la Sanidad se"celebra" cruzado por la pandemia del coronavirus. Más horas en el Hospital y menos en su hogar. Extrañan a la familia pero priorizan cuidarla. Cuatro testimonios sobre la batalla diaria contra una enfermedad desconocida que deja huellas en el cuerpo y el alma de los médicos y enfermeros. "Nuestro miedo es el de llevar el virus a nuestra casa".
Por Isabel Fernández | LVSJ
El contacto más estrecho con los pacientes de covid-19 lo tienen ellos, los profesionales de la salud. Hoy, a seis meses del comienzo de la batalla contra el coronavirus en nuestra ciudad y el país, llevan en sus rostros, en sus cuerpos y mentes las marcas de una guerra que aún no tiene final certero.
Al principio fueron aplaudidos como héroes, aunque quizá no fue suficiente para valorar su gran entrega en la primera línea de fuego donde enfrentan la crisis con escasos recursos humanos. En medio de la creciente cantidad de casos, la preocupación y el miedo aparecen, pero la vocación resiste.
Viven con el temor constante de llevar el virus a su familia, a su casa, pero al mismo tiempo se cuidan y contienen a los pacientes que transitan el virus en soledad.
Mañana 21 de septiembre se conmemora el Día de la Sanidad en un contexto inédito y es una oportunidad de tomar conciencia sobre la importancia de nuestros médicos y enfermeros, resignificando su labor.¿Los valoramos y les agradecemos lo suficiente?¿Seguimos sus recomendaciones para que el virus no avance?¿Los cuidamos como ellos nos cuidarían?
En el Hospital"J. B. Iturraspe", las médicas especialistas en terapia intensiva Verónica Giner y Verónica Nunia y las licenciadas en enfermería Graciela Reinero y Valeria Copes que trabajan en la Unidad de Terapia Intensiva y elárea de covid, relataron a LA VOZ DE SAN JUSTO cuáles son sus sentimientos, miedos, experiencias y también brindaron consejos.
"Estamos ante un virus desconocido y la carta más fuerte ya la jugamos que es la cuarentena estricta, es entendible que la gente esté cansada peroéste es el momento en el que más hay que cuidarse porque ya aparecieron los casos. Son medidas básicas que no son difíciles, mantenerse a dos metros de distancia, usar tapabocas, alcohol en gel y lavarse las manos. Les pedimos a los ciudadanos que aporten su grano de arena siendo responsables y solidarios cuidándose para así evitar que se colapse el sistema de salud", afirmaron las profesionales.
Más horas con el ambo puesto y menos en su hogar. Extrañan a la familia y los abrazos, pero priorizan cuidarla."Nuestro miedo es el de llevar el virus a nuestra casa".
Ya pasaron 184 días del comienzo de las medidas por la pandemia y ahora la demanda aumenta. Ante la pregunta de cómo se sienten en este momento afirmaron estar más cansados y con incertidumbre.
La doctora Giner afirmó que como profesionales"estamos un poco más cansados, estresados, tenemos más demanda no solamente por los pacientes covid sino los que llegan con otras patologías o traumas. Hay más casos de pacientes graves y entonces trabajamos en la UTI y en elárea covid",
"No solamente comenzaron a aparecer los casos graves de covid sino que en estosúltimos meses también aumentaron los casos de politrauma que son los que se llevan el mayor porcentaje de camas de la terapia. Son pacientes que requieren estadías prolongadas", agregó por su parte la doctora Nunia.
Al servicio del otro
En tanto la enfermera Reinero -que trabaja junto a la licenciada Claudia Chávez- recordó que al principio parecía que todo iba a ocurrir en otro lugar y no aquí en San Francisco y"hoy sentimos que ocurrirá en cualquier momento y el personal de salud es el más arriesgado en esta crisis. Nosotros estamos al servicio del otro, creemos que nadie quiere y tiene la culpa de contagiarse".
"Nos
sentimos con temor, miedo, incertidumbre, hay muchísima
demanda de trabajo, estamos cansados y con angustia. Todo el personal está capacitado, responde a la situación, pero también
somos seres humanos y nos estamos desgastando",
dijo.
Huellas en la piel y el alma
Las huellas físicas y psicológicas de esta gran entrega son importantes. Tanto médicos como enfermeras deben usar un equipo especial de protección con los pacientes enfermos de covid y eso implica usar gafas y doble barbijo durante horas, eso les causa molestias y hasta a veces les falta el aire por el uso prolongado. Dentro de todo ese traje hay seres humanos solidarios y empáticos que a pesar de todo buscan la manera de brindar consuelo aunque sea con una mirada detrás de las máscaras.
"Estamos tratando de ponerle el pecho entre todos, porque adentro no es fácil ya que tenemos que estar horas usando el traje de protección, nos falta el aire y la dinámica de trabajo no es la misma porque uno ya no rinde lo suficiente", contó Reinero.
"Nos sentimos con temor, miedo, incertidumbre, hay muchísima demanda de trabajo, estamos cansados y con angustia. Todo el personal está capacitado, responde a la situación, pero también somos seres humanos y nos estamos desgastando".
Aseguro:"Estamos en esta batalla y quién más que nosotros va a hacer este trabajo. Tenemos un grupo intedisciplinario de trabajo pero siempre enfermería está al pie del cañón porque si tuviéramos mucho miedo, quién haría este trabajo para el otro, no lo sabemos".
La doctora Giner explicó que en las largas horas de atención"las gafas se marcan en la cara y el aire empieza a faltar por el doble barbijo, tenemos que usarlo varias horas. Llega un momento que cansa tener el equipo de protección puesto".
El mayor miedo, llevar el virus a su casa
Las profesionales aseguraron que nunca tuvieron miedo por el coronavirus, pero sí tienen miedo de contagiarse y llevarlo a sus seres queridos, personas mayores o con algún factor de riesgo. Además recordaron que el virus"no es ningún invento o mito", existe realmente.
"El miedo no es por uno en sí, sino por la familia a quienes les podemos llevar el virus. Nuestro miedo es el de llevar la enfermedad a nuestra casa. También sentimos angustia porque esto nos obliga a estar mucho tiempo alejados de nuestros afectos e incertidumbre porque nadie sabe qué va a pasar", contó Reinero.
La doctora Nunia añadió que no es muy agradable ver a la gente que no se cuida. "Vemos a los pacientes graves, nuestro trabajo directamente nos expone y sabemos que no es ningún mito o invento el virus".
Todas tienen una vida personal particular porque extreman los cuidados para no contagiar a sus familiares e inclusos a otros colegas."Nos bañamos antes de irnos, nos cambiamos la ropa, los ambos van derecho al lavarropas, son cuidados que tenemos", dijo Giner.
¿Qué les da fuerza para seguir?
Médicos y enfermeras brindan cuidados directos a los pacientes internados y participan activamente en intervenciones de gran escala, demostrando compasión, valentía, coraje, profesionalismo, compromiso para proteger y mantener la salud y el bienestar de los enfermos.¿Qué los fortalece?
Giner afirmó que la fuerza más importante llega de los compañeros del equipo de salud."Los reclamos que se realizan actualmente están fundamentados pero uno piensa en el equipo, en todos los que se están haciendo cargo de esta emergencia".
La enfermera Reinero encuentra fuerzas en su familia y en la vocación para enfrentar el día a día."Todo el personal comparte codo a codo el trabajo, estamos todos juntos porque esto es un antes y un después en el mundo. Después de la pandemia no sabemos qué pasará con nuestra salud mental y la de toda la gente".
Copes añadió que es"una energía que sentimos siempre, pero se va renovando, hay momentos en que decaemos y en otros nos volvemos a levantar. El equipo de salud está dando la vida por el otro y para eso estamos, ojalá algún día nuestra profesión pueda ser bien paga, respetada y sostenida. En Córdoba no tenemos colegiatura en nuestra profesión y es difícil que haya una unión, pero esperamos que las políticas de Estado hagan que todo cambie".
La falta de recurso humano, lo más difícil en la pandemia
Lo más difícil que enfrentan en su labor diaria contra el coronavirus los profesionales de la salud es la falta de recursos humanos. Así lo aseguraron las doctoras Verónica Giner y Verónica Nunia y las enfermeras, Graciela Reinero y Valeria Copes del Hospital Iturraspe.
"Se necesita más personal para trabajar mejor,las camas se consiguen los respiradores también, pero al número de camas que aspiremos a llegar hay que asignarle los profesionales para cada cama", advirtió la doctora Giner.
"Lo que dejó al descubierto esta pandemia es la situación de los terapistas a nivel país -advirtió-. Hay pocos especialistas en terapia intensiva y las residencias no se cubren, cada vez somos menos. La vida del terapista son guardias las 24 horas y a veces el pago no está al nivel de la exigencia que se tiene".
Nunia agregó en ese sentido que es"muy difícil cubrir especialmente en estaépoca en la que hay mucha demanda, además en otros lugares los médicos terapistas se contagiaron y hubo bajas de médicos y no hay otros profesionales para suplantarlos".
"Lo más difícil del trabajo hoy en el contexto de la pandemia es la falta de recurso humano y ver a los pacientes graves, en nuestra profesión hay muchas cosas difíciles que vivimos. Los pacientes de covid demandan un poco más por el potencial contagio que pueden tener. No es lo mismo entrar a una habitación de un paciente crítico por un trauma de cráneo que a la de una persona con covid", afirmaron las doctoras.
"Estamos poniendo el cuerpo"
Las enfermeras Reinero y Copes añadieron
que el equipo de salud"se siente
orgulloso de la función que está cumpliendo aunque esto conlleve un sobresfuerzo físico y mental. Tenemos altibajos en nuestro estado
emocional, estamos poniendo el cuerpo. Estar al frente de una persona
vulnerable nos exige actuar de manera solidaria,ética
y responsable, con esta enfermedad aflora un estado de fragilidad tanto en
nosotros como en el paciente, por eso ahora el problema es quien cuida a los
que cuidamos".
Advirtieron que este virus es un enemigo desconocido
que vino a desestabilizar todo en cuanto al desgaste emocional."Vemos a los pacientes que están
solos, adultos mayores, no los podemos tocar, casi no nos miramos porque
algunos están en coma y los que están despiertos no nos reconocen por los trajes y así los tenemos que contener porque ellos quieren a la
familia, la mirada es fundamental",
contaron.
Una lucha de todos
Las profesionales pidieron a los ciudadanos a poner su granito de arena para que el sistema de salud no colapse con los contagios.
"La educación y la cultura no la debemos perder en cuanto a los hábitos desde lo comunitario. La terapia está llena de politraumatismo, por el no uso del casco, por alta velocidad o el abuso de alcohol y paralelamente está la pandemia, por eso es importante que la comunidad tome conciencia y se cuide con las medidas preventivas para covid y también usando el casco y siendo más responsables y solidarios", finalizaron.